Un nuevo estudio plantea que el líquido elemento fue proporcionado por un cuerpo del tamaño de Marte llamado Theia (o Tea) llegado del espacio exterior
De dónde vino el agua de la Tierra es una de esas preguntas recurrentes de la ciencia. Hasta ahora, las versiones más aceptadas apuntaban a que llegó hasta aquí desde el exterior a bordo de cometas o asteroides antiguos. En un nuevo estudio publicado en la revista «Nature Astronomy», los planetólogos de la Universidad de Münster (Alemania) plantean una hipótesis diferente. El agua, esencial para la vida, acabó en nuestro planeta cuando hace unos 4.400 millones de años un cuerpo del tamaño de Marte llamado Tea se estrelló brutalmente formando la Luna. Según sus resultados, el famoso y misterioso mundo que nos dio de lleno estaba bien cargado de agua porque provenía del exterior del sistema solar.
Cuando el sistema solar se formó hace unos 4.500 millones de años, se estructuró de tal manera que los materiales «secos» se separaron de los materiales «húmedos»: los meteoritos llamados carbonáceos, que son relativamente ricos en agua, provienen del sistema solar exterior, mientras que los no carbonáceos, más secos, se originan en el interior. Como la Tierra se formó en la región considerada «seca» es sorprendente que tenga agua. Si bien estudios anteriores han demostrado que los materiales carbonáceos probablemente fueron los responsables de entregar el agua a nuestro planeta, se desconoce cuándo y cómo lo hicieron.
«Hemos utilizado isótopos de molibdeno para responder a esta pregunta. Los isótopos de molibdeno nos permiten distinguir claramente el material carbonáceo y el no carbonáceo, y como tal representan una 'huella genética' del material del sistema solar exterior e interior», explica Gerrit Budde, del Instituto de Planetología en Münster y autor principal del estudio.
Gracias a la Luna
Las mediciones realizadas por los investigadores de Münster muestran que la composición isotópica del molibdeno de la Tierra se encuentra entre la de los meteoritos carbonáceos y no carbonáceos, lo que demuestra que parte del molibdeno de la Tierra se originó en el sistema solar exterior. En este contexto, las propiedades químicas del molibdeno desempeñan un papel clave porque, como es un elemento amante del hierro, la mayor parte se encuentra en el núcleo. «El molibdeno al que se puede acceder hoy en día en el manto de la Tierra se originó en las últimas etapas de la formación de la Tierra, mientras que el molibdeno de las fases anteriores está completamente en el núcleo», explica Christoph Burkhardt, segundo autor del estudio. Los resultados de los científicos sugieren, por primera vez, que el material carbonáceo del sistema solar exterior llegó tarde a la Tierra.
Pero los científicos van un paso más allá. Muestran que la mayor parte del molibdeno en el manto de la Tierra fue suministrado por el protoplaneta Tea. Sin embargo, dado que ese material se originó en el sistema solar exterior, esto significa que Tea también tuvo que hacerlo. Según los científicos, la colisión proporcionó material carbonáceo suficiente para dar cuenta de la cantidad total de agua en nuestro mundo. «Nuestro enfoque es único porque, por primera vez, nos permite asociar el origen del agua en la Tierra con la formación de la Luna. En pocas palabras, sin la Luna probablemente no habría vida en la Tierra», dice Thorsten Kleine, profesora de planetología en Münster.
Fuente traducida: https://www.abc.es/ciencia/abci-choque-formo-luna-trajo-toda-agua-tierra-201905231320_noticia.html
Fuente original: https://phys.org/news/2019-05-formation-moon-brought-earth.html
Artículo disponible en la revista Nature Astronomy o, en su defecto, de forma gratuita en Library Genesis.