-Ven aquí - susurró Moneta.
Kassad se acercó, la alzó, sintió la sudada tersura de las nalgas mientras la llevaba a una extensión de hierba encima de una loma tallada por el viento. La depositó en el suelo entre pilas de cuerpos éxters, le abrió las piernas, le cogió ambas manos con una de las suyas, le levantó los brazos por encima de la cabeza, los aplastó contra el suelo y deslizó el largo cuerpo entre los muslos de ella.
-Sí- susurró Moneta mientras Kassad le besaba el lóbulo de la oreja izquierda, le acariciaba el cuello con los labios, le lamía el sudor salobre que le perlaba por los pechos.
"Tendidos entre muertos. Más muertos vendrían. Miles. Millones. Risa de vientres muertos. Largas hileras de tropas emergiendo de navespuente para entrar en las llamas."
-Sí- jadeó Moneta. Liberó las manos, las deslizó sobre los hombros húmedos de Kassad, le pasó las largas uñas por la espalda, le aferró las nalgas para estrecharlo más. La erección de Kassad le atravesaba el vello púbico, le palpitaba sobre el monte de Venus.
"Portales teleyectores abriéndose para dejar pasar cruceros de ataque. La tibieza de las explosiones de plasma. Cientos, miles de naves bailando y muriendo como motas de polvo en un torbellino. Grandes columnas de rubí sólido rasgando las distancias, rociando enemigos con el calor extremo, cuerpos hirviendo en la luz roja."
-Sí.-Moneta abrió la boca y el cuerpo. Calor arriba y abajo, ella le penetró la boca con la lengua mientras él le penetraba el vientre, una fricción tibia. Se hundió en ella, retrocedió, se dejó devorar por la tibieza húmeda mientras empezaban a moverse juntos.
"Calor sobre cien mundos. Continentes ardiendo en espasmos brillantes, la ondulación de mares hirvientes. El aire en llamas. Océanos de aire supercalentado hinchándose como piel tibia ante el contacto de un amante."
-Sí... sí... sí...- Moneta le sopla calor en los labios. Su piel es aceite y terciopelo. Kassad se agita, el universo se contrae mientras la sensación se expande, los sentidos se encogen mientras ella lo envuelve, tibia húmeda y estrecha. Ahora ella responde meciendo las caderas, intuyendo la presión que crece dentro de Kassad. Él tuerce la cara, cierra los ojos, ve...
"...bolas de fuego en expansión, estrellas moribundas, soles que estallan en pulsaciones llameantes, sistemas solares que perecen en un éxtasis de destrucción.
... siente dolor en el pecho, mueve las caderas más deprisa, abre los ojos y ve...
...la gran espina de acero que surge entre los pechos de Moneta, casi empalándolo mientras él retrocede, la afilada espina que gotea sangre sobre la piel de ella, piel pálida, ahora espejada, fría como metal muertos, y él mece las caderas mientras con ojos enturbiados por la pasión ve que los labios de Moneta se marchitan y se retraen hasta revelar hileras de hojas aceradas en vez de dientes, hojas de metal que reemplazan las uñas y le rasgan las nalgas, piernas potentes como bandas de acero que le aprisionan las caderas, ojos...