Si el sector pretende innovar, yo les propongo una idea bastante innovadora ¿Y si bajamos el precio de las entradas? Vamos como sucedió en la fiesta del cine, pero manteniendo dicha iniciativa en el tiempo. Yo en mi tierra, pago (ya cada vez menos, entre el precio de la entrada e internet poco voy a las salas) la friolera de 7€ y pico por la entrada.
Cierto es que hay descuentos especiales y están los miércoles como día del espectador con un precio reducido. Pero dada la actual situación económica, rebajar el precio de las entradas sería la manera de que clientes potenciales como por ejemplo las familias con niños pequeños vuelvan más asiduamente a las salas.
Con estos precios, una familia con dos niños le resuelta prohibitivo ir al cine de manera habitual.