"Se han aprovechado de mi silencio"
El brasileño eludió entrar en polémicas con su técnico Fabio Capello, aunque el deseo del italiano ha sido clave para su marcha. "Con el entrenador no he tenido problemas, pero él no me quería y como soy un profesional y quiero jugar y me encanta el fútbol tenía que buscar una solución", dijo.
"No he hablado durante tres meses, se han aprovechado de mi silencio, me han puesto mil declaraciones en mi boca. No es verdad que haya dicho que Capello era un demonio o que aquí era un infierno", sentenció, desmintiendo unas supuestas manifestaciones suyas publicadas en Italia.