Para poneros en situación, imaginaos ese examen para el que os habéis estado preparando con toda vuestra alma y luego llega el profesor cabrón, pregunta cosas sacadas de la manga, y acabas suspendiendo.
No digo que vayas a llorar, pero esa sensación de estar a punto de soltar una lágrima y de impotencia debe ser algo similar a perder un título así.
Lo digo para que os hagáis una idea. Los que hagáis una carrera o algún estudio superior supongo que ya lo entenderéis.