Guerra mundial H: Las hormigas del Paraná que invaden el planeta en silencio
El ser humano no es el único dueño del mundo. Somos la especie animal que reina sobre la cuarta parte de la superficie, esa que está cubierta por tierra firme. Y sin embargo, bajo nuestros pies, son las hormigas quienes podrían decir que el planeta les pertenece. Existen hormigueros en prácticamente cada rincón del mapa, incluyendo casi todos los archipiélagos. Los únicos lugares que las hormigas no han hecho suyos son aquellos donde el hielo perenne impide su avance, como Groenlandia y la Antártida, o algunas islas aisladas del Pacífico. Con más de quince mil especies distintas —reconocidas, aunque se cree que hay muchas más— esta familia de insectos puede presumir de contener los organismos pluricelulares más exitosos del planeta Tierra, en dura competencia con nosotros, los humanos. Se desconoce el número total de individuos, que solamente puede ser estimado mediante fórmulas y con toda seguridad está más allá de lo que se puede contar en trillones. Las hormigas son tan antiguas como los dinosaurios. Parientes más cercanos de las avispas y las abejas, no es necesario ser un experto entomólogo para observar a simple vista el notable parecido que guardan unas con otras. La mayor diferencia, eso sí, es que algunos himenópteros, como las abejas, viven bajo amenaza de despoblación mientras que las hormigas no dejan de florecer.
El hecho más fascinante es que las hormigas tienen su propia historia, repleta de naciones, imperios y guerras. Y solamente en los últimos años nos hemos percatado de la asombrosa magnitud de sus hechos históricos. Siempre hemos sabido que son sociales, que necesitan del trabajo solidario para sobrevivir, y que pelean ferozmente contra sus enemigos. Pero hasta el siglo XXI no hemos empezado a entender hasta qué punto son capaces de crear sociedades más extensas que cualquier nación humana contemporánea; de hecho, tanto o más extensas que los mayores imperios que jamás hayan creado los humanos. La historia de las hormigas, esa que ellas no registran pero de la que nosotros somos estupefactos escribientes, se encuentra en plena ebullición, ahora mismo, mientras escribo. Las hormigas llevan muchos millones de años sobre nuestro planeta, pero están viviendo uno de los momentos más decisivos en, por lo menos, los últimos cientos de miles de años. Hace menos de una década descubrimos que una especie de hormiga procedente de Sudamérica está apoderándose del mundo. Es una invasión que a los humanos nos pasa inadvertida, porque no escuchamos cañonazos ni vemos el agitar de banderas. Y aun así, dentro del reino animal, es la invasión más generalizada de la que tenemos noticia. La despiadada pugna de estas hormigas sudamericanas por la dominación mundial ha llegado a desafiar teorías bien asentadas que sobre esta clase de insectos albergaban los especialistas.
De entre todos los animales de la naturaleza, desde siempre me han fascinado las hormigas y sus sociedades complejas. Leyendo el artículo, sin ser mirmecólogo ni nada por el estilo, me ha sorprendido ver como ese avance evolutivo de las hormigas del Paraná proviene simplemente de cooperar entre hormigueros en vez de competir por los recursos. Espero que el artículo resulte tan interesante como lo ha sido para mi.