Combinando una investigación de campo con una nueva aproximación estadística, los científicos estiman que podría existir un mínimo de 320.000 virus esperando a ser descubiertos sólo en el caso de los mamíferos. Enfermedades tales como el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), el virus del Oeste del Nilo, el sida, el ébola o la gripe aviar son ejemplos de enfermedades de zoonosis, que son aquellas que se originan en el medio salvaje y afectan a los humanos.
“Durante décadas, le hemos hecho frente a la amenaza de futuras pandemias sin saber cuántos virus estaban al acecho en el medio ambiente, formando parte de la vida salvaje y esperando para emerger. Finalmente, tenemos un avance: no hay millones de virus desconocidos, sólo unos pocos cientos de miles, y con la tecnología que tenemos, es posible que durante el tiempo de mi vida, seamos capaces de identificar todos los virus del planeta”, explica Peter Daszak, Doctor, autor del estudio y presidente de la EcoHealth Alliance.
El trabajo, titulado «A strategy to estimate unkown viral diversity in mammals», aparece publicado en el periódico mBio y se ha llevado a cabo con fondos de la United States Agency for International Development (USAID) y del proyecto PREDICT.
El estallido de enfermedades emergentes ocasiona tanto preocupación social como problemas económicos. Sólo la amenaza de una nueva enfermedad emergente como el recientemente descubierto Síndrome Respiratorio del Medio Este (MERS) puede afectar directamente a la estabilidad económica de la economía global. Porque las pérdidas estimadas de la economía por culpa del brote de SARS se estimaron entre los 15 y los más de 50 millones de dólares.
Los científicos de este nuevo estudio han trabajado para determinar un coste cuantificable parar acometer el descubrimiento de esos 320.000 nuevos virus: 1,2 millones de dólares para una especie portadora, como el murciélago de la fruta de la India, o de 6.300 millones de dólares para todos los mamíferos. El coste de descubrir todos estos virus es una fracción de lo que supondría sostener económicamente la respuesta a una pandemia global, como las de la Gripe H1N1 o la del SARS (estimado en este último caso en unos 16 millones de dólares). Dado el desproporcionado coste de descubrir lo más raro entre lo raro, los científicos muestran que limitar los esfuerzos hasta el 85% de la densidad viral estimada reduciría los costes hasta los 1.400 millones de dólares.
Los expertos destacan que la estimación de los 320.000 virus es sólo un punto de partida que puede elevarse considerablemente con la incorporación de nuevas familias de virus, así como empleando procedimientos de secuenciación desarrollados por el CII. También señalan que hay muchos datos desconocidos, como si las muestran tomadas de los murciélagos de Bangladeshes representativa de todos los murciélagos de Asia del Sur, si todas las especies de mamíferos albergan un número similar de virus, o la extensión con la que los virus pasan de una especies a otras (como se ha comprobado con los virus humanos, bovinos y aviares en los murciélagos de la fruta).
Para alcanzar sus estimaciones, los científicos estudiaron a la población de murciélagos de la Fruta de la India en la jungla de Bangladesh, de los que recogieron 1.897 muestras biológicas. Tras someterlas a la reacción de una cadena de polímeros, identificaros 55 virus de 9 familias virales, de los cuales sólo 5 eran previamente conocidos, incluyendo dos coronavirus humanos, un adenovirus aviar, un betacoronavirus humano/bovino y un gammacoronavirus aviar. Por tanto, 50 de los virus descubiertos eran nuevos. A partir de ahí, y aplicando técnicas estadísticas del campo de la ecología, estimaron que había otros tres virus raros que no habían sido identificados en las muestras, lo que elevaba el recuento hasta 58. Extrapolado este número hasta las 5.486 especie de mamíferos conocidas, el cálculo inicial se sitúa en esos 320.000 virus posibles.
“Históricamente, nuestra aproximación completa a estos descubrimientos ha sido demasiado aleatoria –matiza el autor principal del trabajo, Simon Anthony, Doctor en filosofía y científico del Center forInfection and Immunity (CII) de la MailmanSchool of PublicHealth de la Universidad de Columbia-. Lo que sabemos actualmente sobre los virus tiene mucha tendencia hacia aquello que realmente ya se encuentra en humanos o animales y emerge de repente como una enfermedad. Pero el grupo de todos los virus existentes en el medio salvaje, incluyendo aquellos que tienen mucho potencial para asustar a los humanos, es, de hecho, mucho más profundo. Se necesita un Marco de Salud más sistemático y multidisciplinario si queremos comprender qué gobierna y controla la diversidad viral y, consecuentemente, qué ocasiona que los virus emerjan como elementos patógenos capaces de causar enfermedades”.
Descubiertos 240 nuevos virus
Los científicos de la EcoHealth Alliance continúan trabajando en la vanguardia de los descubrimientos víricos en las regiones calientes del surgimiento de enfermedades de todo el mundo, centrándose en la intersección entre el medio ambiente, la salud y la capacidad constructiva. La organización pretende entender los factores medioambientales que determinan la emergencia de enfermedades zoonóticas y en promover la conservación de todas las especies.
“PREDICT ya ha descubierto más de 240 nuevos virus a lo largo del mundo en lugares donde la población y los animales viven en un contacto muy cercano y en los que dependen de los mismos recursos naturales –explica la coautora del estudio, doctora, directora del UC Davis One Health Institute y codirectora de PREDICT Jonna Mazet-. Eso incluye nuevos coronavirus, como los causantes del SARS y del Síndrome Respiratorio del Medio Este”.
Este nuevo trabajo es el resultado de una colaboración multidisciplinar entre 21 virólogos moleculares, ecologistas, veterinarios y matemáticos procedentes de varias instituciones, entras las que se incluyen elCenter for Infection and Immunity (CII) de la Mailman School of PublicHealth de la Universidad de Columbia, laEco Health Alliance, la Universidad Nacional Autónoma de México, la University of California Davis, el International Centre for Diarrhoeal Disease Research de Dhaka (Bangladesh), la Universidad de Princeton, el NationalInstitutes of Health, y laChittagong Veterinary and Animal SciencesUniversity (Bangladesh).
“Citando a Benjamin Franklin, podríamos decir que una onza de prevención es peor que una libra de cura -apostilla W. IanLipkin, Doctor en Medicina y director del CII-. Nuestro objetivo es conseguir la inteligencia viral necesaria para que la comunidad global de salud pública pueda anticiparse y responder a los continuos desafíos de las enfermedades infecciosas emergentes”.