Un buen producto de entretenimiento que ha superado mis expectativas. Esperaba repetición de fórmula y, aunque tiene similitudes con su predecesora, me ha dado algo más.
Se podría haber subtitulado "La gran enfermedad del amor", porque la historia va de eso. Todos los personajes tienen un conflicto diferente sobre ese tema y me ha parecido interesante, creíble en cierta medida. Además, nos permite conocer más al personaje de Poirot, con un prólogo fabuloso y un epílogo que podría ser un buen cierre para este personaje.
Hay muchos planos simétricos para, intuyo, ver las cosas desde la perspectiva obsesivo-compulsiva del detective belga, donde todo debe tener un orden y una disposición concreta. Muy divertida la escena de los pasteles.
Por último, mencionar la cautivadora belleza de Emma Mackey.