Descubren cómo resiste a los fármacos el parásito de la malaria
Investigadores del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS, por sus siglas en inglés) de Francia, el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM) y el Hospital Universitario de Toulouse han demostrado cómo logra el parásito que causa la malaria es capaz de sortear la acción de la artemisina y sus derivados, que son en la actualidad los fármacos de primera línea que se usan contra esta enfermedad.
Este estudio, publicado este mes en 'Antimicrobial Agents and Chemotherapy' y ha contado con la colaboración de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), aporta nuevos datos que servirán para comprender mejor el mecanismo de resistencia a los fármacos contra la malaria y probar nuevas estrategias terapéuticas en un contexto donde cada ver preocupan más las resistencias de estos parásitos a estos fármacos.
La malaria mata a cerca de un millón de personas al año en todo el mundo. Por el momento, no hay vacunas contra esta enfermedad infecciosa, causada por un parásito y propagada a través de la picadura de ciertos mosquitos.
El 'plasmodium falciparum' es la especie más patogénica y que causa una alta tasa de fallecimientos. En concreto, este parásito, presente en las regiones tropicales de África, Latinoamérica y Asia, es responsable de más del 80 por ciento de los casos de malaria.
Durante la última década, la arteminina (ART), una sustancia extraída de una planta de China, se ha convertido en un fármaco de primera linea contra la malaria, sobre todo después de que otros compuestos perdieran su eficacia.
Su acción contra todas las cepas del 'plasmodium falciparum', incluidas aquellas que desarrollaron resistencias contra otros fármacos antimaláricos, es la principal ventaja de ART. Además, actúa muy rápido y con escasos efectos adversos.
Combinando artemisina con otros antimaláricos se consigue reducir el riesgo de aparición de resistencias. Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado durante muchos años el uso sistemático de este compuesto y de sus derivados con otros antimaláricos. Las terapias de combinación basadas en la artemisina (ACT, siglas en inglés) son el tratamiento más efectivo de la malaria, con una tasa de curación del 95 por ciento.
RESISTENCIAS A LA ART Y SUS DERIVADOS
Sin embargo, en julio del año pasado, aparecieron en pacientes del sudeste asiático las primeras resistencias a artesunato, el derivado de la ART más usado en las ACT, por lo que se convirtió en una necesidad determinar el mecanismo por el que el 'plasmodium falciparum' era capaz de evitar la acción de la ART y de sus derivados.
El equipo de científicos liderado por Françoise Benoit-Vical, investigador 'senior' del INSERM, se puso manos a la obra para aislar las cepas resistentes a la ART de forma experimental. Lo logró a finales de 2009, cuando consiguieron obtener una cepa del
'plasmodium falciparum' resistente a este compuesto y a algunos de sus derivados y la primera que se consiguió adaptarse al ambiente 'in vitro'.
Después, estos investigadores pudieron demostrar que las cepas resistentes a la ART eran capaces de sobrevivir a pesar de la presencia de la ART en dosis unas 7.000 veces más altas que el IC50 en cepas susceptibles. Además, esta cepa experimental compartía ciertos rasgos con las cepas resistentes que se encontraron en este campo.
Asimismo, identificaron y describieron un nuevo tipo de resistencia del parásito. Para evitar la acción de la ART, el 'plasmodium falciparum' frena su desarrollo y entra en un estado de inactividad, en el que ralentiza sus funciones hasta que el fármaco es eliminado.
Este fenómeno de inactivación fue observado sólo en parásitos en la etapa de anillo.
Paralelamente, un análisis realizado por expertos de los NIH sugirió que la expresión de algunas proteínas implicadas en el ciclo celular del 'plasmodium falciparum' podrían ser modificadas en cepas resistentes. Posteriores estudios han tratado de identificar los genes responsables de la adquisición de resistencias a la ART.
Así, los científicos fueron capaces de demostrar un nuevo mecanismo de resistencia, una nueva herramienta que podría ayudar a comprender mejor el mecanismo de resistencia frente a los fármacos antimaláricos. Además, este hallazgo permitiría probar con nuevas opciones terapéuticas contra esta enfermedad, desde nuevos compuestos hasta combinaciones terapéuticas diferentes o nuevas dianas.
Bueno , buenas noticias contra esta enfermedad , una de las más extendidas por el mundo y la que más mata al año ( de 1 millón a 3 millone sde personas). Esperoemos que con este descubrimiento se consiga nuevos tratamientos eficacez para curar esta enfermedad y frenar la sangría que provoca.
La malaria está provocada por un protozoo de sangre y tejidos de la familia de los Plasmodium cuyas especies Plasmodium falciparum, Plasmodium vivax, Plasmodium malariae, Plasmodium ovale o Plasmodium knowlesi son las que provocan la Malaria siendo el primero el más patógeno de todos