Tras entrar a saco legislativo contra el dopaje, el racismo y la violencia, Jaime Lissavetzky (Madrid, 1951), secretario de Estado para el Deporte, se enfrentará en el segundo año de su segunda legislatura a un tercer desafío: los aspectos más comerciales y económicos del deporte profesional. O sea, el fútbol, los clubes, la Liga. Una subcomisión del Congreso, ante la que comparecerá próximamente, empezará este mes a estudiar las propuestas, entre las que destacan la implantación de un modelo colectivo de negociación de los derechos televisivos y la posibilidad de que las sociedades anónimas deportivas (SAD) puedan revertir a clubes.
P. ¿También influye en la necesidad de cambiar la Ley la forma en que está afectando la crisis a las sociedades anónimas, tanto en el fútbol como el baloncesto, y la experiencia de que muchos empresarios han utilizado esta fórmula para dar pelotazos urbanísticos?
R. La Ley hay que cambiarla por razones estructurales, no coyunturales. Separemos. Hay una coyuntura económica que no es favorable, pero, aunque estuviéramos como hace tres años, pensaría igual. Lo digo desde la anterior legislatura. Hay razones estructurales que llevan a modificar el modelo.
P. ¿Es un modelo gastado?
R. Es un modelo experimentado. Método científico. La prueba ha sido positiva, pero en algunos casos ha tenido errores. Eso es lo que hay que valorar, ver hasta dónde se puede llegar. Otro tema... ¿Los clubes que no son SAD tienen que poner avales? ¿No? ¿Buscamos una fórmula para todos? Lo que quiere el ciudadano es que exista un buen gobierno de los clubes, algo más que empresas de entretenimiento y muy enraizados en sus ciudades. No soy partidario de que haya Ligas cerradas, sin ascensos ni descensos. La gente tiene que sentir la competición. En Europa dicen que las subvenciones al deporte profesional no están permitidas, pero hay que leer con finura porque sí permiten otras ayudas. No hay que negarse a que existan algunas porque una de las claves del éxito del deporte español es la ligazón de la base con el profesional.
P. ¿Tiene miedo de que de ahora a junio más clubes se declaren en quiebra?
R. Es otro de los aspectos que tendrá que ver el Congreso. La Ley Concursal se va a modificar. Pero hay dos posibilidades. Una es vía reforma y otra es a través de una disposición adicional para que lo modifiquemos en la Ley del Deporte. Soy partidario de esta segunda opción. La Ley Concursal también ha permitido salvar a algunos clubes que han cumplido escrupulosamente sus requisitos. Pero para eso debemos ir de la mano la Liga, la AFE [sindicato de futbolistas], la federación... Que los empresarios y los trabajadores estén de acuerdo. Soy partidario de agotar el diálogo.
P. Los clubes adeudan 627 millones de euros a Hacienda.
R. Son deudas avaladas y garantizadas. Es importante saberlo porque, si no, Hacienda actuaría.
POR FAVOR SI