La meningitis bacteriana se trata de un proceso inflamatorio del sistema nervioso central causado por diferentes patógenos, entre ellos el meningococo. La bacteria coloniza la faringe y luego pasa a la sangre y desde ahí consigue atravesar la barrera hematoencefálica, la que protege el cerebro. Si no se trata puede dar lugar a la muerte, pero, como su evolución es muy rápida, si la terapia llega tarde se pueden producir graves problemas como insuficiencia renal o alteraciones neurológicas como sordera o trastornos cognitivos.
El último brote de meningitis bacteriana que se produjo en nuestro país fue en 1997 y fue debido al meningococo C. A partir de entonces, y con la aprobación de una vacuna específica para esa cepa en el año 2000, no se ha producido un gran número de casos. Además, se ha observado que los que han ocurrido se deben a la cepa B, para la que no existe en la actualidad ninguna vacuna aprobada.
La dificultad de desarrollar una vacuna para esta cepa estriba en que no se puede seleccionar un agente único que cubra para todos los tipos de meningococos del serogrupo B. Lo que están haciendo los diferentes grupos de investigadores es utilizar la membrana externa del meningococo y diferentes antígenos (o proteínas) de la membrana. "La ventaja para los otros serogrupos A, C, W, Y es que la vacuna que existe sirve para todos ellos. El meningoco B es el más problemático de todos", explica Josep Mares, pediatra y anterior coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
Respuesta en 1.600 adolescentes
Una de las vacunas que se están evaluando es la que se ha analizado en un estudio cuyos datos publica la revista médica 'The Lancet'. Se trata de un ensayo a gran escala para valorar la inmunogenicidad y tolerancia de diferentes dosis de la vacuna 4CMenB en 1.631 adolescentes chilenos de 11 a 17 años. En este caso, los investigadores utilizan en su producto, además de la membrana del meningococo, tres proteínas más que expresa esa membrana cuando el meningococo ataca al organismo.
Todos los adolescentes recibieron al menos una dosis de la vacuna y fueron asignados de forma aleatoria a cinco grupos. Se trataba de ver qué posología era la mejor si una, dos o tres dosis de vacuna a intervalos de uno, dos o seis meses. Cuando no recibían la inmunización, se les administraba un placebo.
"Dos dosis de la nueva vacuna 4CMenB separadas por uno, dos o seis meses ofrecen una potencial respuesta inmunológica en casi el 100% de los adolescentes independientemente del estado de anticuerpos previo a la inmunización. Los niveles de protección dependerán de la variación geográfica de las cepas... Será necesario otro estudio para ofrecer información sobre la inmunogenicidad y tolerancia de 4CMenB en varios grupos de edad, incluidos niños, que son los que soportan la mayor carga de la enfermedad en todo el mundo", explican los autores del estudio.
El experto en vacunología Josep Mares, director del Institut Pediatric Mares-Riera en Blanes, Gerona, señala que estos resultados "son una gran noticia". Aunque, tal y como aclara, existen otras vacunas en estudio con similares resultados, "este es uno de los estudios que servirá para documentar a las agencias que regulan los medicamentos y productos sanitarios [la EMA en Europa] para dar el visto bueno a una vacuna contra el meningoco B. Esperamos que a lo largo de este año la EMA dé su opinión positiva para uno de estos productos".
En relación a la vacuna 4CMenB, Mares aclara que cubre a un gran porcentaje de meningococos del serogrupo B, aunque no a todos. "La eficacia práctica dependerá del grado de cobertura para las bacterias circulantes. En Europa, se sabe que entre el 70-80% de las cepas expresan una de esas proteínas, por lo que podemos deducir que ofrecerá protección para el 80-90% de los niños vacunados. No obstante, en España no hay datos definitivos porque el Instituto de Salud Carlos III está haciendo un mapeado sobre estos meningococos, aunque se piensa que será una situación similar a la europea".
'Un avance importante'
De ahí, que el editorial que publica también 'The Lancet' sea prudente sobre la eficacia de esta vacuna. Además, tanto el especialista catalán como el editorialista, David Stephens, de la Universidad Emory, en Atlanta (Canadá), advierten de que se trata de un estudio sobre "serocorvensión, que no quiere decir eficacia", es decir, que lo que pretendía ver es qué dosis es la que genera una respuesta defensiva del organismo y durante cuánto tiempo. Que funcione en un pequeño grupo de población como el estudiado en Chile no significa que lo vaya a hacer igual de bien en un gran número de personas.
No obstante, a pesar de las reticencias, Mares afirma que "es un avance importante, porque se trata de una vacuna con un espectro de protección importante para el meningococo B. Creo que puede generar un gran impacto en la enfermedad".
Stephens señala otro aspecto que se debe tener en cuenta y que son los efectos secundarios como dolor en el lugar de la inyección, que fue pasajeron, o fiebre igual o mayor de 38ºC, aunque la tasa de estos síntomas fue baja y similar a la de otras vacunas para la meningitis. "La posibilidad de reactogenicidad debe comunicarse eficazmente a los receptores y sus familia antes de la administración".
Por último, Mares señala que habrá que ver qué producto de todos los que se están estudiando es el que mejor perfil de eficacia y seguridad tiene. Además, también se están realizando investigaciones para conocer si esta vacuna se puede administrar junto a otras que ya están en el calendario sin afectar a la eficacia de ninguna de ellas.