A las 23:31:04,7 del 27 de enero de 1967 uno de los astronautas que estaba a bordo del módulo de mando de la misión AS-204 de la NASA –probablemente Gus Grissom– comunicaba por radio que había un incendio. Roger Chaffee –de nuevo, eso se cree– hizo lo mismo un par de décimas de segundo después.
6,8 segundos de silencio siguieron a esas comunicaciones antes de una última comunicación de cinco segundos que termina con un grito de dolor, sobre cuyo contenido tampoco hay consenso.
Para cuando los equipos de emergencia consiguieron abrir la complicada escotilla de la nave, unos cinco minutos después, Virgil I. «Gus» Grissom, Edward H. White y Roger B. Chaffee yacían muertos en su interior, prácticamente fundidos con el interior de ésta.
Una o varias chispas en el sistema eléctrico de la nave habían provocado un incendio que, en la atmósfera de oxígeno puro de su interior, se extendió rápidamente, llenándola de humo y monóxido de carbono. Afortunadamente –dentro de lo malo– fue la inhalación de éste gas lo que mató a los astronautas en pocos segundos; las quemaduras de tercer grado que cubrían gran parte de sus cuerpos para cuando los pudieron sacar de la nave se produjeron en su inmensa mayoría después de su muerte.
Interior de la cabina del Apolo 1 completamente calcinada
Este desastre llevó a la NASA a replantearse muchas cosas, ya que el incendio fue causado tanto por errores de diseño –ya sólo el hecho de que hubiera materiales inflamables en el interior de una cápsula diseñada para usar una atmósfera de oxígeno puro parece de locos– como por un proceso de ensamblado no tan cuidadoso como debería haber sido. Una falta de control generalizada de los procesos también ayudó, ya que había muchos cambios en el diseño que se hacían sobre la marcha y sin documentar que no ayudaban a que las cosas funcionaran como debían.
De hecho Grissom había ironizado con el problema de lo mal que funcionaban las radios diciendo que cómo pretendía la NASA enviar nada a la Luna si apenas eran capaces de comunicarse con el edificio de al lado.
Grissom, White y Chaffee enviaron esta parodia de su foto oficial como tripulación al director del responsable del diseño y construcción de las naves Apolo, Joseph F. Shea
A raíz de este desastre los sistemas del módulo de mando fueron rediseñados; se eliminaron todos los materiales inflamables; se rediseñó la escotilla para que fuera más fácil de abrir, y así miles de cambios más. También se pusieron en marcha estrictos protocolos para controlar y documentar la construcción de las naves y cualquier modificación que se produjera. 2 años y medio después, Neil Armstrong se convertiría en el primer ser humano en pisar la Luna, demostrando una capacidad de recuperación asombrosa de la NASA.
Fuente: http://www.microsiervos.com/archivo/espacio/50-aniversario-desastre-apolo-1.html