La lepra es una enfermedad infectocontagiosa causada por la bacteria 'Mycobacterium leprae' que puede llegar a curarse gracias al tratamiento con antibióticos y talidomida. Junto con el ser humano, el armadillo es la única especie animal capaz de ser portadora de la bacteria, aunque hasta ahora nunca se había demostrado la posibilidad de un salto entre especies, tal y como acaba de confirmar un estudio publicado en 'The New England Journal of Medicine'.
Porque la mayoría de los casos de lepra diagnosticados en EEUU cada año se registra en personas que han estado en el extranjero, en países con casos endémicos de infección. Sin embargo, un tercio de los pacientes parece haber contraído la lepra localmente, sin que hasta ahora se supiese exactamente el foco de la infección. "Se había sospechado de los armadillos", confiesa Richard Olague, otro de los firmantes, a ELMUNDO.es, "pero había sido difícil de probar porque carecíamos de la tecnología adecuada para monitorizar la transmisión".
En España, como explica José Ramón Gómez Echevarría, director médico del sanatorio de Fontilles,el 70% de los casos también proceden de países con mucha incidencia de lepra. Además, explica, al contrario de lo que mucha gente piensa, no todos los individuos que están en contacto con un leproso se contagian. "Para que la lepra se contagie, tiene que haber un paciente que no esté en tratamiento, unas ciertas condiciones sociales desfavorables y una predisposición genética a enfermar; porque la mayoría de las personas son capaces de controlar el bacilo con su propio sistema inmune", añade.
Armadillos domésticos
La hipótesis de que el contacto con armadillos podía estar detrás del diagnóstico leproso lo acaba de confirmar un equipo de las universidades de Luisiana (EEUU) y Laussanna (Suiza), en colaboración con el Instituto de Biomedicina de Caracas (Venezuela). Tomando muestras de 33 armadillos salvajes y 50 pacientes leprosos, Stewart Cole y sus colegas, confirmaron que la cepa de 'Mycobacterium leprae' era genéticamente idéntica en 28 de los animales y 22 de los individuos enfermos que nunca habían residido en el extranjero.
"Nuestra investigación aporta una evidencia clara de que se trata de la misma cepa", explica Cole, que recomienda a raíz de estos resultados evitar "el contacto directo frecuente con armadillos y el consumo de su carne". Aunque al mismo tiempo añade que la última intención de su equipo que generar una situación de alarma en la población del sur de EEUU y, menos aún, promover las matanzas de armadillos. "La mejor manera de combatir la infección es a través de la educación y la prudencia".
"La principal fuente de contagio de lepra sigue siendo entre personas", resume el doctor Gómez Echevarría, "el tema de los armadillos es algo excepcional, imposible en España, donde no existe este animal, y, menos aún, esa convivencia doméstica que facilita el contagio tal y como se ha visto en la investigación estadounidense".