Más del 40% de los ciudadanos vive en zonas de riesgo de contraer la malaria, una enfermedad que mata a 800.000 personas al año. Alrededor de un tercio de la población alberga la 'Mycobacterium tuberculosis', que lejos de desaparecer, cada vez está más presente en el mundo, debido a la resistencia que ha desarrollado a los medicamentos. Y, aún así, con estos datos sobre la mesa, la comunidad internacional y los organismos sanitarios piensan y trabajan por erradicar ambas patologías. ¿Una utopía o un proyecto realizable? La revista científica 'Science' dedica su último número a analizar cómo está la situación de estos patógenos.
La malaria está causada por cuatro especies de parásitos de 'Plasmodium', de los cuales el 'Plasmodium falciparum' provoca la mayoría de los casos de enfermedad y muerte en África, mientras que el 'Plasmodium vivax' es el más prevalente en las otras zonas donde es endémica. En los últimos años, los investigadores han pasado de centrarse en atacar al parásito cuando ya está extendido en la sangre del individuo a tratar de controlarlo en el propio mosquito, antes de que pase al hombre.
Este giro, además de conducir al desarrollo de nuevos fármacos, puede ser una estrategia más efectiva para reducir el número de casos de malaria, ya que evita la transmisión en su primer paso, explica un equipo del Instituto de Investigación Biomédica de Seattle (EEUU).
"El objetivo es interrumpir el ciclo vital del 'Plasmodium' en el propio mosquito -el vector que lo transmite- y cuando es más débil, ya que una vez que entra en el cuerpo humano se hace fuerte y se multiplica", señalan los investigadores, que se muestran optimistas porque gracias a las nuevas herramientas genéticas que han surgido en los últimos tiempos "se están desvelando secretos fundamentales de la biología de este parásito, que nos llevará a conocerlo mejor y, por tanto, a poder defendernos mejor".
Para M.J. Mackinnon, del Centro de Medicina Tropical de la Universidad de Oxford, "el verdadero problema para controlar la malaria en el mundo está en la increíble capacidad de adaptación que tiene el patógeno, capaz de infectar a cualquier persona en cualquier medio". Además, se ha hecho resistente a los fármacos empleados tradicionalmente, por lo que la lucha se ha complicado más si cabe. "Ni el escenario más optimista puede prever la erradicación de esta enfermedad en las próximas décadas", reconoce esta especialista, pero es una meta que hay que tener en mente para ir consiguiendo logros paso a paso.
El resurgir de la tuberculosis
La expansión del VIH, los movimientos migratorios y la aparición de cepas extremadamente resistentes han hecho que la tuberculosis, una enfermedad que parecía olvidada en los países occidentales, haya vuelto a cobrar fuerza. Hace décadas que no se desarrolla ningún medicamento nuevo contra el trastorno y los métodos de diagnóstico son del siglo pasado. Parece que la bacteria ha sido la única que se ha adaptado a los nuevos tiempos.
Cada año se registran entre ocho y 10 millones de nuevas infecciones en el mundo. El 80% de estos casos se concentra en 20 o 25 países, con La India y China a la cabeza del ranking. Además del VIH, Christopher Dye y Brian G. Williams, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Epidemiológico de Sudáfrica, respectivamente, apuntan otros factores que incrementan el riesgo de contraer el bacilo: el abuso de alcohol, la diabetes, la malnutrición y el tabaco.
También afirman ambos expertos que el aumento de población en las zonas urbanas favorece la expansión de la tuberculosis, al igual que ocurrió en el siglo XIX a medida que se iban industrializando las ciudades.
Según David G. Russell, del Departamento de Inmunología y Microbiología de la Universidad Cornell (Ithaca, NY), "una de las mayores dificultades es que no está claro cómo controlar el bacilo en aquellos países en los que es realmente endémico, pues evoluciona continuamente y va un paso por delante de la investigación".
Lo úntico que tienen claro todos los firmantes del especial que dedica 'Science' a ambas enfermedades es que es necesario desarrollar nuevas estrategias terapéuticas, que identifiquen nuevas dianas y tomarse realmente en serio el reto de acabar con la malaria y la tuberculosis
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/05/13/biociencia/1273766083.html
Bueno así están las cosas , esperemos que algún día estás enfermedades no produzcan más muertos en ninguna parte del mundo , algo que está lejos de ocurrir. La Malaria es la enfermedad que mata más personas en el mundo , de 2 a 4 millones de personas al año mientras la tuberculosis mata a más de 1 millón de persnas al año. ambas enfermedades nexcesitan tratamientos uregentes para contener su sangria constantes , además la tuberculosis tienen un nuevo amigo , el VIH.
La tuberculosis está producido por el Mycobacterium Tuberculosis que es una bacteria gram positiva , aerobia estricta , no esporulada , ni movil ,sin cápsula que se tiñe con la tinción Alcohol - Ácido Resistentes ( únicas bacterias que lo hacen , parece ser por la cantidad de lípidos micólicos que posee su membrana plasmática ) Oxidasa + , Catalasa + , resistente a la desecación y a los desinfectantes. La mayoría de las cepas son resistentes ha algún tipo de antibiótico. Existen otras mycobacterias que pueden producir tuberculosis (M. Bovis y M. Africanum ) pero esto ocurre en pocos casos y principalmente en infectodos por VIH. Método diagnóstico de la Tuberculosis puede ser Cultivo de esputo , Tinción ácido alcohol resistente ,Prueba de Mantoux ( Tuberculina) , Biopsia pleural con aguja , Radiografia del torax y Hemograma : leucocitosis con aumneto de neutrófilos inicial con aumento de linfocitos y monocitos
La malaria está provocada por un protozoo de sangre y tejidos de la familia de los Plasmodium cuyas especies Plasmodium falciparum, Plasmodium vivax, Plasmodium malariae, Plasmodium ovale o Plasmodium knowlesi son las que provocan la Malaria siendo el primero el más patógeno de todos