Uno de los históricos del fútbol griego, el AEK de Atenas, ha descendido a segunda división por primera vez en su vida, y lo ha hecho entre violentos incidentes. La desgracia se cebó con el conjunto entrenado por Traianos Dellas, que en el minuto 87 del penúltimo partido de liga se encajaba un gol en propia meta. Los más radicales invadían el césped del OAKA y la sanción por esta acción ha rematado al conjunto de la capital helena, que abandona la elite.
Después de 89 años de vida, el AEK ha descendido a segunda división por primera vez en toda su historia, y lo ha hecho envuelto entre indecorosos acontecimientos. A falta de dos jornadas para el término del campeonato, los de Atenas necesitaban una victoria ante el Panthrakikos, rival directo por el descenso, para no bajar. Pero un gol en propia puerta de Movroudis Bougaidis a falta de dos minutos para el final del choque complicaba el objetivo.
Sin embargo nunca se llegaron a disputar los tres minutos finales de partido pues, según entró el balón en la meta del AEK, los más radicales decidieron saltar al terreno de juego para quejarse de lo sucedido, lo que provocó que los 22 protagonistas huyeran hacia los vestuarios a toda prisa. Con esta derrota, el AEK aún podía salvarse, siempre y cuando ganaron su partido y el Panthrakikos perdiera el suyo. Pero la invasión impedirá la 'machada'.
Qué miedo, cualquiera sale del vestuario después...