Esta enfermedad viral es una de las más contagiosas del mundo y se caracteriza porque el virus surge desde la tráquea de la persona infectada, a quien provoca tos, y llena el aire de partículas listas para infectar a la siguiente víctima.
A pesar del desarrollo de la vacuna contra el sarampión, anualmente el virus continúa infectando a más de 10 millones de niños y se cobra la vida de alrededor de 120.000 personas en todo el mundo. Además, en los últimos años la dispersión del virus ha aumentado por la escasez de personas vacunadas, siendo todavía un problema de salud importante en Estados Unidos.
Los resultados podrían ayudar también en la lucha contra el cáncer de ovario, mama y pulmón.
Según explica el biólogo molecular Roberto Cattaneo, autor principal de la investigación, lo que se ha visto ahora es que el virus desarrolla una estrategia de "diabólica elegancia" ya que "primero secuestra a las células inmunes que patrullan los pulmones a fin de introducirse dentro de la víctima que le sirve de huésped y luego se desplaza hacia otras células inmunológicas en todo el cuerpo".
"No obstante, las células inmunológicas sólo entregan su carga viral a las células que expresan la proteína nectina 4, que es el nuevo receptor. Esas células se ubican en la tráquea, de manera que el virus surge desde el punto exacto que necesita para facilitar el contagio", añade.
Cattaneo y su equipo asegura que estos resultados podrían ayudar también en la lucha contra el cáncer de ovario, mama y pulmón, ya que la nectina 4 es un biomarcador utilizado para estos tipos de cáncer.
Debido a que el sarampión apunta directamente hacia la nectina 4, la terapia contra el cáncer basada en este virus también podría ser más exitosa entre los pacientes cuyo cáncer expresa nectina 4, ya que muchos científicos creen que los virus modificados pueden ser una alternativa menos tóxica que la quimioterapia y la radiación.
De hecho, actualmente se están realizando diferentes ensayos clínicos con el sarampión y otros virus para combatir al cáncer. En la propia Clínica Mayo lo están utilizando para cáncer recurrente de ovario, glioma y mieloma.
En el estudio han participado también científicos del Instituto Paul Ehrlich de Alemania, de la Universidad de Iowa (EE.UU), del Instituto Armand Frappier de Montreal en Canadá, del consorcio del Instituto Nacional de la Salud e Investigación Médica (Inserm) con el Centro para Investigación Oncológica de Marsella (CRCM) y la Universidad de Aix y Marsella en Francia, y de las universidades de Singapur y Duke (EE.UU).