“Es asombrosa”, dijo Jessy Grizzle, profesor en el Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencia de Computación. “Jamás había visto una máquina que hiciera estos movimientos”.
Mabel fue construida en 2008 en colaboración con investigadores del Instituto de Robótica en la Universidad Carnegie Mellon. Grizzle y los estudiantes de ingeniería eléctrica y de computación de la UM, Koushil Sreenath y Hae-Won Park se han pasado desde entonces mejorando el entrenamiento de Mabel. Han mejorado progresivamente los algoritmos de retroalimentación que permiten que la robot reaccione a su ambiente en tiempo real.
Al principio Mabel caminaba suave y rápidamente sobre superficies planas. Luego pasó a un terreno desparejo. A fines de julio hizo su primer trote y con eso Sreenath cumplió su meta de investigación pocos días antes de la fecha en que debía defender su tesis doctoral.
Igual que un ser humano.
Pocos son los robots que pueden correr y los investigadores dicen que ninguna máquina, aparte de Mabel, puede hacerlo con tal semejanza de los movimientos del paso humano. Su peso está distribuido como el de una persona. Mabel tiene un torso más pesado y piernas livianas y flexibles con resortes que actúan como tendones. “Como una corredora humana real” Mabel está en el aire el 40% de cada paso, dijo Grizzle.
Otros robots corredores avanzan casi a la velocidad de la caminata rápida y en ellos la llamada “fase de vuelo”, que es cuando ambos pies no tocan el suelo, dura menos del 10% en cada paso.
Los ingeieros ya imaginan algunas aplicaciones novedosas para su trabajo
Los ingenieros imaginan algunas aplicaciones potenciales extraordinarias para su trabajo: exoesqueletos que permitan que las personas que ahora están confinadas en sillas de ruedas vuelvan a caminar, o que den habilidades superhumanas al personal de salvamentos, y prótesis de miembros que se comporten como sus contrapartes biológicas.
Los robots bípedos con una buena forma de correr también tendrían la ventaja de que pueden trasladarse sobre un terreno abrupto y dentro de sitios construidos para los humanos. Algún día podrían operar como soldados o personal de socorro, según los ingenieros.
“La comunidad robótica ha bregado para producir máquinas que puedan ir a los sitios donde van los humanos y por eso una morfología humana es importante”, señaló Grizzle. “Si uno quisiera enviar robots en busca de personas adentro de una casa en llamas, es probable que el robot necesite la capacidad para subir y bajar escaleras, pasar por encima de los juguetes de los niños en el suelo, y maniobrar en un ambiente donde las ruedas y las orugas quizá no sean apropiadas”.
Un futuro distinto.
"Las ruedas son un excelente método para moverse sobre superficies planas -dijo Sreenath- pero cuando el suelo es rocoso las dos patas son mucho más eficientes". “Imagínese un futuro en el cual no haya que abrir, primero, una senda y construir carreteras antes de que pueda pasar un vehículo”, dijo Sreenath, “sino más bien que tengamos una clase de máquinas como animales que puedan transportarnos sin caminos y con un paso eficiente y parejo”.