Pseudo pastelitos de manzana
Bueno, más bien son algo así como strudels de manzana, pero no se necesita horno para hacerlos.
Es una receta muy sencilla de hacer, así que incluso los que, al igual que yo, no saben mucho de cocina pueden preparlo sin problemas.
INGREDIENTES:
4 manzanas
1 taza de azúcar glass o azúcar normal
Canela en polvo (a gusto del consumidor)
4 cucharadas de harina de trigo o de maíz
2 huevos
Un chorro de leche entera
Caramelo líquido o vainilla líquida
Un paquete de pan de molde (con o sin corteza)
PREPARACIÓN:
En primer lugar debemos pelar las manzanas y cortarlas en cuadraditos muy pequeños. Una vez hecho esto, debemos poner una sartén al fuego y vamos a echar nuestras manzanas trozeadas y ponerle medio vaso de agua -se le puede poner azúcar blanca a este agua para endulzar más la manzana- para así hacer que la manzana suelte su jugo.
Mientras tanto, en un bol o cualquier otro recipiente, vamos a mezclar el azúcar glass o normal, la canela en polvo y la harina. En cuanto lo tengamos y la manzana ya haya soltado jugo, vamos a echar esta mezcla directamente en la sartén y vamos a mezclarlo bien con la manzana hasta conseguir una masa más o menos espesa. Terminado esto, ya podemos retirar la sartén del fuego.
En otro plato o bol vamos a poder los dos huevos, el chorro de leche -la cantidad de leche que pongamos es subjetiva, así que no hay que preocuparse si se nos va la mano- y el caramelo/vainilla líquid@, y lo batimos todo muy bien.
Ahora debemos coger un vaso o recipiente pequeño -yo usé la tapa de un guarda limones- y el pan de molde. El vaso, molde o recipiente que vayamos a usar debe ser un poco más pequeño que las rebanadas de pan. Meteremos el pan de molde en el microondas durante 20-30 segundos para ablandarlo y poder hacer el siguiente paso.
Una vez tengamos el pan de molde blandito, tomaremos dos rebanadas y echaremos un poco de la mezcla de manzana en una de ellas y con la otra lo taparemos y presionaremos un poquito. Cogemos nuestro vaso/molde/loquesea, lo colocamos sobre la rebanada superior de nuestro pan y vamos a presionar muy fuerte. El resto que pan que quede por fuera lo retiraremos sin quitar ni dejar de presionar el vaso -si te cuesta hacer esto manualmente puedes usar un cuchillo-. Así conseguimos una especie de bollito/dorayaki de pan de molde y manzana, y podemos comérnoslo así si queremos, pero la cosa no termina aquí.
Vamos a poner otra sartén al fuego con un poco de mantequilla. Empaparemos nuestros pastelitos de manzana en la mezcla que hicimos antes de huevo, leche y caramelo/vainilla y los pondremos en la sartén. Una vez adquieran un colorcillo dorado/café por ambas caras ya estarán listos.
Es preferible que los dejen un tiempo en la nevera, ya que están mucho más buenos fríos. Pueden ponerles encima un poco de nata montada para que queden más ricos y bonitos.
RESULTADO:
Algunos se me quemaron un poquillo, otros se me abrieron o desmigajaron y no quedaron con el aspecto que esperaba, pero aún así están buenísimos.
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