Cuanto más sabemos de Enceladus, la luna de Saturno, más intrigante nos resulta, en especial desde que sabemos que bajo su superficie helada se esconde un océano global y, probablemente, actividad hidrotermal, es decir, química en la que intervienen rocas y agua caliente. De ser el caso, estas condiciones podrían servir para albergar alguna forma de vida básica, al menos de vida tal y como la conocemos.
Impresión artística de las capas de Enceladus.
La sonda Cassini, que lleva en órbita alrededor de Saturno desde 2004, no tiene a bordo los instrumentos necesarios para detectar vida, pero hoy, 28 de octubre de 2015 a las 15:22 GTM está previsto que se aproxime hasta unos 45 kilómetros del polo sur de Enceladus para estudiar los chorros de vapor que salen de allí.
Cassini ya ha sobrevolado Enceladus a menos altura, pero nunca a tan poca altura por el interior de uno de los chorros de vapor.
Los científicos creen que estos chorros pueden venir del océano interior de Enceladus, y estudiando su composición esperan aprender un poco más acerca de lo que hay dentro de esta luna; en especial quieren saber si hay hidrógeno y moléculas orgánicas en esos chorros.
Y, de paso, obtendremos algunas imágenes espectaculares.