Son 10 años de revolución, Bosman cambió el fútbol, cambió la vida de muchísima gente, Bosman es historia en el fútbol como lo ha sido pelé, maradona o cruyff, como lo fué di estefano, kubala.... etc. Pero él no destacó por su buen fútbol, jugaba en el Lieja belga. Quien iba a decir que un jugador belga de segunda fila llamado JeanMarc Bosman cambiaría el fútbol y lo pondría patas arriba.
Gracias al Euro y a la rotura de aranceles y aduanas, gracias a la unión de europa y a las reformas de ley, un jugador tumbó a la UEFA y rompió el fútbol. Gracias a eso equipos como el Arsenal , Chelsea e Inter, se permiten el lujo de jugar sin jugadores locales, nacionales.... algo impensable hace 10 años cuando habían solo 44 extranjeros de la UE. En españa habian 7 extranjeros de la UE, hoy en día 117.
Entrevista extraída del diarios as.com:
De qué vive ahora Jean-Marc Bosman diez años después de que revolucionara el fútbol europeo?
Siempre tuve mucho cuidado con el dinero que gané con mi caso. Los sindicatos del fútbol me dieron 250.000 euros. De Canal+ recibí por un partido de gala bastante dinero. De la Federación Belga recibí 400.000 euros. Y con acciones de algunos futbolistas gané 100.000 euros. En total, el caso me dio 1.000.000 de euros. Me construí dos casas. En una vivo, la otra la alquilo. Así puedo vivir sin tener problemas financieros.
¿Y está contento con eso?
Por el momento sí. El único problema es el fisco. Dicen que he pagado pocos impuestos. Mis abogados se ocupan de eso en estos momentos.
¿Qué pasa si tienen razón?
Sería un drama para mí. ¿Qué haría? ¿Trabajar? Tengo reputación de ser un empleado difícil, y eso me da miedo. No tengo un diploma superior y únicamente fui a la escuela hasta los 17 años. Únicamente puedo trabajar en cosas relacionadas con el fútbol. Pero el fútbol me ha dado una patada en el culo y me han echado. Ahí ya no soy bienvenido.
Después de la Sentencia Bosman los salarios de los jugadores subieron. Otros han aprovechado su pelea...
Sí, eso es cierto. Pero nadie pensó en Jean-Marc Bosman. Si mañana, gracias a ti, yo gano un cincuenta por ciento más, yo te daría algo para darte las gracias. Pero los futbolistas son egoístas. Nunca me han dado las gracias que merecía.
¿Hay que tratarle como una leyenda?
No, claro que no. Creo que lo único que hay que hacer es tratarme con respeto. Todo el mundo se creía que mi dolor se terminó en 1995.
¿Y cuándo terminó su sufrimiento y empezó a rentabilizar su lucha?
Pocos saben que mi pelea con la justicia continuó hasta 1998. La FIFA y la UEFA tenían que indemnizarme por daños y perjuicios, pero la Federación Belga les decía que no me pagaran. Con la celebración de la Eurocopa de 2000 en Bélgica y Holanda la Federación Belga tenía miedo de que la Prensa recordara mi historia. Por eso me dieron mi compensación y me dejaron en paz.
¿Cómo llevó ser un personaje conocido, quizá el más popular del fútbol en aquellos años en los que luchaba por ser libre?
Para la Prensa era el Bienvenido. En 1995 era la gran noticia. Ningún periódico o cadena de televisión quería quedarse sin hacerme una entrevista. ¿Y quién era yo como futbolista? Nadie. Un modesto y anónimo jugador del Lieja. Pero no me dejé engañar, persistí y gané.
¿Cómo se sintió en esos momentos?
Era un héroe, una estrella. En España me estaban esperando tropas de admiradores. En Brasil me felicitó Pelé. En Holanda me estaba esperando Cruyff para preguntarme cómo estaba. Esa temporada es la más bonita de los últimos quince años. Aunque luego, el fútbol me dejó de lado.
¿Es usted rencoroso?
No. He hecho lo que tenía que hacer. Si no hubiera sido yo, hubiera sido otro. Tarde o temprano tenía que ocurrir. La táctica de la UEFA era intentar silenciar a cada jugador que se quejara del sistema de traspasos de futbolistas. Yo era el primero que no se callaba y que continuaba peleando por la libertad del jugador.
En su casa no se ve nada que haga pensar que un día fue futbolista.
El fútbol ya no me interesa. Únicamente la Champions League en la televisión. Pero ir al fútbol al estadio, nunca más. Muchas personas no comprenden por qué yo hice lo que hice. Algunas personas me odian y se vuelven agresivos. Por eso me quedo en casa.
¿Es feliz?
¿Por qué no iba a serlo? Vivo tranquilo con mi novia y mi hija Manon. Tiene 16 años. Le gustan los caballos, pero no el fútbol. Ella no sabe lo que su padre ha significado para el fútbol. Es joven, ¿por qué tendría que saberlo?
Qué pensáis sobre el caso Bosman?
Fue beneficioso para el fútbol o en cambio destrozó el sistema y perjudicó a selecciones y clubes pobres?
Preferiríais la liga con solo 3 extranjeros?