Enrique Castro Quini, mítico jugador del Sporting de Gijón y del Barcelona, ha fallecido esta tarde tras sufrir un infarto en plena calle. El Brujo, de 68 años, fue encontrado en el suelo cerca de su casa en el barrio de la Calzada de Gijón. Allí lo recogió una ambulancia, donde los sanitarios intentaron reanimarlo, pero ni siquiera tuvo tiempo de llegar al hospital.El jugador seguía en la actualidad vinculado al Sporting y hoy mismo había estado en la ciudad deportiva de Mareo. Quini había jugado 15 temporadas en el club gijonés en dos fases, separadas por su etapa en el Barcelona, donde conquistó dos Copas del Rey y una Recopa de Europa.Hay cosas que no se entienden una separada de la otra. Quini y el Sporting son una de ellas. En el campo, en el banquillo o en el palco de El Molinón. Ahí vivirá siempre el mito de El Brujo. Esa semichilena que todos los veteranos rojiblancos recuerdan a sus hijos y a sus nietos el primer día que entran por la puerta del estadio. Porque en las botas de Quini vive la historia dorada del Sporting y un buen trozo de la historia del fútbol español. Cinco son los trofeos de pichichi que hay en su palmarés (1974-1976-1980-1981 y 1982) e incontable es el número de veces que la grada de El Molinón cantó ese siempre legendario "Ahora, ahora, ahora Quini, ahora". Especialmente recordado aquel del ascenso ante el Eibar en 2008 cuando Quini saludaba desde el palco mientras se recuperaba del cáncer.Entre las sombras también aparece el secuestro en el año 1981 cuando ya vestía la camiseta del Barcelona. 25 fueron los días que El Brujo permaneció secuestrado. 25 días que conmocionaron al fútbol español pero que finalmente acabaron con la liberación y la vuelta del delantero a los terrenos de juego, donde nunca se olvidó del gol.
Un dia triste para el sportinguismo, ya era leyenda en vida y lo seguira siendo en la otra vida