El transbordador sovietico Burán

Narayan-Sama

Propicios dias buena gente de MV!!!

Estoy un poco aburrido y me he acordado de un articulo que leí hace tiempo que trataba del transbordador espacial ruso. La verdad es que es increible y espero que os guste. La web a cargo de darnos ese articulo es http://ciudad-futura.net.

Aqui va una transcripción del mismo incluyendo imagenes del articulo y otras webs como http://www.darkroastedblend.com.


Con el cadáver de la lanzadera espacial de EEUU todavía caliente y el inevitable retorno de los vuelos tripulados a los vehículos con forma de cápsula no reutilizables, se ha hablado mucho acerca de cómo el shuttle era ?más complejo de lo humanamente tratable?. Dicho de otra forma: el empeño de la NASA en hacer volar sus lanzaderas a pesar de lo dificultoso de asegurar su correcto funcionamiento ¡y del precio de cada vuelo! era una tarea en el límite de lo posible. Si esto fuera cierto, más nos valdría asumir como inevitable el ?paso atrás? de confiar todos los vuelos tripulados a las venerables y eficaces Soyuz (y a sus hermanas chinas, las Shenzhou), y esperar al nuevo vehículo americano de entre todos los contendientes posibles, la MPCV (ex Orión), la Dragon de SpaceX o la CST-100 de Boeing. Que, naturalmente para estos tiempos de ?regreso al pasado?, serán cápsulas tradicionales en el caso de que lleguen a volar.

Muchos de vosotros habréis oído hablar de la lanzadera soviética Burán. Los que hayáis visto fotografías o vídeos de su única misión habréis podido pensar que ?los rusos? consiguieron unos planos del shuttle en un despiste de la CIA, se construyeron uno igual, le pintaron ?CCCP? en las alas y lo desecharon cuando la Unión Soviética dejó de tener el cuerpo para fiestas ?o para cualquier otra cosa. Os equivocáis en casi todo: Burán era efectivamente una copia aerodinámica del shuttle americano, pero al mismo tiempo era un vehículo muy diferente.

?Copiar? un sistema tan complejo como el transbordador espacial no es tarea fácil. En realidad es imposible si no desarrollamos antes las miles de complejas técnicas y tecnologías asociadas a su fabricación. De hecho, el sistema Burán fue la cumbre de la tecnología aeroespacial soviética. Nunca antes en la historia de la URSS ?ni siquiera durante la carrera lunar? tantas personas y organizaciones colaboraron para diseñar un vehículo espacial. El Burán fue el proyecto espacial tripulado más caro y complejo de la historia del país.


Ilustraciones del transbordador espacial de EEUU ?Atlantis? (izquierda) y de la lanzadera soviética Burán (derecha) en pleno despegue.

Es cierto que el Burán era exteriormente muy parecido al transbordador de la NASA, pero lo que poca gente sabe es que estas similitudes se debieron a un ?capricho? de los militares soviéticos. El alto mando de la URSS entró en pánico cuando se enteró de que las Fuerzas Aéreas estadounidenses participarían en el proyecto del shuttle. La USAF tenía pensado usar el transbordador para llevar a cabo decenas de misiones militares al año, algunas desde la base de Vandenberg, en California. Nadie sabía para qué querían los militares estadounidenses un vehículo de estas características, pero había que estar preparado por si acaso. Eran los años de la Guerra Fría y de la política de la respuesta simétrica, que venía a ser algo como ?si tú haces algo, yo también lo hago, pero mejor?. Los ingenieros soviéticos consideraban que el shuttle era innecesariamente complejo y sugirieron usar otros diseños en principio más eficientes ?sin éxito. Los militares, con el ministro de Defensa Dmitri Ustínov a la cabeza, querían su transbordador. Y lo iban a tener costase lo que costase.

Desde el primer momento los ingenieros soviéticos se vieron obligados a replicar la forma de la lanzadera estadounidense. A regañadientes: muchos veían ya en aquel shuttle en proyecto una máquina excesivamente compleja en comparación con el proyecto, en el tablero de diseño desde 1965, de un sistema de lanzadera exclusiva para tripulaciones más pequeña y sencilla denominada Spiral.

Sin embargo, los requisitos del ejército no eran algo para ser ignorado; y no existen muchas configuraciones posibles para un ?camión espacial?. Un ejemplo muestra hasta qué punto la cúpula militar soviética no estaba dispuesta a conformarse con menos que sus homólogos americanos: las famosas alas en doble delta de la lanzadera. Éstas vienen impuestas por un interesante requisito de la USAF: poder lanzar una misión en órbita polar desde la base de Vandenberg, lanzar alguna carga secreta desde la bodega de carga y volver tras una sola órbita, para aprovechar el factor sorpresa de cara al enemigo. Sin embargo, ¡la Tierra gira! Al iniciar su reentrada, la lanzadera se encontraría a alrededor de 2000 kilómetros al oeste de Vandenberg, distancia que tendría que ser cubierta virando y planeando, ya que el transbordador desciende sin motor alguno. La primera versión del transbordador americano tenía unas alas pequeñas, cortas y rectas.

Los militares impusieron unas alas grandes con capacidad suficiente para ejecutar un tipo de misión que nunca se llevó a cabo, pero que obligó a reforzar la capacidad de los propulsores auxiliares para elevar todo ese peso muerto hasta la órbita.


Diferentes vistas 3D de la lanzadera orbital Burán y del cohete Energía con el emblema oficial de este programa espacial de la Unión Soviética.

Otros sistemas debieron su configuración a una combinación del ?y yo más? de los militares con las leyes de la Física: la distribución del escudo térmico, la forma del morro, las compuertas dorsales? Al final, los ingenieros soviéticos copiaron absolutamente todo lo que, de todas formas, tenía que ser así para obtener una nave con un perfil de misiones oponible punto por punto al del transbordador americano: más militar que civil, flexible en tipos de cargas secretas, maniobrable en órbita para sorprender al enemigo y con capacidad de aterrizaje en diferentes pistas. Eso ?y no la pacífica nave científica que ha quedado para las hagiografías? era el shuttle. Hasta que los costes no previstos y la pérdida de dos tripulaciones completas hizo a la NASA entrar en razón. Eso, no lo olvidemos, era también Burán. Y sin embargo?

Sin embargo, los ingenieros soviéticos no reprodujeron todo. Alteraron una enorme cantidad de variables de diseño que hacían del Burán una máquina fundamentalmente diferente, algo más barata y sobre todo más fiable. Si el colapso económico de la Unión Soviética no hubiera mediado, Burán habría sido un vehículo superior al shuttle de la NASA. Uno que tal vez tendríamos todavía entre nosotros, y que estaría lanzando tripulaciones a la ISS. Uno que habría ?retirado? a los transbordadores americanos antes y que podría haber evitado el desastre del Columbia. Veamos por qué?

Diferencia 1: El lanzador
Diferencia 2: El combustible y los motores principales
Diferencia 3: La protección térmica
Diferencia 4: La propulsión del orbitador
Diferencia 5: La seguridad
Diferencia 6: Capacidad de estancia orbital
Diferencia 7: Misiones y objetivos
Otras diferencias


Magnifica obra de arte de la tecnología que no tuvo mucha suerte. Espero que los rusos retomen seriemente la carrera espacial. Seguramente llegaríamos lejos.

P.D.: Lo se, lo se, es un copy-pasete brutal, pero ya existiendo un articulo así de bien escrito es una locura hacer uno desde cero.


Link al articulo original: http://ciudad-futura.net/2011/07/26/buran/
Gracias a los autores por el gran trabajo.

5
B

Para que todo progrese hacen falta inyecciones de dinero y hace falta necesidad política. Actualmente no hay necesidad politica para casi nada (salvo para aumentar el patrimonio político) asi que vamos a estar estancados en este tipo de tecnologías unos cuantos añitos. Al fin y al cabo, la guerra fría no fue tan mala.

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Mall0rk1NNN

Es bonito, lo que a mi mas me interesa y me intriga es como funciona un motor de cohete xD

2 comentarios moderados
D

Entro, me acuerdo de que la URSS desapareció hace 20 años, que EEUU ha abandonado casi en su totalidad su programa espacial y que estamos en crisis y me voy

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CAFE-OLE

pues a mi lo que mas me intriga es como un ordenador de los 80 dirige una maquina de 70 toneladas en la reentrada a la atmosfera.

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