Leyendo El Mundo esta mañana hay un debate interesante sobre dos de las actrices clásicas más mediáticas a la par que hermosas, de la llamada Edad de Oro de Hollywood.
Una era todo ojos y la otra, todo piel. Una era el prototipo de mujer intensa, y la otra, el símbolo de la bobita irresistible (¿o sólo se lo hacía?). Una era morena y la otra, rubia. Las dos parecían programadas para la infelicidad. Durante años, compitieron, se esquivaron (apenas coincidieron a pesar de trabajar para los mismos estudios y sólo se conoce una fotografía en la que aparezcan juntas) y representaron los dos grandes símbolos complementarios y antagónicos del Hollywood clásico. Elizabeth Taylor y Marilyn Monroe. Para entenderlas, viene bien contrastarlas.
Consideremos el duelo Taylor/Monroe en tres apartados: atractivo físico/personal; logros profesionales; capacidad de fascinación.
Opiniones: El primero en responder es el periodista Santiago González, autor del primer blog político-cinéfilo de ELMUNDO.es. "Yo voy con Marilyn, pero de largo... Marilyn era la subyugación total, la ensoñación, el pecado, el sexo... En cambio, Liz Taylor estaba bien, era muy guapa, era buena actriz pero, caramba, era la amiguita de Lassie, ahí no había pecado por ninguna parte. En todo caso, podía ser excitante enterarse de que la mujer no paraba de divorciarse. Ese dato te hacía intuir que ahí podía haber una mujer insaciable, una pecadora. Pero, en general, y por mucho que tuviera una mirada hipnotizante y tal, uno no sale de las películas de Elizabeth Taylor con ese calorcillo con el que sale de las de Marilyn".
Está claro. El músico y periodista Carlos Toro se une a su análisis. "Digamos la verdad: Elizabeth Taylor tenía una cara muy bonita pero era un poco botijo. Marilyn, aunque tenga un tipo de cuerpo que no es el que se lleva ahora, sigue pareciéndome una mujer muy bella". Con perdon para la difunta.
La periodista y escritora Carmen Rigalt, por ejemplo, vota por Taylor. "La veo con 25 años y me hubiera gustado ser como ella. En cambio, Marilyn me parece un poco mujer de plástico. Con mucha picardía, sí, pero un poco hamburguesita. El caso es que Marilyn se murió joven, cuando parecía que podía empezar a ponerle más matices a su personaje".
Su colega Cristina Fallarás, autora de la reciente novela 'Las niñas perdidas' (Roca Editorial) secunda la moción: "Yo soy de Liz Taylor, sin duda. Liz Taylor era arrebatada, libre, sensual, sexual, con ese punto conservador...". ¿Conservador? A ver, explique eso: "Sí conservador. Liz Taylor, al fin y al cabo, lo que quería era casarse. Era una mujer conservadora que vivía muy libremente y de esas tensiones salía un personaje irresistible. Marilyn tenía mucho encanto, pero por mucho que ahora la quieran presentar como a una poeta o a una filósofa, le faltaban matices". Matices, la misma palabra que acaba de emplear Rigalt. Y además: "Volver loco a Richard Burton, como lo hizo Liz Taylor... eso es lo máximo que puede hacer una mujer".
'Taylor hizo más películas buenas. Pero los mejores momentos de Marilyn son superiores'.Siguiente apartado: talento/éxito artístico. "La verdad, ninguna de las dos fue una grandísima actriz. En los dos casos, el mito está por encima de su valor profesional", explica Carlos Toro. Así que, midamos a las artistas por las películas en las que participaron. "Diría que Elizabeth Taylor hizo más buenas películas, pero que los grandes momentos de Marilyn fueron mejores que los grandes momentos de Liz. Estoy pensando en 'Los caballeros las prefieren rubias' y en 'Con faldas y a lo loco'", explica Santiago González. Dejémoslo en empate.
Y nos queda la tercera asignatura. Por formurarla así: qué tormento personal es más novelesco, fascinante, operístico, desgarrador, etcétera, etcétera. ¿El de Marilyn con sus DiMaggio, Miller, hermanos Kennedy y compañía? ¿O el de Liz Taylor, centrado básicamente en Richard Burton? "A mí me parece más triste la historia de Marilyn, tan evidentemente desgraciada, con todos esos maridos que se echaba y que nunca sabían comprenderla... En cambio, Liz Taylor siempre dio la sensación de mantener cierto gobierno sobre su vida", responde Santiago González. "A mí es que me fascina el matrimonio de Marilyn con Arthur Miller, ahí está el mito del pigmalión, del hombre inteligente y la mujer bellísima que se enamoran y luego se tratan fatal el uno al otro...", añade Carlos Toro.
Pero, de nuevo, las mujeres consultadas respaldan a Liz. "Es que los momentos de orgullo y prejuicio de Taylor y Burton son irrepetibles", explica Rigalt. Y no sólo eso: "Sus relaciones con Montgomery Clifft y con James Dean fueron una cosa muy bestia: tierna, sado-masquista, torturada... Es que Liz Taylor ha sido una bestia. La única que ha estado a la altura de Ava Gardner".
Tal y como dice en la noticia, me gustaría que el debate fuera en torno a se considerado en tres apartados: atractivo físico/personal; logros profesionales; capacidad de fascinación
Yo no tengo ninguna duda y me decantaría por Liz Taylor. Tanto por su atractivo físico, me parece una de las mujeres más preciosas que ha pasado por Hollywood; como por su capacidad de fascinación, tiene una vida que sin duda da para hacer más de una película, leer algo sobre ella atrapa desde el primer minuto y no sólo por ser algo digno de novela rosa en lo que respecta a sus 8 matrimonios y su amor por Richard Burton, sino por cosas como dedicarse a la lucha contra el SIDA, algo que le hizo ser galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1992.
Los logros profesionales ni los menciono, a la vista estan.
Pues eso, aquí queda para los amantes del cine clásico que puedan verse alguna vez en la tesitura de comparar a las dos