La sorprendentemente ganadora del Oso de oro de berlin ha sido esta película china, arrebatándole el premio a la Boyhood de Linklater y al Gran Hotel Budapest de Wes Anderson.
Dejo esta crítica como sinopsis:
Un asesinato sin resolver cinco años atrás llama a la puerta. Entre lo ridículo y lo sublime, la película avanza entregada al desagradecido ejercicio de sorprender en cada plano. No siempre lo consigue, pero cuando lo hace, sencillamente arrebata. El giro final acompañado de una conclusión explosiva (en el más literal de los sentidos) no deja opción: tan exótico como brillante. Una impactante y brutal locura.