Diane de Poitiers, la amante del rey Enrique II de Francia, murió en 1566 a la edad de 66 años. Su historia no habría pasado hoy de una mera mención en los libros de historia si no fuera porque un equipo de científicos acaba de descubrir la razón de su fallecimiento: un lento envenenamiento por oro. Ninguna mano enemiga estuvo detrás del fatal desenlace. Según parece, la dama tomaba habitualmente pequeñas cantidades del mineral para permanecer joven.
El descubrimiento, que publica la revista 'British Medical Journal', ha sido llevado a cabo por un equipo de investigadores franceses tras una búsqueda que recuerda a novela legendaria.
La tradición francesa aseguraba que, en 1795, los restos momificados de la joven habrían sido enterrados en un terreno cerca de Anet -el lugar donde vivió- después de que el ataúd en el que reposaba su cuerpo fuera profanado durante la Revolución Francesa.
Pero la historia no se comprobó hasta que, en 2008, una excavación arqueológica recuperó en el mismo lugar unos restos cuyas características físicas coincidían con las de Diane. Se trataba de "una mujer madura" (debido a la artrosis que presentaba) y que tenía "una fractura en la tibia y el peroné" (que se correspondía con una caída de caballo sufrida por la dama en 1565 y tratada por el cirujano Ambroise Paré), explican los investigadores en un comunicado.
Además, "se observaba una concordancia perfecta al superponer la mandíbula y el maxilar superior izquierdo sobre el último retrato de Diane que había realizado el pintor François Clouet [autor de la imagen que ilustra este artículo]", añaden.
Uno de sus contemporáneos, Brantôme, había relatado que la joven (de quien alababa su gran belleza y lozanía) tomaba habitualmente oro disuelto en sus bebidas, como un elixir de la juventud.
Y esto precisamente era lo que querían demostrar los investigadores franceses, un equipo compuesto por Philipe Charlier (especialista en Medicina Legal del Hospital Raymond Poincaré), Joel Poupon (experto en Biología toxicológica del Hospital Lariboisière) e Isabelle Huynh-Charlier (radióloga del centro Pitié-Salpêtrière).
Su trabajo ha puesto de manifiesto que, en efecto, la leyenda no mentía: Se encontraron grandes concentraciones de oro en los residuos de tejido y de cabello de Diane.
"Una contaminación parece poco probable", indican los investigadores. No era reina, no llevaba corona, las joyas no hubieran podido contaminar el pelo y los tejidos y el oro no se utiliza como producto de embalsamamiento, explican.
Según sus palabras, una concentración de oro tan alta como la hallada podría corresponder a un síndrome de intoxicación crónica que podría provocar anorexia, náuseas, empobrecimiento del cabello, diarreas y una anemia que podría explicar la tez particularmente pálida de la amante del rey.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/12/18/pielsana/1261157929.html
Curisos descubrimiento , la intoxicación de oro es rara pero se puede dar y encima la muy tonta se lo tomaba porque era un elixir de la eterna juventud. Lo que hace el desconocimiento.
También se tomaba antiguamente agua radiada ( con radiactividad) alguna gente incluso había anuncios de ese estilo , pero claro , no sabian de las consecuencias de tomar eso.