No me quiero imaginar lo que estará haciendo la portera de brasil y tener que aguantarla otra vez en semis.
#390 el personaje ese del video debe estar entre los 5 más repugnantes de España...
Partido desastroso pero se ha salvado, a por las medallas
Brasil gana con el anti-fútbol y de nuevo contra ellas en semis. Tengo muchas ganas de ver de nuevo a la portera con los desmayos.
Ante la imposibilidad de visualizar en directo los cuatro partidos de Cuartos de Final debido a la dilatada extensión de los mismos (entre tiempo reglamentario, descuentos y prórroga, los dos primeros choques se fueron cerca de las tres horas de duración...), procedo a compartir el análisis de las dos primeras eliminatorias, aportando más adelante las dos restantes para completar el análisis de Cuartos de Final.
Cuartos de Final: Estados Unidos vs Japón
Tal como había adelantado y previsto, encuentro que le resultó sumamente incómodo a una Estados Unidos, que la mayor parte el partido estuvo completa y absolutamente anulada por el planteamiento japonés, evidenciándose de manera clara las carencias a las que ya había apuntado en el pasado y que se hicieron patentes en esta eliminatoria, con los propios comentaristas resaltándolas.
Estados Unidos salió al terreno de juego con una formación de 3-3-4, claramente ofensiva y apostando todo al dominio del esférico. Por su parte, Japón puso en liza un 5-3-2 de corte claramente defensivo.
Japón, de manera claramente intencionada y premeditada, cedió todo el control del balón a una Estados Unidos que no supo que hacer con el mismo. La acción más repetida y frecuente de todo el choque, fue pases entre las centrales americanas, incluso deteniéndose varios segundos para meditar como proceder. Y eso se debió a una Japón que acometió una presión incesante, con las dos delanteras presionando la salida de balón y las tres medio campistas apoyando en dicha labor, obstaculizando la recepción de la pelota al medio campo estadounidense, quien o no podía recibirlo o en caso de hacerlo, no tenía espacio para avanzar. Finalmente una sólida línea defensiva tapaba cualquier posible hueco existente, impidiendo al combinado norteamericano poder profundizar. Durante media hora el país de las barras y las estrellas sólo dispuso de dos acercamientos, uno en el minuto 5 en un centro desde la banda izquierda que cabeceó Horan en el segundo palo mansamente, no siendo un problema para la portera nipona Yamashita y otro en el minuto 29 a través de un balón largo proveniente desde atrás de la línea de medio campo, donde Horan cedió de cabeza inteligentemente a Smith, quién avanzó hasta el área, optando por ejecutar un disparo escorado que se desvió hacia el lateral izquierdo de la portería japonesa.
Ese fue todo el peligro que consiguió realizar Estados Unidos en una primera parte, donde exhibieron una incapacidad manifiesta para adaptarse a las circunstancias y variar el planteamiento en función a ello. A pesar de la imposibilidad de jugar al toque y mucho menos conseguir llegar al área mediante este recurso, no intentaron en ningún momento otras alternativas como balones en largo, disparar desde lejos, forzar balones parados, centrar al área, buscar segundas jugadas, etc. El planteamiento fue siempre el mismo, estrellándose sin cesar contra el muro japonés. Además de sólo disponer de un plan, encima demostraron carecer de la calidad necesaria para circular el balón con la velocidad y eficiencia suficiente que permitiera desordenar las líneas niponas y abrir huecos, siendo una circulación sumamente lenta y predecible.
Por su parte Japón apostó por ceder todo el control del esférico a una Estados Unidos cuya posesión fue totalmente estéril, para intentar pillarlas desprevenidas a la contra, al sólo gozar de una línea de tres defensoras. Ejemplo de ello fueron dos acciones prácticamente consecutivas, primero en el minuto 34 cuando a través de una acción directa, un pase en banda izquierda dirigida a Kiko Seike fue interceptado por la misma, quien aguantó el balón en las inmediaciones del área a la espera de que se posicionara adecuadamente dentro del área su compañera Tanaka para meterle un pase filtrado, que una vez recibió, se escoró y efectuó un disparo centrado y otra acción en el minuto 35 donde Tanaka aguantó de espaldas con la pelota para cederla a continuación a Kiko Seike, quién centro al área, produciéndose un despeje de una defensora americana en el último instante ante un remate claro de Aoba Fujino que estaba a punto de recibir en ventaja fruto de su desmarque, sin embargo no pudieron evitar el consecuente rechace que Moriya Miyabi remató de volea alto.
Así finalizo la primera mitad, con una USA con una posesión aplastante, pero totalmente fútil, mientras Japón estaba cómoda a través de un buen planteamiento táctico que incapacitaba a las estadounidenses.
Nada más empezar la segunda parte, Maika Hamano entró en el campo para sustituir a una compañera de ataque, con el claro propósito de su seleccionador de renovar las jugadoras de ataque para mantener la presión alta, elevada y asfixiante, mientras que Estados Unidos no realizó ningún cambio y se apegó a su planteamiento ineficiente.
En el minuto 50 en la cornisa del área, la recién incorporada Maika Hamano cedió el balón a Moriya Miyabi, para que ésta pusiera el pase de la muerte al segundo palo que sacó in extremis Dunn. Dicha acción fue un ejemplo de la capacidad para transicionar entre defensa y ataque por parte de las niponas (algo de lo que eran incapaces las norteamericanas), quienes al recuperar un balón atrás en pocos pases se plantaron en el área contraria y dejaron con el corazón en el puño a las estadounidenses. El combinado de las barras y estrellas estaba colapsado y sobrepasado, incapaz de que su plan funcionara y teniendo que cortar mediante juego sucio contras claras de Japón como la acontecida en el minuto 56, cuando Aoba Fujino estaba a punto de irse sola por banda derecha después de un buen balón en largo desde atrás y Sonnett la zancadilleó, ganándose una amarilla por ello.
No sería hasta el minuto 62 cuando Estados Unidos probó el disparo lejano como recurso a través de una Mallory Pugh que intentó sorprender desde fuera, después de recibir un pase fruto de un córner a favor. En el minuto 70 entraría por parte de Japón la atacante Riko Ueki para renovar todo el ataque y mantener la presión incesante en la salida de balón desde atrás de las americanas, como se pudo comprobar poco después de ingresar en el terreno de juego, con un pase Kiko Seike al área norteamericana, donde rápidamente Yui Hasegawa propinó un pase de la muerte al segundo palo que no remató por un centímetro la recién ingresada Riko Ueki.
El partido se jugaba al ritmo que quería una Japón que sometía a Estados Unidos y la inquietaba sobremanera, mientras las estadounidenses eran incapaces de inquietar a Yamashita y estaban al borde del colapso, fruto de sus profundas lagunas en materia táctica, siendo incapaces de adaptarse al contexto del encuentro y optar por alternativas que le permitiera desatascarlo. Irónicamente, fruto de la desesperación, no fue hasta el descuento del tiempo reglamentario, cuando por fin probaron a bombear balones al área, aunque ello implicó que en el minuto 90+4, en una contra nipona, Maika Hamano intentara sorprender a una adelantada Alyssa Naeher desde lejos, rozando su disparo el larguero.
Así terminaron los 90 minutos reglamentarios, con una Estados Unidos bloqueada y desquiciada, mientras las japonesas tenían el partido donde querían, sólo les faltaba más acierto en ataque y terminar de rematarlo. Mientras su seleccionador apostó por hacer más cambios para dotar de frescura al medio campo y seguir manteniendo la presión arriba, entrando Hana Takahashi en sustitución de Toko Koga, incomprensiblemente la seleccionadora de USA no movió el banquillo, a pesar del evidente desgaste físico de su conjunto.
La presión japonesa no aflojó gracias a los cambios efectuados, siendo persistente e incesante, como se evidenció en el minuto 95 con un robo en la frontal por parte de Hinata Miyazawa, quién disparó al lateral izquierdo de la red.
En uno de los escasos errores y fallos defensivos de Japón, Estados Unidos gozó de una oportunidad manifiesta en el minuto 96, después de que tras recibir el esférico Moeka Minami, se durmiera en los laureles, permitiendo a Sophia Smith robar la pelota y avanzar hasta el área, donde Yamashita resolvió con acierto el mano a mano, tapando el chut de la americana.
En el minuto 105+1, Estados Unidos obró el milagro. Tras un balón en profundidad desde atrás, Trinity Rodman recibió en banda derecha, se internó en el área, recortó hacia fuera y propinó un disparo que se coló por toda la escuadra derecha de la portería de una Yamashita que nada pudo hacer por evitarlo a pesar de su estirada.
Con el cambio de guión, Japón se adaptó a las circunstancias y en la segunda parte de la prórroga se hizo con la posesión y buscó hacer daño a Estados Unidos mediante pases en largo y centros al área, un asedio del que las americanas se defendieron con uñas y dientes, llegando a despejar varios centros en el último instante, cuando ya estaba preparada una nipona para rematar. Fruto de la necesidad de lanzarse al ataque, Estados Unidos gozó de una última oportunidad mediante una transición rápida donde Trinity Rodman se desmarcó por banda derecha, recibiendo en profundidad un pase que le permitió internar nuevamente en el área, pero Yamashita metió el pie en el mano a mano, desviando la pelota a córner para después, ser anulada la jugada por fuera de juego.
Aunque Japón lo intentó hasta el final, no consiguió el empate y con un sufrimiento extremo, Estados Unidos pasó a semifinales.
Tal y como pronostiqué, Japón fue el rival más incómodo que le podía haber tocado al combinado de las barras y estrellas. Tácticamente el seleccionador japonés se comió a la americana, que sólo tenía un plan e insistió en el mismo a pesar de no funcionar en ningún momento, careciendo de más recursos y alternativas. Sólo una acción aislada y una genialidad de Trinity Rodman, le salvó la papeleta en un choque donde la inferioridad estadounidense, fue manifiesta. Por otra parte, muchas jugadoras disputaron más de 90 minutos, sobrecargándolas excesivamente, lo que implica que si su futura rival pasa en los 90 minutos reglamentarios, poseerá de una ventaja clara en el aspecto físico. Mismamente Trinity Rodman en los minutos finales padeció calambres y estaba prácticamente exhausta. Esa sobrecarga puede penalizarlas mucho en semifinales.
Japón mereció pasar de ronda, planteó mucho mejor el partido, fue más inteligente y gestionó mejor todos los aspectos del juego, incluido los cambios. Le faltó más fortuna y precisión en ataque y pagó caro una genialidad de Trinity Rodman. Se pueden ir del torneo con la cabeza bien alta y orgullosas, después de haber demostrando ser una de las mejores selecciones del fútbol femenino y una de las más completas, con una actitud inmaculada.
Cuartos de Final: España vs Colombia
Como era previsible, España salió con la idea de tener el control y dominio del esférico, lo que seguramente no se imaginaban las hispanas, es que Colombia saldría con la intención de disputárselo. Así es, rompiendo todos los pronósticos, la selección americana, sin ningún tipo de complejo, optó por jugar de tú a tú contra España, dificultando la transición de la pelota a las españolas mediante una presión incipiente e incesante, con el propósito de recuperar el balón y avanzar combinando al área defendida por Cata Coll. El planteamiento sorprendió al cuadro español, que no jugó tan cómodo como acostumbraba, ya que las rivales solían esperarlas atrás, permitiendo que pudieran circular el balón sin excesivos problemas hasta las inmediaciones del área.
Además España se encontró con otro problema: la defensa colombiana, a pesar de contar con una línea de cuatro jugadoras, estaba bien respaldada y apoyada por las mediocampistas, quienes contribuían en el esfuerzo defensivo para cerrar posibles huecos (un desgaste que más adelante, pagarían caro, al subir y bajar tanto), dificultando los balones y pases en profundidad. No ayudó tampoco que jugadoras como Salma Paralluelo estuvieran, una vez más, totalmente desafortunadas y desaparecidas (a excepción de una acción que reseñaré más adelante), como demostró en el minuto 2, donde Alexia Putellas puso un buen pase filtrado que la atacante no interpretó adecuadamente, desmarcándose por su lado izquierdo en vez del lado derecho, que era donde se dirigía la pelota... Ciertamente se resarciría en parte de esa acción en el minuto 6, donde sí interceptó el pase filtrado de Alexia y ejecutó prácticamente de primeras un voleón que sacó con una gran mano por arriba Tapia.
A pesar de esos primeros acercamientos, España no estaba cómoda y Colombia transmitía un peligro latente. En el minuto 7 estuvieron a punto de efectuar una contra mortal donde Aleixandri acometió una entrada fea a Mayra Ramírez para evitar que la atacante se fuera sola, ganándose una amarilla que condicionó las acciones defensivas españolas demasiado pronto. A juicio de un servidor, no tendría que haber recurrido tan pronto a dicha opción, otra compañera podría haber llegado más adelante al cruce (a fin de cuentas, la falta la efectuó antes de que Mayra Ramírez pasara la línea de medio campo). Ese tipo de acciones sólo se hacen si la jugada es una ocasión clara y manifiesta en contra o estás en los minutos finales, nunca al principio de un partido.
Las malas sensaciones se confirmaron en el minuto 12, cuando un robo de Colombia a Alexia, conllevó una rápida transición en la cuál Leicy Santos pasó rápidamente el balón a Ramírez, quién se anticipó a Irene Paredes y le comió la tostada totalmente en una acción mal cubierta y defendida por la central, permitiendo a la atacante avanzar hasta el área donde con gran templanza y sangre fría, batió por abajo en el mano a mano a Cata Coll. España quedó en shock ante el tempranero gol de Colombia y su ensimismamiento casi conllevó el segundo en el minuto 18, en una acción donde Pavi avanzó por banda derecha mientras mareaba constantemente a la lateral (incapaz de frenarla) y realizó un centro-chut que casi sorprendió a Cata Coll, impactando en el poste izquierdo.
Colombia había conseguido el inicio ideal: había anulado a España y había conseguido marcar rápidamente, forzando al combinado español a modificar ligeramente su esquema, como fue el hecho de tener que retrasar la línea defensiva fruto de la amenaza incipiente de una Mayra Ramírez que había demostrado que si recibía bien el balón, podía irse fácilmente, debido a lo cual Ramírez fue fijada desde ese momento por Paredes, anulando las subidas y contribuciones en fase ofensiva de la central. Ello implicó a su vez que España perdió presencia en las inmediaciones del área contraria y su juego de toque utilidad, viéndose obligadas a optar por balones en largo y centros para tratar de romper el cerco colombiano. Gracias a esta modificación en el planteamiento hispano, en el minuto 24 Olga Carmona efectuó un pase en largo a Mariona Caldentey que se desmarcó en banda izquierda, pudiendo a continuación propinar un centro al corazón del área donde totalmente desmarcada y sola, Aitana Bonmatí remató de primeras, pero excesivamente centrado, facilitando la parada de Tapia, ocasión clara que la jugadora lamentó desperdiciar. En el minuto 29 al igual que su homóloga Aleixandri, Arias agarró a Salma Paralluelo para evitar una contra clara, ganándose la amarilla. Poco después, en el minuto 31, un centro de Mariona Caldentey desde banda izquierda fue rechazado por la zaga colombiana, no aprovechando bien el rechace una Alexia que tiró excesivamente alto. La primera mitad terminaría con una ocasión clara de España, en la cual Aitana Bonmatí recibió en la frontal, girándose y probando a disparar, yéndose su chut un poco por encima de la escuadra derecha.
España había dispuesto de ocasiones manifiestas para lograr el empate, al menos dos (ambas de Aitana), pero la sensación al descanso, es que España no dominaba el encuentro, que tácticamente Colombia le había ganado el primer asalto, planeando inteligentemente su manera de actuar, anulando en gran medida a las hispanas, dificultando su transición del esférico mediante una presión incesante y optando de jugar de tú a tú en vez de encerrarse, procurando trenzar jugadas y combinar cuando tenían el control del esférico, pero a diferencia de España, sin ejecutar tantos pases, prefiriendo un estilo más directo que se había mostrado más efectivo.
El inicio del segundo tiempo fue demoledor para España: en el minuto 51, tras despejar la defensa colombiana una falta botada por España, rápidamente efectuaron un pase directo y preciso a Linda Caicedo, quién haciendo gala de una sombrosa potencia, velocidad y calidad, se fue por banda derecha superando a sus perseguidoras hasta internar en el área y aún escorada, propinço un fuerte chut a puerta que fue rechazado al medio por Cata Coll, un rechace en el que una Irene Paredes que venía desde atrás siguiendo la jugada, llegó a alcanzar, pero se entretuvo lo justo para permitir que Laicy Santos le robara el esférico y lo colara por el lateral derecho de la portería.
España estaba al borde del KO, con una Colombia mucho más efectiva que con transiciones rápidas, estaba destrozando a las hispanas. Montse Tomé movió banquillo e introdujo en el terreno a una Jennifer Hermoso que se antojaría vital posteriormente. Mismamente al poco de entrar en el campo, efectuó un disparo lejano en el minuto 67 que casi se coló por la escuadra izquierda, demostrando el gran talento del que dispone y su olfato de killer, con una capacidad de golpeo y definición de la que carecían otras compañeras a pesar de la insistencia de la seleccionadora en alinearlas durante todo el torneo (véase Salma Paralluelo). Incomprensiblemente, Jennifer empezó como media punta, mientras que Salma Paralluelo, desacertada y perdida una vez más, fue ubicada como extremo, decisión cuanto menos, peculiar.
Y entonces, llegó la jugada clave del choque, la jugada que podría haber cambiado el sino, el destino, del duelo. Minuto 76, pase en largo desde atrás de Colombia hacia la banda izquierda, aguanta Ramírez de espaldas y vuelve a superar otra vez a una Irene Paredes que a diferencia de lo que acostumbra, fue una laguna en defensa. Ramírez avanza rauda y veloz hacia el área y se produce el mano a mano definitivo... El tiempo se detiene durante unos instantes, parece que Ramírez pondrá la sentencia definitiva... Y entonces, Cata Coll consigue achicar espacio lo suficiente, para detener el disparo de Mayra.
Del posible 0-3... Se pasó dos minutos después, en el minuto 78, al 1-2. Después de efectuar Olga Carmona un centro desde la banda derecha al área, un mal despeje de Tapia no fue interceptado por Salma Paralluelo, pero si por una Jennifer Hermoso que haciendo gala de su instinto killer, lo envió al fondo de las mallas con una templanza absoluta.
España se levantó a tiempo antes de que finalizara la cuenta atrás que hubiera dictaminado el KO, sobrevivió... Y Colombia empezó su descenso a los avernos. Pavi se lesionó muscularmente en una carrera por banda derecha tras buscar un balón en profundidad y minutos después, la acompañó Linda Caicedo con el mismo percance. En pocos minutos, Colombia había perdido una de sus referencias arriba y su pilar en medio campo a la hora de crear y combinar. Los esfuerzos acometidos hasta ese momento para presionar a España, estaban empezando a pasar factura en forma de lesiones musculares. Las fuerzas de las americanas comenzaba a escasear y España, en ese momento, tuvo la oportunidad de dar un paso al frente e ir con todo para lograr el empate.
A duras penas Colombia contenía las acometidas españolas y ante el temor de que sus otras dos referentes (Santos y Ramírez) pudieran lesionarse fruto del enorme desgaste que habían padecido, su seleccionador optó por retirarlas del campo a pocos minutos del final, con la intención de reservarlas de cara a semifinales y confiando que podrían resistir el 1-2... Sin embargo, España no estaba por la labor de rendirse tan fácilmente y en el minuto 85, un centro de Ona Batlle fue controlado dentro del área por Jennifer Hermoso, quién con gran clase, se giró sobre si misma y propinó un disparo que se fue lamiendo el palo izquierdo de la portería defendida por Tapia. Su presencia había potenciado las acciones de peligro, maximizando las mismas y siendo un objetivo sobre el que tenían que fijarse las defensoras colombianas, facilitando más huecos.
Y en el descuento, todo el tesón, perseverancia y arroje español... Se vió recompensado. Minuto 90+6, Salma Paralluelo centra desde la banda izquierda y una Irene Paredes libre de marca que entraba al área desde atrás, remató el esférico y lo envió al fondo de las mallas, resarciendo en parte su mala actuación hasta ese momento.
El gol fue un enorme jarro de agua fría para una Colombia que se veía con el billete de semifinales sacado, pero que sus reiteradas pérdidas de tiempo (algunas justificadas en forma de lesiones, otras provocadas como la portera Tapia cada poco tirada en el suelo) le pasaron factura, ya que España tuvo tiempo para poder aprovechar su bajón físico y explotarlo (se añadieron más de 10 minutos de descuento en la segunda parte).
La prórroga fue un auténtico ejercicio de supervivencia de Colombia que suplicaba por el transcurrir de los minutos. Otras dos jugadoras no resistieron más y cayeron lesionadas y con los cambios agotados, se unió otra a la lista en los minutos finales de la segunda parte de la prórroga, quedándose de facto Colombia con una jugadora menos. España empujó con decisión y fue con todo en busca del tanto definitivo, pero la acumulación atrás de las americanas dificultó sobremanera la existencia de ocasiones claras. Sólo cabe destacar en el minuto 109 un centro desde la banda izquierda de Jennifer Hermoso, que fue rematado por Irene Paredes de cabeza dentro del área, sin embargo su remate fue muy centrado, fácil de atajar para Tapia.
Con la conclusión de la prórroga llegaron los penaltis, donde a Colombia le pudieron los nervios y un mal disparo inicial detenido por Cata Coll y un tercero a las nubes, dió ventaja a una España que se mostró muy segura y contundente, con lanzamientos potentes y esquinados. En el cuarto lanzamiento hispano, llegó a tocar Tapia, pero no con la suficiente fuerza para despejarla, de tal modo que España lograba el pase a semifinales.
A pesar de la clasificación a semifinales, no se deben obviar ciertas críticas. Lo llevo diciendo días y el tiempo no hace más que ratificarlo: Salma Paralluelo no aporta nada, está totalmente desaparecida. En ataque es un cero, hasta el punto de que la propia Montse no es la primera vez que la desplaza hacia el extremo... Y no, su asistencia en el segundo gol no erradica su paupérrimo desempeño. Lo que carece de menos sentido todavía, es que ante el nulo aporte ofensivo que ofrece Salma... Jennifer esté de espectadora en el banquillo. En sólo 20 minutos, generó más ocasiones claras (y gol incluido) que Salma Paralluelo en todo el torneo...
Es demencial desperdiciar tamaño recurso en el banquillo, no puede ser que la mejor delantera del combinado nacional, no salga de inicio y encima que cuando lo hace, sea de media punta. BASTA. Montse Tomé, es hora de dejar de ser terca y obstinada con Salma Paralluelo, admitiendo y asumiendo, que su rendimiento es deplorable. Es hora de que apuestes de inicio por la mejor killer que tienes, la que mejor olfato tiene de cara al gol, la que mejor visión tiene, la que mejor golpeo tiene, al que mejor definición tiene...
En cuanto al sistema de juego, está bien que a diferencia de USA, se varíe y se busquen alternativas cuando no se puede profundizar, como balones en largo o tiros lejanos. Pero me sigue pareciendo tremendamente suicida jugar con la línea defensiva tan adelantada, Mayra Ramírez se aprovechó sobremanera de ello. No se deben cometer riesgos tan agudos, porque España estaría eliminada si Ramírez llega a meter el tercero.
Irene Paredes... Ha sido el partido más decepcionante que te he visto. Ni un ápice de la robustez y solidez que sueles mostrar atrás, estuviste lenta, imprecisa, torpe... Ramírez hizo contigo lo que quiso. Salvaste la papeleta con el gol, porque sino, serías una de las claras señaladas. Es cierto que todo el mundo puede tener un mal día, pero es vital que estés centrada y atenta, porque eres la referente atrás, no podemos delegar en una Aleixandri mediocre...
En cuanto al juego de toque... Hay que mirar más al espejo de otros equipos. Hay pases que sobran, que es pasar por pasar, ceder por ceder. Ha habido posibles ocasiones de gol, donde después de recibir dentro del área... Han pasado hacia atrás. Alexia lo hizo al menos dos veces. Es una manera ridícula y absurda de perder ocasiones peligrosas de gol, Colombia demostró que jugando de manera más directa, se puede hacer daño. Y por otra parte... Falta velocidad de circulación. Sin velocidad, no se va a romper en la vida defensas cerradas.
Por su parte, Colombia sorprendió a propios y extraños con un planteamiento inicial valiente, que anuló y sometió a España, aprovechando sus oportunidades y dejando a las hispanas al borde del KO. Le faltó rematar la faena, lo que sumado a su sobreesfuerzo físico, implicó su caída. Aunque hubieran pasado a semifinales, hubieran tenido muy difícil optar a medalla con tanta baja por lesión. Eso no quita que su partido fue muy meritorio y si hubieran clasificado a semifinales, también hubiera sido merecido. Tienen una combinado con potencial que puede seguir creciendo en futuros años y logrando nuevos hitos, es cuestión de ir puliendo los diamantes en bruto que posee.
Si España no quiere pasar apuros en semifinales, más vale que Montse Tomé se baje de la burra y acometa los cambios necesarios, porque no siempre saldrá Jennifer Hermoso al rescate...
#397 Me alegra que el aporte te haya resultado de interés y utilidad, se agradece tu apreciación.
Procedo a compartir los análisis de los otros dos partidos de Cuartos que me habían quedado pendientes, antes de que se celebren los choques de semifinales.
Cuartos de Final: Canadá vs Alemania
Los minutos iniciales fueron muy alocados, frenéticos y acelerados, con ambas selecciones yendo a por la disputa del balón e intentando lanzarse rápidamente al ataque, lo que provocó no solamente que no hubiera una dominadora clara al principio del choque, sino que fuera un comienzo de ida y vuelta, con un equipo acudiendo a por el balón y rápidamente volcándose en ataque, para al perderlo, hacer lo mismo el rival. Transcurridos esos primeros 5 minutos de locura y caos, el combinado germano regresó a su tradicional orden, mientras que las canadienses bajaron revoluciones y quedaron a la espera de los movimientos teutones.
Empezó Alemania buscando generar peligro mediante balones largos, como evidenció en el minuto 10 la portera Berger, que buscó a alguna jugadora desmarcada arriba, recibiendo el esférico Bühl en la frontal del área, para cederla rápidamente a Hegering, quién centró de inmediato hacia el palo izquierdo para que una desmarcada Lea Schüller, controlara en ventaja e inexplicablemente, con todo a favor, optara por picarla en vez de chutar al palo largo, desperdiciando una ocasión clara (y aún con todo, el balón picado por poco no tocó el larguero).
Con ese primer aviso, Alemania tomó la batuta del encuentro y se hizo dominador tanto de la iniciativa como del esférico, conscientes de que las canadienses eran vulnerables y que con paciencia y orden, podrían acabar marcando. A partir de ese momento apostaron por un juego de corte directo, procurando a través de pocos pases y combinaciones, llegar al área contraria y finalizar, con una velocidad de circulación elevada. En el minuto 17 este planteamiento casi dió sus frutos en una ocasión manifiesta donde Brand hizo una pared con Nüsken y rápidamente Jule la cedió a Bühl, la cuál tras internarse en el área tuvo un mano a mano que resolvió favorablemente Sheridan. A pesar de que Bühl podría haber resuelto mejor (tuvo tiempo y espacio para efectuar un mejor tiro, pero dudó y esa duda permitió a Sheridan tapar mayor hueco), dicha ocasión fue reflejo del planteamiento táctico antes explicado, porque con sólo cuatro pases (contando el que recibe Brand antes de acometer la pared con su compañera Nüsken) habían conseguido sorprender a la zaga norteamericana y superarla.
Alemania volvería a rondar el gol en el minuto 21 a través de un centro lejano efectuado en banda derecha por Alexandra Popp, que fue enviado a córner por parte de Jade Rose cuando estaba a punto de rematar Lea Schüller.
Canadá fue completa y absolutamente incapaz de generar peligro en toda la mitad, primero por el dominio teutón y segundo, porque la defensa germana se mostraba sólida y robusta, no sabiendo como superarla. Prueba de ello es que sólo un tímido disparo lejano de Quinn en el minuto 22, supuso el único "acercamiento" hacia la portería defendida por Berger.
La segunda parte comenzó de la misma manera en que había finalizado la primera: dominio alemán a través de un juego de corte directo, donde en pocos pases se acercaban a la portería contraria y comprometían a la defensa canadiense. Por su parte, Canadá seguía sin disputar el esférico y no parecía tener ningún plan para lograr crear peligro a una defensa alemana muy tranquila, segura y contundente. En el minuto 54 Alemania dispuso de otra ocasión importante, al anticiparse en el primer palo tras botar un córner a favor Lea Schüller, quién remató forzado y alto.
Pero cuando parecía que el gol por parte de Alemania estaba cerca... Se activó Canadá. El guión fue idéntico al de anteriores duelos: una primera parte donde pasaban desapercibidas, sin iniciativa ni un estilo de juego definido, para avanzada la segunda mitad, a base de ímpetu, fé y destellos, poner en problemas a sus contrincantes. Y es que pareciera que de inicio no creían en sus posibilidades y a medida que percibían, o que no les podían marcar o que ya no tenían nada que perder (por ir debajo en el marcador), sacaban a relucir toda su voluntad y con más cabeza que corazón, ir a por la victoria.
El primer intento serio se produjo en el minuto 60, donde tras un centro en banda izquierda de Ashley Lawrence, Gilles remató alto de cabeza. Haber dispuesto de ese acercamiento, de esa oportunidad, fue como una auténtica revelación para las norteamericanas, como si adquirieran la conciencia de que el muro alemán no era tan infranqueable y que les podían hacer daño, sin necesidad de esperar a una pérdida o error rival. Desde ese momento, las canadienses se volcaron en ataque con toda su fé y perseverancia... Y cogió desprevenida y sorprendida a una Alemania, que se transformó por completo, para mal. El agobio fruto del aluvión ofensivo de Canadá, amedrentó a las jugadoras teutonas, las cuales se pusieron nerviosas, incurriendo en errores e imprecisiones. Las germanas no contaban con ese cambio de actitud tan repentino y mentalmente no estuvieron preparadas, recibiendo múltiples ocasiones de manera consecutiva y cediendo al caos.
En el minuto 67 un disparo desde fuera del área efectuado por Leon, se fue lamiendo el poste izquierdo. Dos minutos después probó fortuna Cloe Lacasse con un chut centrado desde la frontal y un minuto más tarde, se produjo la ocasión más clara de las norteamericanas, que puso el corazón en un puño a las alemanas: recuperó la pelota Canadá en defensa, hizo un pase en largo rápido y Hendrich salió a despejar, pero calculó mal su desplazamiento y falló, permitiendo a Leon controlar y avanzar hasta el área, donde una esplendida Berger aguantó a la perfección, reduciendo el espacio de tiro y deteniendo con el pie el mano a mano.
En tres minutos, Canadá había gozado de más ocasiones que en la primera hora del choque, sembrando las dudas, el miedo, la incertidumbre y la inseguridad en una zaga alemana, que con el error de Hendrich, empezó a hacer aguas. La pérdida de confianza forzó al seleccionador teutón a retrasar la posición de Popp para que infundara ánimos y colaborara en defensa, ya que es una jugadora con una personalidad muy fuerte que no se derrumba nunca y su presencia era importante para tratar de recobrar la solidez atrás. Sin embargo, a pesar de demostrar una vez más, ser una auténtica todoterreno que cumple en cualquier posición, que no para de subir y bajar como sino hubiera un mañana, tan pronto defendiendo como combinando en ataque, centrando y poniendo pases en profundidad, su aportación no fue suficiente para evitar el derrumbamiento del muro alemán.
En el minuto 78 un pase en profundidad ejecutado por Leon en banda izquierda, fue interceptado en el primer palo por Évelyne Viens, quién remató de primeras dentro del área.
Intentó reaccionar Alemania metiendo el miedo en el cuerpo a las canadienses en el minuto 89 con un centro desde banda izquierda que nuevamente Lea Schüller (que estuvo rondando el gol en varias ocasiones, pero le faltó mayor acierto y definición para ejecutarlo, no siendo su día más afortunado) estuvo a punto de rematar de cabeza en el centro del área, pero Sheridan tocó lo justo para evitarlo. El aviso no aplacó un espíritu canadiense que transmitía la sensación de estar a punto de marcar, como había hecho Alemania en la primera parte.
En el descuento cualquier combinado podría haberse alzado con la victoria en el tiempo reglamentario: en el minuto 90+2, un centro al segundo palo por parte de Sydney Lohmann, fue cedido de cabeza por Lea Schüller a Alexandra Popp en el primer palo y cuando estaba a punto de rematarlo, una central lo sacó en el último suspiro. En el minuto 90+4 llegó la réplica canadiense, recibiendo Beckie un pase dentro del área para acometer a continuación un disparo, que fue desviado hacia el poste izquierdo.
Aunque Alemania había tratado de recomponerse, Canadá era la que tenía la batuta del partido y se jugaba al ritmo que imponía, transmitiendo la impresión no sólo de que dominaban el choque, sino que estaban a punto de marcar y que Alemania, no llegaría a los penaltis. Y no cambió el transcurso de los acontecimientos en la prórroga, donde nuevamente, con mucha fé, Canadá atacaba y arrinconaba a una Alemania sobrepasada, bloqueada y en pánico, que a duras penas se quitaba la pelota de encima. En el minuto 93 Ashley Lawrence recortó en la frontal del área para a continuación ejecutar un preciso disparo dirigido a la esquina del poste derecho que con gran atino, detuvo en primera instancia Berger y rápidamente blocó para evitar el rechace.
A pesar de que la guardameta pidió más atención a sus compañeras, sus súplicas fueron inútiles, ya que en el minuto 99 Ashley Lawrence dribló a dos defensoras teutonas por banda izquierda, penetrando en el área donde centró y ante un despeje infructuoso de Berger, Adriana Leon a punto estuvo de aprovechar el rechace de no ser por la intervención de Felicitas Rauch, quién sacó el balón cuando Leon estaba a punto de empujarlo al fondo de las mallas.
En el minuto 102 tras botar una falta a favor, recibió la pelota Simi Awujo dentro del área, girándose y disparando alto. Sólo conseguiría inquietar un poco Alemania en el descuento de la primera parte de la prórroga, cuando en el minuto 105+1 tras ejecutar un córner, Évelyne Viens sacó prácticamente en boca de gol un remate cantado en el segundo palo por parte de Brand, quien sólo tendría que haberla empujado para hacer subir el tanto al electrónico.
Los nervios en el conjunto germano seguían a flor de piel y en el minuto 106, al entretenerse Berger fuera del área a la hora de golpear, le presionaron lo suficiente para desviar el chut y provocar que cayera al suelo, estando a punto de cazar las canadienses el balón rebotado y tirar a puerta vacía. Alemania estaría a punto de darle la vuelta al partido cuando en el minuto 112, tras sacar una falta Giulia Gwinn, Sydney Lohmann remataría de cabeza, impactando el balón en el larguero. Un último intento se produjo en el minuto 114 mediante un córner, donde Elisa Senss remató alto en el segundo palo.
Aunque Alemania había gozado de la última oportunidad clara, la sensación imperante es que Canadá llegaba con más entereza y confianza, lo que parecía que le podría dar una ligera ventaja en la tanda de penaltis, al conservar ese aura de imbatibilidad, de superar todos los obstáculos habidos y por haber que había experimentado a lo largo del torneo. Sin embargo, una gran Berger se encargó de detener dos disparos (casi tres, ya que el último se les escapó por debajo después de meter la mano), mientras que las alemanas a diferencia de minutos atrás, ejecutaron sus penas máximas con templanza y serenidad. Dicha confianza quedó reflejada en una Berger que asumió el penalti decisivo y coronó su gran actuación anotándolo, para darle el pase a semifinales a su país.
A pesar de la presencia de ciertos brotes verdes en comparación con la etapa previa de Martina Voss-Tecklenburg, estando el equipo más trabajado en el plano táctico (se aprecia como rentabilizan mejor las jugadas a balón parado, además de tener un sistema más claro de juego, buscando avanzar de manera directa y encadenando pocos pases, sin olvidarse de los balones en largo y los centros como recursos alternativos), se nota que están aún en plena reconstrucción. El sistema de juego no está 100% asentado, no logran jugar con la soltura necesaria, combinando momentos de gran velocidad, con otros donde se atascan en la conducción, volviéndose lentas y predecibles. Lo mismo sucede en defensa, hay un plan claro para cerrar filas y tratar de cimentar una línea robusta, pero la misma se viene rápidamente abajo cuando el empuje rival es fuerte, gestionando mal la presión (falta más confianza y seguridad), surgiendo dudas, imprecisiones y errores. Finalmente falta por completar una regeneración a nivel de plantilla, necesitando de más figuras nuevas y prometedoras como Brand. La federación alemana tendrá que sopesar muy seriamente que rumbo acometer, ya que en función a su decisión, podría hacer retroceder nuevamente al conjunto germano o ser por contra, el inicio de un resurgimiento. Si no continua Horst Hrubesch (cabe recordar que técnicamente, es entrenador interino), deben acertar muy bien con su sustituto/a.
En cuanto a Canadá, a pesar de carecer de un plan de juego, jugando con más corazón que cabeza y en base a arreones... Consiguieron estar a un paso de las semifinales. Mientras que en la primera hora del duelo Alemania mereció marcar, lo contrario sucedió en la hora restante (30 minutos de la segunda parte y los 30 de la prórroga). Aunque no jugaron bien, como han acostumbrado en este torneo, en base al cómputo de las ocasiones, tampoco hubiera sido injusto su pase, estuvieron a la par de Alemania, incluso gozando numéricamente de alguna oportunidad más clara. Han realizador un torneo bastante meritorio teniendo en cuenta todas las circunstancias que padecieron (como la sanción de -6 puntos)
Será interesante ver la revancha de Alemania contra Estados Unidos, estoy convencido que no se desarrollará igual que en la segunda jornada de la fase de grupos, Estados Unidos llega con muchas dudas y un equipo más castigado a nivel físico. Si las alemanas aprovechan su balón parado y se muestran más contundentes atrás, sin dudas de por medio, podrían ponerlas en apuros. Seguramente la eliminatoria se decidirá en función al combinado que menos errores cometa y acciones puntuales, no en base a sus aciertos.
Cuartos de Final: Francia vs Brasil
En circunstancias normales, hubiera sido un encuentro totalmente asequible para una Francia con calidad más que de sobra para poder superar y derrotar a una mediocre Brasil. Sin embargo, las galas habían clasificado a cuartos con muchas lagunas, no imponiendo su talento y calidad en el terreno de juego, además de carecer de un plan de juego definido. La casi remontada de Colombia, la resurrección de Canadá y el escueto duelo contra Nueva Zelanda, deparaba un choque donde con suerte, Francia pasaría de ronda sufriendo. Por su parte, para Brasil era la mejor oportunidad que se le podría haber presentado para optar a medalla, ya que habiendo clasificado como tercera, hubiera sido imposible en otro tipo de situación optar a un rival débil o en horas tan bajas como Francia, con una crisis de juego, identidad y confianza acuciantes que podrían explotar a su favor.
Francia salió en los primeros minutos con la idea de imponerse rápidamente a Brasil y someterla, pero su arreón no vino acompañado de un sistema de juego ni planteamiento claro, no sabían si querían tocar y combinar, si querían jugar por las bandas, si querían meter balones en profundidad, si querían jugar a la contra, etc. Estaba jugando con el corazón y no con la cabeza. Por su parte Brasil aplicó el mismo plan que desde el primer día del torneo: balones en largo y con suerte, que sus atacantes cazaran alguna pelota.
La primera parte fue sumamente tediosa, ya que Francia no tenía continuidad alguna en su juego y Brasil no daba un pase al frente, limitándose a esperar las llegadas francesas y lanzar balones en largo hasta que una punta consiguiera recibir en ventaja. A pesar de el pobre desempeño galo en el campo, dispusieron de las ocasiones más claras, primero en el minuto 11 cuando un balón en largo de Picaud desde su propia área, alcanzó a Katoto, quién cedió el esférico de cabeza a una Cascarino que controló a la perfección y avanzó rauda hasta el área, cometiendo un penalti flagrante Tarciane para evitar una oportunidad manifiesta. Después de cuatro minutos de revisión del VAR incomprensibles (ya que el penalti, era claro), Lorena adivinó el lanzamiento de Karchaoui, anticipándose y lanzándose hacia su esquina derecha, metiendo una buena mano que evitó el gol y desvió la pelota a córner. La segunda se produjo en el minuto 39 a través de un córner botado por Selma Bacha que remató de cabeza Bathy, estrellando la pelota en el larguero.
El guión se mantuvo en la segunda parte, con Francia gozando de otra ocasión en el minuto 58, después de que el centro efectuado desde banda derecha por parte de Cascarino, fuera rematado alto de cabeza en el segundo palo por su compañera Katoto. No sería hasta pasada la hora, concretamente el minuto 62, cuando Brasil dispondría de su primera oportunidad, ya que tras un balón largo, llegó Wendie Renard al borde del área para controlar el esférico, sin embargo al girarse, una atenta y veloz Portilho se tiro en segada para robarle la pelota, cediéndosela a una compañera que rápidamente se la devolvió para que así pudiera internarse en el área y ejecutar un disparo desviado hacia el lado derecho de la portería defendida por Picaud.
Sin brillo, pero valiéndose de su talento, Francia estuvo cerca de inaugurar el marcador en el minuto 72 cuando después de driblar Cascarino a una defensa dentro del área, acometió un duro y fuerte disparo que fue repelido por Lorena. Cinco minutos después un mal saque de puerta de Brasil, permitió a Karchaoui robar la pelota y cederla rápidamente a Diani, quien se la devolvió después de que lograra desmarcarse por banda izquierda, para finalizar así Karchaoui con un centro que se estrelló en el poste.
Aunque Francia no llegaba a dominar y someter a Brasil, fruto de los destellos de calidad de sus jugadoras, había dispuesto de acercamientos peligrosos que por poco no se habían materializado. Sin embargo sería Brasil la que, inesperadamente, golpearía en el corazón de las francesas aprovechando un segundo error en la zaga gala. En el minuto 81, tras efectuar un balón en largo, Bathy no acudió con decisión y determinación al corte, permitiendo que Portilho acabara adelantándola y ganándola en carrera, controlando el balón y avanzando raudamente al área, donde procedió a batir a Picaud, quién se venció al lado contrario en el mano a mano (el gol fue por el lateral derecho).
Una Francia presa del pánico, ya de por sí poco ordenada, cedió al caos y mediante su físico (ejemplificado sobre todo en Bacha, quien dirigía desde atrás la mayor parte de las jugada de ataque) intentó trenzar jugadas rápidas en busca de la igualada. Sin embargo Brasil hizo gala de su juego sucio, acometiendo varias acciones antideportivas, desde varias "recaídas" de su guardameta Lorena, aquejándose del costado incluso en situaciones donde no había existido contacto de ningún tipo, a enviar deliberadamente el balón lejos para impedir un saque rápido de banda (cuando el esférico ya estaba fuera de línea) o directamente incurriendo en faltas claras para evitar posibles contras, como en el minuto 90+8, donde Angelina Alonso Costantino agarró fuertemente de la camiseta a Cascarino para evitar que se fuera sola. Todas estas acciones desquiciaron y desconectaron aún más si cabe a Francia, sacándola mentalmente del partido, estando a a punto de aprovecharlo a su favor Brasil cuando en el minuto 89, un mal pase de Picaud fue interceptado por Portilho, quien avanzó hasta el área e impactó su disparo en el poste. En el 90+12 la tensión y los nervios jugaron otra mala pasada, cuando una falta de entendimiento entre Wendie Renard y Picaud, implicó que la segunda saliera completamente de su área al no confiar en que Renard acabara despejando un balón largo en contra y el choque entre ambas casi conllevó un gol en contra, al irse el balón picado por Portilho fuera.
Un centro envenenado de Cascarino en el minuto 90+6 forzaría a Lorena a meter la yema de los dedos para enviar la pelota a córner. El último soplo de vida de Francia expiró en el minuto 90+9, cuando en una falta bombeada al área, no consiguió rematar bien de primeras Le Sommer y el balón muerto, fue rematado por Bathy, pero Tarciane sacó en línea de gol un tanto cantado.
De esta manera se clasificó a semifinales una mediocre y sucia Brasil, que careciendo de argumentos deportivos, se valió de los errores ajenos, no de aciertos propios, para lograr optar a la medalla. Mientras tanto, Francia quedó eliminada sin haber demostrado nunca todo su potencial y calidad, sin haber jugado nunca como un equipo, valiéndose de acciones aisladas y destellos de sus integrantes para sacar de mala manera los encuentros, ante la carencia de un sistema de juego claro y definido, de un planteamiento táctico que aprovechara toda su capacidad. Es indudable que se trata de una de las mayores decepciones del torneo, rindiendo a un nivel muy bajo y el gran culpable de dicha gestión, es evidentemente su seleccionador, Hervé Renard, quien estoy convencido que tiene los días contados al frente del combinado galo. Y a parte del previsible despido de Hervé Renard, ya pueden buscar también otra portera, porque entre Magin y Picaud no hacen una entera. Dudo horrores que en toda Francia no haya algo mejor a lo que optar...
España está ante una oportunidad inmejorable e histórica para llegar a la final, ya ha jugado contra Brasil y sabe perfectamente de lo que es capaz. Si juega inteligentemente sus bazas y aprende de sus errores, podría anular fácilmente las escasas virtudes que poseen las sudamericanas. De lo único que tiene que preocuparse es de los balones largos a la espalda, ya que Brasil carece de capacidad creativa, lo cuál se contrarresta tan fácilmente, como retrasar la línea defensiva. Si Montse Tomé vuelve a poner a Paredes como última defensora, superando la línea de medio campo, entonces no me cabe duda alguna que Brasil marcará y pondrá en aprietos a España, ya que perdiendo tiempo y desquiciando a su rival, son las mejores. Si a esa precaución en la faceta defensiva, se suma la titularidad de Jennifer Hermoso, no tengo duda tampoco que el gol a favor de las hispana, tardará poco en llegar. Pero si cuenta de nuevo Montse con una Salma negada... Costará Dios y ayuda abrir la lata, lo que dará vida y una oportunidad a Brasil de sorprender.
Cómo se nota que cierto seleccionador sabe que no va a continuar, porque realizar tales declaraciones después de uno de los fracasos más sonados de Francia en el fútbol femenino, desperdiciando una plantilla con un potencial y calidad tremendo, sin jugar a nada, es de ser osado no, directamente un sinvergüenza:
El técnico ni se arrugó tras la debacle. “Creo que la selección no se ve recompensada por el partido que brindó. No se ven recompensadas por todos los esfuerzos que han hecho. Creo que esta noche han jugado el partido que necesitaban contra un equipo un tanto especial. El fútbol no sale victorioso”
Incluso, no aceptó cuando lo tildaron de fracaso. “¿Estás hablando de fracaso? ¿Qué es el fracaso? Cuando no ganamos un partido, cuando no nos clasificamos para una semifinal, es un fracaso. Pero tenemos que analizar las cosas con seriedad. Este equipo lo hizo todo”.
“Perdí, gané, viajé, pero hay personas realmente valiosas a mi alrededor y esta noche están llorando”, concluyó Hervé Renard. “Ni siquiera estoy triste. ¿Es el trabajo así? Estoy decepcionado por ellos porque lo dieron todo, trabajaron como locos”, concluyó Renard.
