Y os preguntaréis, ¿que opina el madridismo de todo esto?
Elías Israel
Lo malo de analizar un partido alrededor de las jugadas polémicas es que te devuelven una visión mentirosa de todo lo que ocurrió sobre el terreno de juego. Empezando por el árbitro, la realidad es que Paradas Romero se equivocó muchísimo contra los dos equipos, también contra el Villarreal, pero lo que no te enseñan los resúmenes es que estuvo mucho más preocupado de lo que pasaba fuera del rectángulo de lo que pasaba dentro. Sacó de quicio al Madrid con sus continuos paseos hacia el banquillo de Mourinho, con la amarilla a Pepe que, por una vez, no mereció, con la enésima expulsión de Rui y con un carrusel infantil de tarjetas en un partido que no estaba siendo para tanto.
Respecto al juego, el temporadón del Madrid estaba siendo colosal y puede seguir siéndolo. El problema, en los últimos partidos, es mucho más de fútbol que de árbitros. Se veía venir que el equipo había perdido su chispa y su enorme pegada. Se vio en el Benito Villamarín, en Vallecas, en el Bernabéu ante el Málaga y se volvió a constatar en El Madrigal.
Salvo Cristiano, que es un fenómeno, todos los jugadores (empezando por Iker y Ramos) han bajado sus prestaciones. Xabi Alonso empieza a sufrir su inagotable carrusel de partidos y Mou tampoco ha aportado las soluciones que, otras veces, han sacado a su equipo de problemas.
Lo más preocupante del empate y de los cuatro puntos perdidos es nuevamente la imagen, la lamentable decisión de no dar la cara tras el partido en ningún nivel del club (directiva, entrenador, jugadores) y buscar siempre coartadas en lugar de soluciones. Eso sí, hoy toca dar la cara. Se presenta el parque temático en Abu Dhabi. Sólo una inquietante frase de la gran estrella: “robar, solo robar, solo robar”.
Recomiendo las charlas de Emilio Duró, un gurú del optimismo, en Youtube. Duró explica que en psiquiatría hay dos tipos de personas: los que tienen foco de control interno, que son los que ante los problemas se preguntan ¿qué puedo hacer?; luego están los que tienen el foco de control externo que ante los problemas se preguntan ¿quién ha sido?
Mourinho ha mutado el foco de control del Madrid. Eso es una evidencia. El silencio y el victimismo son impropios de la historia del club que ahora entrena y lo peor es que suenan a legado.