Es verano y las comidas/cenas están a la orden del día. Y yo siempre llevo postre :'D
Hoy tocaba carrot cake a petición de una amiga. Pues dicho y hecho, aquí está 
Encontraréis toda la historia de por qué la zanahoria y algún rollo más en la entrada que he escrito hoy, por si hay algún curioso: http://alittlepieceofbatter.blogspot.com.es/2013/07/carrotcake.html
Ingredientes para dos moldes de Ø18 cm
400 gr de zanahoria pelada y rallada
4 huevos grandes
220 ml de aceite de girasol (suave)
250 gr de harina normal
250 gr de azúcar (si usáis azúcar moreno quedará más rústico)
150 gr de nueces (si podéis conseguir nuez de macadamia o almendras pecanas mucho mejor)
1 cucharada de esencia de vainilla
1 cucharada de levadura química (tipo Royal)
1/2 cucharadita de canela en polvo
1/2 cucharadita de sal
Elaboración:
Como es una receta rápida de preparar, podemos ir precalentando el horno a 180ºC arriba y abajo. Aprovechamos y tostamos un poco las nueces en el horno. También podemos calentarlas un poco en una sartén (sin aceite ni nada) simplemente para que suelten su aroma.
Vamos lavando, pelando y rallando las zanahorias. Si no queréis encontrar la zanahoria en el bizcocho podéis triturarlas, pero para mi gusto pierde la gracia si no tiene el toque de color naranja de la hortaliza.
Batimos los huevos con el azúcar unos minutos con unas varillas eléctricas. Si lo hacemos a mano tardaremos un poco más. Esperamos a que hayan doblado el volumen y este la masa de color crema y bien esponjosa.
Añadimos el aceite de girasol a la vez que batimos para que se incorpore bien. Es importante echarlo poco a poco y batir a la vez hasta que se integre todo.
Tamizamos encima de nuestra mezcla la harina, la levadura, la sal y la canela. Removemos con una espátula con movimientos envolventes ya que no queremos que se pierda el aire que hemos incorporado a la masa.
Ahora nos queda añadir la zanahoria rallada y las nueces que habremos cortado previamente. Si os gusta encontrar trozos grandes (como en el brownie) las podéis dejar enteras.
- Vertemos la masa en los moldes que tenemos ya engrasados (con spray desmoldante o encamisados con mantequilla y harina como hemos explicado en anteriores entradas) y lo horneamos una media hora. Cuando haya pasado pinchamos en el centro del bizcocho y si sale limpio lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar.
Para decorar yo he escogido mermelada de arándanos y frosting de queso crema. Es sencillo de hacer, simplemente batís un poco de queso tipo Philadelphia con azúcar (glass a ser posible) y un poco de nata líquida para que sea más untable. La limonada casera también le va de lujo (se nota que a mí me encanta todo lo que sea ácido...).
muchas gracias por la receta !