Sin embargo, el texto no sólo trae buenas noticias. Según la Agencia de la ONU, la aparición de grandes brotes de sarampión en Asia y África -y en menor medida también en Europa- está poniendo en peligro los avances conseguidos.
"Los datos muestran un descenso en el número de casos y de muertes y una mejora en la cobertura de las vacunas. Aunque también hemos visto importantes brotes en países como la República Democrática del Congo, la India y Nigeria, ha señalado Robert Perry, miembro del grupo de estrategias vacunales de la OMS.
El sarampión está prácticamente erradicado en América y la región del Pacífico occidental. En cambio, en Europa ha vivido una 'resurrección' a causa de cierta reticencia ante la vacunación.
De hecho, los principales brotes de la enfermedad se han producido en la República Democrática del Congo (134.042 casos), la India (29.339), Nigeria (18.843), Pakistán (4.386 casos), Francia (14.949 caos), Italia (5189 casos) y España (3.802 casos).
"Los brotes registrados en Europa están relacionados con un rechazo de las vacunas en los niños y una falta de concienciación sobre la seriedad de la enfermedad, ha añadido Perry, quien ha recordado que el sarampión es una enfermedad que mata y provoca complicaciones.
En ese sentido, ha señalado que cerca del 12% de los niños infectados con sarampión en Europa sufrieron algún tipo de complicación, como neumonía, diarrea o encefalitis.
La OMS recomienda dos dosis de la vacuna, pero se estima que unos 20 millones de niños en todo el mundo no llegan a recibir este primer pinchazo, lo que les hace vulnerables al virus.
En abril de 2012, los socios de la Iniciativa contra el Sarampión presentaron un nuevo plan global para enfrentar conjuntamente tanto al sarampión como a la rubeola utilizando una vacuna combinada contra las dos enfermedades. Su objetivo es reducir las muertes por sarampión en todo el mundo en un 95% para 2015 y eliminar el sarampión y la rubeola en al menos cinco de las seis regiones de la OMS para 2020.