José Mourinho ha tenido una agria confrontación con el estamento arbitral de la Premier, tras declarar Steve Clarcke que había recibido “una llamada de Mike Riley -responsable del comité de árbitros- para pedirnos disculpas. Saben que se tomó la decisión equivocada. Eso no nos da más puntos, pero ha sido agradable que nos llamara”.
Mourinho respondió diciendo que “nadie me llamó para disculparse que no fue falta en el segundo gol del West Brom. Nadie me llamó cuando no pitaron un penalti para empatar con el Everton. Si me llamaran por todos los errores que han cometido en su carrera tendría el teléfono muy ocupado. Por lo menos, ahora los árbitros saben una cosa. Si toman una decisión controvertida que hipotéticamente, y repito hipotéticamente, favorece Chelsea, sabrán que van a estar expuestos públicamente por su jefe. Ellos pueden cometer, hipotéticamente, errores que favorezcan a otros equipos y que no pase nada”. Tengo curiosidad por saber si la gente ve esto como una situación normal, y si a partir de ahora va a ser lo mismo para todo el mundo.
Fuente: SportYou