Actor, escultor, poeta… pero sobre todo lanzador de peso. Ahora, encima, medalla de bronce en los ¡Juegos Olímpicos de Atenas 2004! Así es. La vida de Manolo Martínez (León, 7 de diciembre de 1974) está llena de anécdotas, y la última ha sido la forma en la que ha ganado el único metal que le faltaba. Lo ha hecho ocho años después tras conocerse el positivo del ucraniano Yuri Bilonog, que fue oro entonces.
“Es un fantástico regalo de cumpleaños anticipado (cumple 38 el viernes 7). El COI no me lo ha confirmado todavía, pero lo normal es que me den el bronce porque es lo que se ha hecho siempre. Seguir en el escalafón y dar la medalla al siguiente”, comenta. En Londres 2012 se ha actuado de esa forma con los 'medallistas de rebote'. La voz de ‘SuperManolo’ refleja alegría al otro lado del teléfono. Para él, este bronce lo es todo.
“El currículo mejora mucho de ser cuarto a ser tercero. Es un cambio como de la noche al día. Ahora estoy retirado, pero lo que va a quedar para la historia es el dato y no cómo gané la medalla”, declara el lanzador de peso. Además, en su caso, es el metal que le faltaba porque fue oro y bronce en Mundiales, y y oro y plata en Europeos, pero siempre en pista cubierta. Por fin tiene su medalla olímpica al aire libre.
A Manolo no le importa haberse perdido el momento de gloria en el podio mientras todavía estaba en activo (se retiró en 2011). “El caso es tener la medalla. Estoy muy contento y me da igual haberla ganado ocho años después, no haber disfrutado en el podio y estar ya retirado”, declara.
En su caso, podría haber disfrutado de mejores becas ADO como medallista olímpico, mejores contratos publicitarios… Incluso no tendría que haber cambiado su técnica de lanzamiento lineal por la rotatoria empleada por sus rivales en busca de esa medalla olímpica esquiva, lo que le produjo un retroceso en sus marcas y el tener que volver a dar marcha atrás y regresar a su técnica original de lanzamiento. “No quiero darle vueltas a eso. No merece la pena. Yo estoy muy contento con mi regalo de cumpleaños”, asegura.
Cuando reciba la medalla, lo primero que hará Manolo Martínez será “celebrarlo en compañía de las personas” que me quieren. Tiene una duda el lanzador y es si las medallas están personalizadas con el nombre o no. “Nunca he tenido una en mi mano. Creo que las de Atenas llevan el nombre y me tendrían que hacer una nueva, pero si no, me da igual recibir la de bronce que antes tuvo otro compañero”.