Este medio día, Telecinco emitía en exclusiva el trailer de la película El Capitán Alatriste (hay que tener instalado el Quicktime 7, que puedes bajar aquí), basada en la novela del mismo nombre del escritor español Arturo Perez Reverte. Encabezando el reparto podemos encontrar a Viggo Mortensen, actor que ha demostrado su buen hacer en películas como Una Historia de Violencia, aunque llegó a la fama gracias a su participación en El Señor de los anillos.
Por lo poco que hemos podido ver del trailer, la ambientación está muy conseguida y no defraudará a nadie. Todo el filme está impregnado de una especie de atmósfera sucia y decadente propia del siglo de oro: mugrientos soldados, calles oscuras y peligrosas llenas de polvo e inmundicias, muertes violentas... Si alguien dudaba acerca de la fidelidad del filme en tanto en cuanto a las partes más oscuras del siglo de oro, creo que este avance despejará sus dudas.
Por otra parte, las escenas de acción son muy plásticas y vibrantes. Los combates a espada reflejan una tensión nunca vista en la historia del género "de mosqueteros", dando la razón a la pregunta de Bob Anderson (maestro de esgrima escénica que, junto a su homólogo español Jesús Esperanza trabajaron en la película) "¿En esta película se mata o no se mata? Así como la contundente respuesta que obtuvo: "Se mata". Asimismo, las escenas de batalla muestran a un capitán épica y valiente que se lanza en pos del enemigo sin dudarlo un instante.
Aquí os dejamos un desglose para que no os perdáis ningún detalle de lo ofrecido en el trailer:
Una brevísima escena (hablo siempre de segundos, o menos) nos muestra al capitán terminando de "abroquelarse" el brazo izquierdo con la capa, mientras lanza una estocada a la cámara. Un logo cubre la pantalla "No era el hombre más honesto". La espada del capitán se arrastra contra una pared sucia y gris, produciendo chispas y precediendo a otro logo "Ni el más piadoso".
Vemos después las botas del protagonista caminar sobre un enlosado, el último logo "pero era un hombre valiente", un plano picado de una sucia calle con escombros a los lados del polvoriento pavimento, con el capitán (tan solo una sombra negra) caminando hacia adelante. Después, frente a frente con Malatesta, ambos apartan sus capas de las empuñaduras de las roperas (el tipo de espada que usan), y Alatriste se destoca (se quita el sombrero), bajo el cual lleva un pañuelo rojo estilo bandana. Después, él y Malatesta luchan en esa calle (u otra muy parecida), junto a un hombre caído (tal vez el joven Íñigo en la escena del Portillo de las Ánimas, primer libro de la saga), y se afirman en guardia tras un ataque. Mientras Alatriste mantiene una guardia alta (el brazo estirado a la altura del hombro), Malatesta compone la guardia más habitual en esgrima (los pies separados formando un ángulo de 90º y el brazo de la espada semiflexionado con la punta mirando hacia la cara del contrario). En ese mismo momento, la cámara nos sitúa como si fueramos Malatesta, y vemos al capitán apuntándonos con la espada con el rostro parcialmente tapado por el sombrero y el brazo extendido.
Finalizando el avance, más planos de la película: el capitán Alatriste mira hacia arriba (he decir que su mirada es profundamente sarcástica y dura, da hasta miedo), con el rostro tapado en principio por la ancha ala de su sombrero. Nuevamente con María de Castro, vemos un poco más de la escena érotica desde el principio (el besamen de oreja que ya comenté mientras ella cierra los ojos). El plano siguiente nos revela nuevamente la mirada del capitán desde su perfil: seria aunque con un toque burlón y chulesco, muy frío y sarcástico.
Le sigue una breve secuencia de esgrima, donde Alatriste bate (golpea) la espada de su archienemigo Malatesta desde arriba. Un confuso cañonazo precede a una escena que pone la carne de gallina: emergiendo desde las frias aguas de un canal holandés, el protagonista degüella a un guardia enemigo tocado con una borgoñota típica de la tropa de caballería ligera de la época (reiters o jinetes herreruelos -que manejan pistolas y espada-).
La detonación de una pistola precede a una escena bélica. Alatriste formando junto a los arcabuceros de los tercios, frente al cuadro de picas españolas y sus banderas, recarga su arcabuz de mecha con parsimonia mientras un cañonazo se estrella entre las picas, a su espalda (secuencia de la batalla de Rocroi). Seguidamente, y en una furiosa carga en un pasillo o una calle estrecha de ladrillo, Malatesta lanza un golpe de daga mientras avanza hacia delante, estando bloqueadas ambas espadas y las dagas, porque el protagonista no se está quieto y para el ataque. Más breves escenas bélicas: Alatriste propina un golpe con la guarda de su espada a la cara de un francés mientras los piqueros continen al enemigo seguido de un cañonazo (vemos al cañón disparando) que derriba a dos personas. La secuencia que le sigue es sencillamente impresionante: frente a los piqueros y apuntando con la espada con el brazo flexionado hacia atrás (semejante a la pose torera del poster promocional de TF1 International), Mortensen grita y carga hacia adelante, recordándonos cierta escena del Abismo de Helm en Las Dos Torres.
Después, un extracto de una escena erótica: el protagonista besa la oreja de su amada, la actriz Maria de Castro (Ariadna Gil), que se abandona al placer. Otra confusa escena de disparos o detonaciones precede a una buena imagen: El capitán se agacha sorpresivamente, evitando un ataque de filo de un enemigo enlutado (creo que se trata del conde de Guadalmedina), para luego lanzar su sombrero sobre la cámara, que está situada al fondo de un oscuro y ruinoso pasillo (o pórtico) desde donde le vemos de perfil.
Podéis encontrar más información sobre la película y todo lo que le rodea en la web Capitan-Alatriste.com
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