Tyson Gay ha dado un auténtico golpe de gracia al espíritu ganador del jamaicano Asafa Powell, plusmarquista mundial de los 100 metros, y se ha convertido en la nueva esperanza de la velocidad estadounidense.
Gay surge como el hombre indicado a ocupar el puesto dejado vacante por Justin Gatlin, campeón olímpico y mundial, que comparte con el caribeño el récord mundial con 9.77 pero que está lejos de las pistas por sus implicaciones en tramas de dopaje. Campeón estadounidense con la mejor marca mundial del año (9.84), ha corrido incluso por debajo del récord mundial (9.76) pero el viento, ligeramente superior al límite de dos metros, impidió su homologación.
Especialista en el esprint sostenido (ha corrido los 200 en 19.62), Gay, con su entrenador, Lance Brauman, encarcelado por fraude, concentra las esperanzas estadounidenses de conservar el primado de la velocidad, ya que también pujará por el oro en 200 y en el relevo 4x100 en busca de un "hat trick" equivalente, aunque distinto, al de Carl Lewis en Helsinki'83.
Luchador infatigable, lo demostró en la final de Osaka para no rendirse a la mejor salida de Powell, mantener su progresión y vencer con un crono de 9.85, nuevo récord del estadio Nagai al mejorar los 9.91 que tenía otro de los grandes velocistas de la historia de su país, Maurice Greene, el único junto a Gatlin que ha hecho el doblete 100-200 en unos Mundiales, como pretende él mismo.