Ingredientes
- Spaguettis/tallarines/nidos de pasta fresca. 80-100 gr/persona (pasta fresca crece más que la seca. Ojo)
- Dos ruedas de salmón fresco.
- Una bolsa (o un poco más) de espinacas frescas / espinacas de frutería.
- Queso parmesano al gusto.
- Pimienta.
- 1 cebolla.
- Sal
- A.O.V.E.
Preparación
Preparatoria previa:
En primer lugar limpiamos las ruedas de salmón. Con un cuchillo afilado le quitamos la piele y con unas pinzas las posibles espinas. Eiiminamos la espina central. Cortamos formando dados.
A continuación preparamos un cuenco con agua fría (podéis echarle un par de hielos para que la temperatura baje un poco más). En una olla ponemos agua a hervir y, cuando rompa, echamos las espinacas. Consiste en dejarlas unos 30 segundos en el agua hirviendo, sacarlas y meterlas rápidamente en agua fría para que no pierdan el color tan característico que tienen y el menor número de nutrientes posibles. También podéis echarlas en crudo, pero las espinacas tienen un puntito amargo si se cocinan directamente en crudo. A las ensaladas le viene maravilloso, pero a la hora de una salsa o de cocinar un plato, no es mala idea escaldarlas un momento. Dejad en el agua fría mientras pocháis la cebolla (siguiente paso).
No tiréis el agua, ahí vamos a hervir la pasta.
Bien, ya tenemos la preparatoria hecha. No nos ha llevado más de 15 minutos.
Comenzamos el plato en sí mismo:
1.- Echamos un chorro de aceite de oliva en una sartén y echamos la espina central y la piel del salmón. Al ser un pescado graso, nos va a aportar sabor y algo de gelatina al aceite, que nos vendrá bien a la hora de conseguir una mejor texutura de la salsa. Tras medio minutillo o así, retiramos y tiramos a la basura la espina y la piel y echamos la cebolla picada en brunoise (dados chicos).
2.- Una vez pochada, echar los dados de salmón. Echar un poco de sal gorda, dorar y reservar tapados. Dejar la cebolla en la sartén.
3.- Echamos las espinacas bien escurridas. Tienen que tener el menos agua posible. Usad las manos, cazos... lo que queráis para estrujarlas.
4.- Cuando las espinacas empiezan a sofreirse, echamos sal y pimienta al gusto. Dejad que tomen sabor porque las espinacas tienen un sabor suave y les viene bien que la cebolla coja un poco de color.
5.- Echar un chorro de nata para cocinar y espolvorear un poco de parmesano rayado. La nata ayudará a que quede más cremosa la salsa.
6.- A continuación, echad el contenido de la sarten en el vaso de la batidora y triturarlo todo. Poner a punto de sal y a gusto de pimienta. Devolver el contenido a la sartén.
7.- Volcar la pasta (la hemos cocido en el agua de las espinacas) y remover.
8.- Servir en platos. Espolvorear queso parmesano al gusto y poner encima los dados de salmón. Estarán templados, pero siempre podéis integrarlos dentro de la pasta, que estará caliente.
Profit!