Linda Afonso, 13 años, no puede utilizar su pierna derecha, rígida y atrofiada. La adolescente es una de las víctimas de la poliomielitis en Angola, un país al que la enfermedad ha vuelto con fuerza.
"Mis padres me han llevado al hospital, pero no hay nada que hacer", relata.
La polio es una enfermedad contagiosa, que invade el sistema nervioso y puede provocar la muerte o una parálisis irreversible en pocas horas. En 2010, un total de 32 personas contrajeron el trastorno en varios puntos del país.
El virus parece estar extendiéndose a los países vecinos, como la República del Congo. En total, esta región africana ha registrado dos tercios de los casos de todo el continente.
Reaparición del virus
La enfermedad había desaparecido de Angola en 2002, pese a la falta de infraestructuras del país y a las malas condiciones sanitarias en los barrios chabolistas de la capital, donde se habían refugiado miles de víctimas de la guerra civil (1975-2002).
Sin embargo, en 2005, el virus reapareció, probablemente transportado por los obreros indios que trabajaron en la reconstrucción del país.
"Importamos el virus de la India y, desafortunadamente, lo hemos exportado", ha declarado el ministro angoleño de Sanidad, José Van-Dúnem. "Tenemos la responsabilidad, desde el punto de vista moral, de erradicarlo".
El presidente del país, José Eduardo Dos Santos reiteró su "compromiso personal en la lucha contra la polio" en una visita reciente de organizaciones internacionales, entre las que se encontraba el Fondo de Naciones Unidas para la infancia (Unicef).
Millones de vacunas
"Angola es sin duda el frente más importante de nuestra guerra contra la polio y el mundo entero observa lo que hacemos aquí", ha declarado Anthony Lake, director general de Unicef.
Para erradicar definitivamente la enfermedad, Angola espera vacunar a sus 5,6 millones de niños menores de cinco años antes del fin de este año.
"La campaña de vacunación debería comenzar en los próximos dos meses, y con el apoyo del presidente, esperamos una victoria en este año, lo que sería un paso de gigante hacia un momento histórico", ha añadido Lake.
Para acabar con el virus, las autoridades angoleñas deben enfrentarse a otro desafío: facilitar el acceso al agua potable y mejorar la gestión de las aguas residuales, ya que la polio se transmite a través de material fecal.
Carencia de agua
En los monstruosos barrios chabolistas de Luanda, en la región de las lluvias, el agua es una constante preocupación: obstruye las carreteras y se acumula en charcos enfangados, que también sirven de foco de infección.
Al mismo tiempo, hay una grave carencia de agua potable. Los más afortunados se abastecen de forma gratuita en las fuentes públicas, pero los que no tienen tanta suerte deben pagar los bidones a precio de oro.
En la carretera de Cacuaco, al norte de la capital, decenas de niños juegan en un canal de agua de lluvia sucia, un colector abierto que vierte sus aguas lentamente en el Océano Atlántico.
"Esta agua estancada es terrible para estos niños, porque está contaminada por materia fecal y otros tipos de bacterias", lamenta Edson Monteiro, experto en agua de Unicef. "Jugando, pueden llevarse esa suciedad a la boca y contraer el cólera y la polio", subraya
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/02/07/portada/1297075830.html
Muy malas noticias , esperemos que se controle el brote , se vacune a los afectados o posibles afectados y que este brote no provoque victimas mortales