Amados usuarios del foro.
Me gustaría compartir con vosotros este pequeño gran hito en mi vida y en la 100cia. El año pasado, aprovechando que había terminado la tesis pero me quedaba un año de contrato en la universidad, decidí emprender un viaje de 3 meses a Costa Rica para embarcarme en algo que me motivase y me devolviese la ilusión profesional que una tesis me había succionado cual dementor.
Siempre me habían gustado las aves y tenía ganas de cambiar de modelo de estudio, y ya que en mi tesis había tocado temas de comunicación química en mamíferos decidí explorar el tema del olfato en aves, sobre el que aún nos queda mucho por saber. Recordemos que hace solo unas décadas los expertos golpeaban su pecho diciendo que las aves no tenían apenas olfato y que era algo anecdótico de determinados grupos como procelariformes y carroñeras. Un error debido a una opinión basada en escasos estudios pobremente diseñados e interpretados, junto con la mirada de un observador humano que produce un sesgo tremendo a la hora de interpretar el comportamiento de animales que no sean mamíferos. A causa de esto, muchas personas, entre las que se encuentran docentes y divulgadores, siguen pensando que las aves no usan el olfato en su día a día (ejemplo:Toucans can’t smell).
Sin más, os comparto este sencillo estudio, donde sometimos a las aves a un test de preferencia con tres olores (agua, vinagre y zumo de papaya y banana). Los tres grupos estudiados (tucanes, guacamayos y loros) incluyen estas frutas de forma habitual en su dieta, de ahí la elección. El vinagre se introdujo como un control extra para asegurarnos de que saben discriminar el alimento de un estímulo olfativo cualquiera. Tras grabar el comportamiento, vimos que efectivamente tanto los tucanes como los guacamayos pasaban significativamente más tiempo con el recipiente que contenía el zumo de frutas tratando de abrirlo. En el caso de las loras no obtuvimos esta respuesta, sino que parece observarse una tendencia no significativa a evitar el vinagre, y cuyo efecto repelente podría ser estudiado en un futuro como herramienta disuasoria.
Gracias a todos los pajarracos que me permitieron disfrutar de nuevo del camino.