Revalorando películas
Pocas cosas son más interesantes que volver a atravesar los campos paradisíacos o pantanosos que antaño han sido andados. El campo es el camino, y no las huellas que se han dejado en el. Ya no se es la misma persona. Tramado retorno al mismo escenario, el mismo olor, el mismo tacto, pero algo dentro de uno ha cambiado, el cerebro ahora tiene mucha más información sobre aquel trecho que espera las pisadas contemplativas, y los valores, las sensaciones y la simbología que ha dejado en ti aquel terreno tiemblan a la espectativa de la recepción de un ser menos blando, un ser endurecido y mellado, que las sustituirá.
Pasa con nuestras ideologias y reflexiones, pasa con los libros y canciones, pero este segundo seguimiento, o más bien andanza, no es tan reconstructivo como en las películas, estas por lo general la segunda vez suelen ser digeridas de una manera radical a la primera.
Algunos libros al leerlos la primera vez quedo confuso, al leerlos la segunda surge una llama eufórica de comprensión que escribe sobre el garabato que anteriormente la obra había plasmado en mi. Aveces al releer entiendo lo mismo que entendía, lo que había que entender pero me deja menos impresionado, aunque igual de estimulado. Mucha música que me gustó hace años ahora la escucho y son solo notas vacías y letras estériles, obviedades enfatizadas expresadas mil veces anteriormente. En el cine, este fenomeno natural (reflejo de la evolución individual del ser humano) es mucho más pronunciado, toda película que haya visto 2 veces me ha dejado un sabor distinto en cada observación, aveces mejor, aveces peor.
Mi mayor decepción ha sido Entrevista con el vampiro, un elenco perfecto para defecar sobre el libro. Cuando tenía 14 años me sedució la trama que creó en su momento la escritora pero no me di cuenta, hasta hace unos meses, de lo mal utilizada que había estado. Esto me pasa a menudo, muchas películas que me gustaron tenían un buen tema, una buena idea principal pero poco más y me alegro al redescubrir la esencia pues me desengaño y me siento renovado.
Luego se encuentra el origen de este threat, hoy he visto por segunda vez Gladiator y me he sentido como un imbecil al recordar cuanto la infravaloré, cegado por la desconfianza en el cine épico me había quedado con la imagen de que el film era solo eso, guerras y batallas, ignorando lo bien ambientada que estaba la época (incluyendo la política y las relaciones sociales o íntimas). Viendola por segunda vez me he quedado con una imagen más clara de lo que fue el imperio romano.