#1 hola Pispajo, no estoy de acuerdo en el fondo del mensaje. El que ha escrito eso, a mi juicio, no tiene ni idea.
Comete un error de bulto, al considerar la positividad y la negatividad cómo dos partes de una balanza.
Esto es tan falso, cómo la existencia de la libertad, la sinceridad, etc.
Las personas, son libres, positivas y sinceras por naturaleza. Por tanto esos conceptos no debían existir para nosotros, dado que se dan por hecho. Sin embargo lo que si exísten son las limitaciones. Cuando limitas una condición natural de una persona, creas un nuevo concepto "no natural" cómo esclavitud, negatividad o mentira.
Y... son precisamente estos conceptos "no naturales" los que dan origen a su versión positiva (libertad, positividad, sinceridad), tan irreales cómo sus originales negativos.
Por eso, tratar de ser positivos, es un autoengaño, ya que lo que llamas positividad, yo lo llamo estado natural. Y no hay que hacer nada para recargarse ni nada (sí vale, no se venden tantos libros pero esto es lo que hay).
Nos quedan entonces las limitaciones. Aquellos hechos, normalmente impuestos por la sociedad, que limitan nuestra capacidad natural. El paso del tiempo, las constumbres y otros factores, asientan esas limitaciones en la gente, de forma que llega un momento, en que llegamos a olvidar que nuestra vida está limitada. Aceptamos con gusto una pequeña reducción en nuestro grado de esclavitud y a eso le llamamos "libertad" "ser way"...
"jo tio anoñe flipé, me puse hasta el culo y ni siquiera recuerdo con cuantas estuve" dice el pequeño ignorante mientras mueve el rabo complacido. Y... si lo quieres acariciar porque te dá pena, te ladra: "voy a mi puta bola, me entiendes?" ¿Eso es ser libre?, o...eso es tener andar borracho a oscuras para hacer algo tan natural cómo follar.
Teniendo en cuenta lo anterior, considero que sólo podemos incidir sobre la negatividad (originada por la frustración, por las limitaciones a nuestro estado natural). Lo único que hay que hacer para ello es lograr una desconexión del cerebro (dormir, hacer un sobre esfuerzo, irritarse, follar, etc)
La irritación curiosamente nos libra de nuestra negatividad. Si llegas a un estado en el que discutiendo se te va un poco la olla, estarás reseteando tu cerebro ya que estás cómo ido, y tu víctima sentirá frustración, con lo cual se cargará de negatividad.
Este es el vampirismo del que hablas, pero que tiene un origen bien distinto al que planteas.