No, no han descubierto que el melocotón en almíbar protege contra el cáncer de mama (que de hecho, sí lo hace, igual que la mayoría de frutas y verduras hacen con todos los tipos de cáncer), si no que se trata de un curioso hallazgo de los cirujanos de Can Ruti.
Se trata de un gel que reemplaza a los tumores en las pacientes de cáncer de mama, y lo describen cómo: 'Tiene textura de flan, aspecto de melocotón en almíbar y está hecho de plaquetas'.
Os dejo con el artículo:
Un gel de plaquetas repone mama perdida por un cáncer sin crear rechazo
El hospital de Can Ruti patenta esta nueva opción de reconstrucción mamaria
Tiene textura de flan, aspecto de melocotón en almíbar y está hecho de plaquetas. Sirve para ocupar el vacío que deja el tumor que acaban de sacar de la mama de una paciente con cáncer. Es una opción, entre las otras que se usan cada día, que van desde la propia grasa abdominal al traslado de un músculo dorsal.
La diferencia es que esta es una nueva opción (en todo el mundo), que se elabora a medida en el mismo quirófano, que se transforma con el tiempo en tejido de granulación (como una cicatriz interna) y que se les ocurrió a los cirujanos de Can Ruti, el hospital Germans Trias i Pujol. Por eso el uso de este gel de concentrado de plaquetas para restituir volúmenes en el cuerpo es una patente en la que participan el hospital de Badalona, la Universitat Autònoma de Barcelona y el Banc de Sang i Teixits.
El uso del concentrado de plaquetas (PRP) -ese componente de la sangre que tiene tanta importancia para la coagulación y la regeneración de tejidos-ya se conocía en otro ámbitos, por ejemplo, para acelerar o mejorar las cicatrizaciones difíciles de una llaga, en roturas musculares de deportistas, o en el dentista, que inyecta un poco del concentrado cuando saca una pieza para acelerar el cierre de la herida y sus secuelas. "Ahí se me ocurrió", reconoce el cirujano Joan Francesc Julián, "en el dentista".
De la idea pasó a la propuesta a sus colegas, especialmente a los expertos en plaquetas, el equipo del banco de sangre. Fondos europeos Feder lo financiaron y ahora presentan los primeros resultados "aunque aún no hemos terminado nuestro trabajo de investigación; lo completaremos a los cinco años", advierte el doctor Julián.
De momento lo han probado en algo más de 50 pacientes a lo largo de dos años. En el 80% de los casos (40) han tenido éxito: las mamas quedaron igualadas en la misma operación, el gel de plaquetas ocupó el hueco que dejó el tumor; la mama ha permanecido llena en todos esos casos, aunque ahora lo que ocupa aquel espacio es tejido de granulación, con mucho colágeno (entre las que fallaron, cinco perdieron el gel).
Tampoco ha habido ningún problema con la radioterapia posterior, al contrario, es probable que facilite la precisión de la radiación; en las mamografías no se aprecia ningún tejido que pueda confundirse con algún tumor, como a veces puede ocurrir con otros métodos, y no se ha producido por ahora ninguna recidiva.
"Esa era una de las preocupaciones, porque las plaquetas contienen 170 factores entre ellos varios de crecimiento pero no todos muy bien conocidos, por lo que podíamos pensar en un riesgo teórico de que alguno de esos factores pudiera estimular el crecimiento de un nuevo tumor, pero no se ha dado ningún caso, a pesar de que estadísticamente podríamos tener tres o cuatro", explica el doctor Julián. "Podría ser que, como podemos restituir el volumen de la mama a demanda, podemos también ser más exigentes con la cantidad de tejido que quitamos".
Pasan fotos y fotos de mujeres de diversas edades y volumen mamario con los buenos resultados. "Están siendo aún mejores de lo esperado", reconocen. Por eso piensan en la extensión de la investigación a tumores mayores de tres centímetros, en los que, si no se intenta reducir con quimioterapia previa, se suele quitar toda la mama. "Creemos que se podrá utilizar en grandes tumores, lo que ahorraría muchas mastectomías".
Tras estos primeros dos años de investigación, el equipo ha demostrado además que este método puede reducir la operación al mínimo tiempo posible y que su coste no supera los 500 o 600 euros. Los pasos siguientes: terminar la investigación y que se pueda implementar la técnica de una manera generalizada. "No podemos ofrecerlo a las pacientes aún".
En este hospital se operan cada año unas doscientas mujeres con cáncer de mama. Al 70% de ellas le practican una tumeroctomía. Es el cáncer más importante en la población femenina, pero la supervivencia supera el 81%, por encima de la media europea.
Grandes noticias, y de nuestra casa. Para aquellos que piensan que todo lo bueno en este campo siempre viene de fuera.