#283 Pues si se pone así, el entrenador es el que tiene que decirle que esto no es una pelea de gitanos, sino un partido de fútbol, y que se centre en jugar al fútbol en lugar de ir de malote por el campo.
En la jugada que le sacan amarilla se juega la roja. Primero le roban el balón y se levanta y va a gritarle al árbitro en la cara, que el árbitro ahí le perdona la amarilla, y justo después va como un auténtico poseso a por Busquets y le mete una patada por detrás a la altura de la rodilla sin balón de por medio. El árbitro podía haberlo interpretado perfectamente como agresión y a la puta calle, pero se quedó en amarilla.
Como comprenderás, viendo así el percal, entiendo perfectamente que lo sacara el entrenador. De hecho, demasiado tardó.