Hay algunos tumores que son difíciles de remover, como los que están cerca de la columna vertebral. Existe el riesgo de cortar el nervio si uno los remueve quirúrgicamente. O el problema puede ser que el tumor está creciendo lentamente, pero el paciente es viejo", dijo el responsable del proyecto Sven Becker.
"En estos casos es mejor monitorear el tumor y solo tratarlo si hay una fase de crecimiento pronunciado".
Bomba de drogas.
El sensor se implanta cerca de un tumor y mide la concentración de oxígeno disuelto en el fluido del tejido vecino.
Una baja puede indicar un crecimiento agresivo de las células tumorales, algo de lo que puede avisarse a los médicos.
"El chip microelectrónico tiene una serie de electrodos que detectan la saturación de oxígeno. Esa información sensorial es transmitida a una unidad externa que es como una pequeña caja que se lleva en el bolsillo", explicó Becker.
"De ahí pasa a la PC del doctor; y él puede mirar la información y decidir si la actividad del tumor está empeorando".
Los investigadores creen que esto reducirá la necesidad realizar frecuentes visitas al hospital.
"Normalmente uno tendría que ir al hospital para ser evaluado con resonadores magnéticos para detectar la saturación de oxígeno. Con nuestro sistema se puede hacer sobre la marcha", dijo Becker.
Su equipo prevé agregar al chip una bomba de medicación que libere drogas de quimioterapia cerca de un tumor si es necesario tratarlo.
Becker espera que esto sea más efectivo y menos tóxico para los pacientes en el futuro.
"En la quimioterapia tradicional uno suministra drogas a todo el cuerpo, algo que puede tener fuertes efectos secundarios. Queremos poner una bomba en nuestro chip, así si el sensor detecta crecimiento, se pueden aplicar cantidades microscópicas directamente sobre el tumor", dijo.
"Los pacientes se pueden tratar en forma más rápida y con menos efectos secundarios, porque es local".
El desarrollo del sistema todavía está en las primeras etapas, pero los investigadores esperan tener un dispositivo listo para uso clínico en los próximos 10 años.