Los delanteros que hacen historia no dan titulares, dan títulos.
Nunca veréis a Messi decir lo bueno, rico o guapo (aunque no lo sea) que es.
Ahí reside la gran diferencia entre los dos y es lo que está matando a CR7 por dentro. Cristiano sabe que es un jugador excepcional y que en cualquier otra época sólo se hablaría de él. Pero estando Messi sólo aspira a ser su sombra. Un gran jugador, pero el eterno segundón. De hecho, desde que explotó Messi, Cristiano se volvió muy prepotente sólo para que se hablara de él. Ya sabéis el dicho, que hablen mal de mí, pero que hablen.
¿Es duro de asimilar? Pues sí, pero Cristiano ya se ha dado cuenta de la realidad... O eso esperamos.