Pues erre que erre la LFP impugna la decisión de la FIFA:
PEDIRÁ AL TRIBUNAL DE ZÚRICH LA SUSPENSIÓN DE LA CIRCULAR FIFA
La LFP impugna la decisión de la FIFA y fija la última jornada para el 20 de mayo
La Junta de Primera división de la Liga de Fútbol Profesional ha aprobado este miércoles al mediodía que el Sevilla-Barcelona se juegue el 14 de mayo y que la última jornada de la Liga se retrase al día 20 con el concurso de los internacionales, para lo que pedirá la suspensión cautelar de la circular de la FIFA que impide su participación. De este modo, la LFP contravendrá la propia normativa de la FIFA con la presentación este jueves ante un juzgado de Zúrich de un recurso que solicita una medida cautelar para dejar sin efecto la circular que obliga a las asociaciones participantes en el Mundial de Alemania 2006 a conceder a los jugadores internacionales un periodo de descanso obligatorio de ocho días, entre el 15 y el 22 de mayo.
El director general del Celta de Vigo, Sabino López, anunció al término de tres horas de reunión la decisión de los clubes de Primera, que fue adoptada por "mayoría cualificada" de dos tercios de los presentes -como requiere el Reglamento por ser un asunto de calendario-, según explicó a continuación el secretario general de la Liga, Carlos del Campo. "En todo momento lo que se ha pretendido por todos los medios es salvaguardar la pureza de la competición y vamos a dar traslado inmediato a la Federación Española de Fútbol de esta decisión definitiva, en aras de que la Liga es el organizador legal de la competición".
Cuestionado sobre las posibles represalias que FIFA puede adoptar contra el fútbol español por acudir a la justicia ordinaria, el portavoz de los clubes recordó que la "Liga actúa en defensa de sus asociados y tiene la legitimación para organizar su campeonato. En este supuesto en ningún caso se transgrede el reglamento de cesión de jugadores a la selección porque van a estar catorce días antes", apuntó Carlos del Campo, quien explicó que la petición de medida cautelar estará presentada el jueves, bien "en un tribunal de comercio del cantón de Zúrich o bien de distrito, cuando se determine en la tarde de hoy cuál es el competente".
No se temen represalias y puede haber otra reunión
El secretario general de la Liga dijo desconocer el tiempo que puede tardar en pronunciarse el citado tribunal, aunque "si en un plazo determinado no se adopta esa medida cautelar habrá otra reunión a comienzos de la semana que viene para adoptar la decisión que corresponda. Estamos luchando contra el tiempo por la mala suerte que hemos tenido, porque se suspendió ese partido en la jornada en que se suspendió y es un mal de fuerza mayor con el que tenemos que apechugar", concluyó.
La decisión de la Liga se produce cinco días después de que la FIFA desautorizara que el campeonato español retrasara su final al 20 de mayo, según habían acordado previamente Federación, Liga y los clubes Sevilla-Barcelona tras la suspensión por la lluvia del partido que debían disputar éstos en la jornada 34 y la clasificación de ambos para las finales de la Copa de la UEFA y la Liga de Campeones.
La propuesta española, argumentada el día 28 en la sede de FIFA por el presidente de la RFEF y vicepresidente de FIFA, Angel María Villar, contemplaba que el aplazado Sevilla-Barcelona se jugase este miércoles y que el campeonato trasladara las tres jornadas siguientes en Primera división a los días 7 (36a), 14 (37a) y 20 (38a).
La FIFA, que el 19 de diciembre de 2004 decidió que las principales Ligas del mundo acabaran la temporada 2005-06 el 14 de mayo para permitir que los jugadores preparen el Mundial de Alemania, denegó la autorización solicitada por España; recordó su normativa para liberar a los internacionales entre el 15 y el 22 de mayo y accedió, como excepción, a que el Sevilla-Barcelona se retrasara hasta el día 20, sin jugadores seleccionados.
Tras la decisión de FIFA, la RFEF anunció que, "con el parecer favorable de la Liga", el campeonato mantendría las fechas de las tres últimas jornadas según el calendario inicial y que el aplazado Sevilla-Barcelona se jugara el 20 de mayo sin los internacionales convocados para el Mundial. Los clubes disconformes con esta resolución, encabezados por el Celta, pidieron la convocatoria de la junta de Primera división celebrada en la sede de la Liga de Fútbol Profesional en Madrid.