Éste thread es obligatorio dado que los gañanes de los profesionales están dando por saco.
Que os puedo decir de esta competición? es el baile de graduación, el comienzo de ese baile dio lugar hace unos días, y acabará en New Orleans el 2 de Abril, mientras tanto las luchas por ganar sus conferencias estarán vigentes pero el gran objetivo es estar en la fila de admisión en Marzo, la NCAA no es algo que sea una alternativa a la NBA, su repercusión y seguimiento superan a su "madre" no en vano, la FF de la NCAA es el evento mas seguido en América, pabellones a reventar, son simples chavales que no cobran pero que dan su vida por ello.
Para los nuevos en ésto, haré un recap de lo que fue la March Madness del año pasado.
NCAA 2011 recap
Siete años más tarde de que Emeka Okafor y Ben Gordon llevaran a la universidad de Storrs a la gloria, los Huskies de la universidad de Connecticut volvían a recoger el fruto del buen trabajo realizado durante toda la temporada y se proclamaban esta pasada temporada campeones de la NCAA por tercera vez en su historia.
Tercer campeonato para los Huskies y tercer campeonato para un Jim Calhoun que entra, más aún si cabe, entre un selecto grupo de entrenadores universitarios que prácticamente lo han conseguido todo. De hecho, sólo nombres tan míticos en los banquillos como John Wooden, Adolph Rupp, Bobby Knight y Mike Krzyzewski han logrado tantos campeonatos como él. Y pese a ello, a sus 69 años y arrastrando importantes problemas de salud desde hace tiempo, el ya histórico entrenador de UConn ha confirmado su presencia en los banquillos al menos una campaña más.
Su currículum es envidiable. A sus tres campeonatos universitarios hay que sumarle más de 850 victorias en la NCAA, su campeonato en el NIT de 1988,
1988, cuatro presencias en la Final Four del NCAA Tournament -de la cual como se ha dicho, ha ganado 3- siete campeonatos de la Big East Conference con UConn y cuatro de la America East con la universidad de Northeastern, equipo que entrenó durante quince años antes de enrolarse a los Huskies y AP Coach of the Year en 1990.
Con Calhoun en el banquillo el auténtico líder sobre la pista y principal artífice de este nuevo campeonato para los Huskies es sin duda Kemba Walker, base
natural del Bronx de 21 años que cumplía su tercer año en la universidad.
Poco hay que decir sobre él que no se haya dicho ya. Formado en el Harlem neoyorkino, se dio a conocer especialmente en su año junior de instituto cuando se enfrentó a Derrick Rose, al que acabó ganando la
batalla. Posteriormente fue elegido para formar parte del McDonald’s All-American tras un buen último año de High School, confirmando su presencia el año siguiente para Connecticut.
Su aportación en sus tres años como Huskie fue demenos a más, entrando en su año freshman como sexto hombre de lujo en un equipo liderado por Jeff Adrien, A.J. Price y Hasheem Thabeet hasta
convertirse ya al año siguiente en el hombre a seguir tras la marcha de éstos ese mismo verano a la NBA. Desde entonces, ha ido creciendo enormemente como jugador hasta llegar a liderar esta joven
escuadra al campeonato, proclamándose además Most Outstanding Player del torneo y ganando el Bob Cousy Award.
En frente, el sueño de unos Butler Bulldogs con aires de revancha volvía a asombrar a toda la nación una temporada más, tras la dura caída en el Madness del año pasado, tornando de nuevo a pesadilla.
Tras un costoso camino hasta llegar a la final, eliminando por medio a duros rivales como Old
Dominion, Pittsburgh, Wisconsin, Florida y Virginia Commonwealth, Brad Stevens y sus chicos se
plantaban en el Reliant Stadium de Houston ante más de 70 mil almas protagonizando un dantesco duelo que empañaba un poco el gran NCAA Tournament de esta pasada temporada. Un encuentro repleto de imprecisiones, muy trabado y donde las defensas se superpusieron al potencial individual de ambas escuadras, siendo los Huskies los menos fallones.
Pese a ello la temporada de Butler es digna de alabar, y el trabajo de Brad Stevens para enmarcar. A pesar de un inicio incierto y un tanto irregular dela temporada, los Bulldogs lograron encadenar una asombrosa racha de catorce victorias consecutivas que se extendió hasta la mismísima final del torneo, logrando sobrepasar a la universidad de Milwaukee como campeón de la Horizon League.
Sin Gordon Hayward, Shelvin Mack y Matt Howard supieron encabezar exitosamente el proyecto de
Stevens para esta temporada, manteniendo prácticamente el bloque que le llevó a la final el curso pasado ante Duke más la incorporación de nuevos jugadores procedentes del instituto. Este año perderán tanto a Mack como a Howard, por lo que es bastante probable que nuestra cinderella particular estos dos últimos años tenga que ceder su cetro a otro equipo que recoja su testigo.
Un testigo que esta misma temporada fue compartido con uno de los equipos más sorprendentes del torneo, los Rams de la universidad de Virginia Commonwealth, que dejaron atónitos a propios y extraños después de su incursión en la Final Four después de llegar como invitados por parte del comité de la NCAA desde la First Four, la nueva ronda previa del NCAA Tournament. Con otro joven entrenador al frente, Shaka Smart, los Rams lograron ir avanzando de ronda durante el torneo a base de entrega, lucha, sacrificio y pundonor dejando fuera a potentes programas como Florida State, Georgetown, Purdue, USC o Kansas, que por segundo año consecutivo queda apeada por una semi-desconocida universidad, cediendo únicamente en el duelo de cinderellas en la Final Four ante Butler, conformando así la mejor
temporada de la historia de la universidad con diferencia.
El cuarto en discordia en esta pasada Final Four fue Kentucky Wildcats. El equipo de John Calipari volvió a ceder por segundo año consecutivo en su proyecto de llevar a los Wildcats al título nacional después que el pasado año acabasen derrotados en Elite Eight a costa de los West Virginia Mountaineers. El camino de éstos por el Tournament este año fue algo más complicado, teniendo que dejar por el camino a potentes equipos como North Carolina, Ohio State o la propia West Virginia, conformando así la venganza del año anterior. Sin embargo, Kemba Walker le ganaba la partida a Brandon Knight en el segundo encuentro de la Final Four y echaba por tierra la buena temporada de Kentucky.
Por último, no quiero olvidarme de otros dos nombres importantes que son dignos de mención en esta pasada temporada, dos jugadores que venían pisando fuerte desde su anterior campaña que han guiado a sus respectivos equipos a la parte alta del ranking nacional haciendo una meritoria temporada.
Por un lado, el actual National Player of the Year: Jimmer Fredette, asombroso jugador que ha
maravillado esta temporada por sus soberanas actuaciones anotadoras y que se ha ganado un puesto más que merecido en lo más alto del draft de rookies de este pasado junio. Sus casi 29 puntos por partido esta temporada, superando hasta cuatro veces los 40 puntos y teniendo un tope esta temporada de 52 ante New Mexico State, han permitido dejar a BYU en el top de universidades este año. Sin embargo, ha sido precisamente a nivel colectivo donde más falta se le echó a Fredette, ya que a pesar de esas asombrosas actuaciones individuales no fue capaz de derrotar a San Diego State en la final de la MWC ni llevar a los Cougars más allá del Sweet Sixteen.
El otro jugador que también ha alumbrado esta pasada temporada a nivel individual ha sido el ala-pívot Derrick Williams. Ya fue considerado el pasado año como uno de los freshmen más prometedores del país, pese a que no contaba con la fama o el tirón de otros compañeros de promoción (John Wall, DeMarcus Cousins, Xavier Henry, Derrick Favors…) y el gran paso adelante que ha dado esta temporada con la universidad de Arizona en su año sophomore lo ha catapultado a convertirse en uno de los mejores jugadores del país, siendo elegido en este último draft en segunda posición por los Minnesota Timberwolves. A sus 20 años ha sido el dominador absoluto de toda la costa oeste norteamericana, llevando a los Wildcats hasta el Elite Eight de este último Madness dejando por el camino a los vigentes campeones, los Duke Blue Devils, con una gran actuación de 32 puntos y 13 rebotes. Sin embargo, no pudieron derrotar en las finales regionales a los -que serían posteriormente campeones- UConn Huskies, tras caer por solo dos puntos.
Para este nuevo curso 2011/12 la NCAA volverá a abrir sus puertas esta próxima semana de noviembre, una temporada que a priori se presenta como una de las más interesantes de estos últimos años con varios favoritos, muchos candidatos a serlo, un potencial individual increíble que llega desde los institutos
norteamericanos y una lucha encarnizada por destronar a los Huskies en lo más alto del panorama nacional, que este año volverán a presentar una dura batalla por preservar su trono como campeones.
No quiero escribir la biblia, así que haré un repaso de las universidades con mejor recruit y que mas posibilidades tienen de llegar a la FF de New Orleans.
Universidades a seguir
North Carolina Tar Heels
Su rendimiento la pasada temporada fue paralelo al de Harrison Barnes. El
sophomore parte este año como claro candidato al premio de mejor jugador de la temporada y junto a él permanecen Tyler Zeller y John Henson, que forman probablemente la mejor pareja interior de la Liga. Kendall Marshall debería crecer aún más partiendo como titular toda la temporada y se espera la explosión de Reggie Bullock, apoyados por el trabajo más en la sombra de Dexter Strickland y Leslie
McDonald. Además, añaden a dos de los mejores reclutamientos del año, James McAdoo (sobrino de Bob McAdoo) y P.J. Hairston. La plantilla más completa de la NCAA a manos de un hombre especialista en sacar provecho de ellas, Roy Williams.
Kentucky Wildcats
Un año más Calipari junta un grupo de gran talento, pero que se verá afectado por la falta de experiencia y de compenetración entre sus jugadores. Cuesta mucho hacer un equipo ganador cuando pierdes cada año a jugadores clave, pero los Wildcats lo suplen con reclutamientos de primerísimo nivel. Se mantienen como líderes Terrence Jones y Darius Miller, mientras que Doron Lamb debe empezar a despegar. Llegan como freshmen Anthony Davis, que aportará más físico y velocidad al equipo, y Michael Gilchrist. Además, se hacen con le mejor base de la promoción 2011, Marquis Teague, que debería seguir la estela de Knight, Wall o Rose a las órdenes de Calipari. Siguiendo la premisa del juego rápido y físico, veremos cómo llegan de acoplados a marzo.
Connecticut Huskies
Con la llegada casi a última hora de Andre Drummond y manteniendo el bloque que les hizo campeones el año pasado, Jim Calhoun no debería tener problemas para suplir el enorme hueco que deja Kemba Walker. Tras una temporada de novatos donde rindieron a gran nivel, Jeremy Lamb y Shabazz Napier liderarán a un equipo de nuevo basado en la defensa. Con Oriakhi y Olander, Drummond
encontrará un acompañamiento ideal, más centrados en defensa e intimidación, mientras que Roscoe Smith aportará la intensidad desde el puesto 3. Se espera un paso adelante además de su pareja de alemanes, Giffey y Wolf. Serán muy peligrosos si consiguen repartir mucho la anotación y mantienen su gran defensa.
Ohio State Buckeyes
Aún perdiendo a dos jugadores claves como eran David Lighty y Jon Diebler, los Buckeyes siguen aspirando a todo mientras mantuvieran a Jared Sullinger. El pívot ya demostró el año pasado ser un jugador determinante en ataque cerca del aro y su progresión de esta temporada le hará serlo aún más. También esperamos la progresión de uno de los mejores bases debutantes el año pasado, Aaron Craft, y el aporte de veteranía de William Buford. Han logrado reclutar a un jugador con centímetros para ayudar a Sullinger, al menos en defensa, como es Amir Johnson.
Shannon Scott partirá como base suplente, pero podrá desplazar a Craft a la posición de escolta, explotando más sus virtudes anotadores.
Syracuse Orange
Probablemente el mérito de Syracuse esta temporada sea el de haber conseguido mantener el bloque de la pasada temporada. Kris Joseph se mantiene una temporada más, en la que suponemos liderará al equipo en anotación nuevamente. Su freshman estrella la temporada pasada, el brasileño Fab Melo, dejó las puertas abiertas a su explosión definitiva este año, aspecto que se antoja decisivo, vista la nómina de
jugadores interiores de los Orange tras la salida de Rick Jackson. Scoop Jardine y
Brandon Triche comandarán el juego exterior, esperando la aportación que pueda
realizar el freshman Michael Carter-Williams desde la posición de 2. Les falta un base de garantías.
Duke Blue Devils
Los Blue Devils han perdido para esta temporada a sus dos insignias del último par de temporadas, Kyle Singler y Nolan Smith, junto al visto y no visto paso de Kyrie Irving. Pero Mike Krzyzewski ha logrado llevar a Durham al mayor talento que llega este año a la NCAA, Austin Rivers. El hijo de Glen Rivers, aún con los defectos propios de un jugador de su edad, está capacitado para liderar desde ya al equipo. La salida de Smith y Singler da entrada a un aumento de prestaciones, paralelo al de sus minutos en pista, de Seth Curry y Andre Dawkins, letales desde la larga distancia. Esta temporada además debe ser el afianzamiento definitivo de Ryan Kelly, jugador de tamaño y clase. La dureza la aportarán los hermanos Plumlee, que este año se convierten en el tercer trío de hermanos en un mismo equipo en la historia de la NCAA.
Louisville Cardinals
Rick Pitino afronta la temporada manteniendo el bloque de la pasada, salvo por la salida de su mejor hombre, Preston Knowles. El resto de jugadores importantes acumulan un año más de madurez y experiencia, por lo que no es de extrañar una explosión anotadora de Peyton Siva en detrimento de su capacidad de dirección.
Entre él y Kuric deberían comandar un juego con mayor potencial exterior que interior, aspecto en el que sólo destacará un año más Terrence Jennings. Con las marcas de identidad propia, la presión a toda pista y el contraataque, Pitino intentará devolver a los Cardinals a una élite a la que no se asoman desde su salida de la Conference-USA.
Memphis Tigers
Con la salida de Calipari hace dos años, la labor que Josh Pastner tuvo por delante se antojaba más que difícil. Lo cierto es que a base de reclutamientos locales, los Tigers van poco a poco subiendo un nivel que este año puede terminar por explotar. La salida de Will Coleman da luz verde al liderazgo de Will Barton y Joe Jackson, al que aún le falta para ser un base de garantías, mientras que Witherspoon y Tarik Black, sin llegar a resultar dominantes, aportan desde dentro. La llegada de Adonis Thomas, otro producto de Memphis, completa un quinteto titular de talento y físico, mientras que en el banquillo sigue habiendo una buena nómina de secundarios.
Florida Gators
Los Gators han perdido a tres de sus titulares la temporada pasada, dos de ellos los que conformaban el juego interior (Macklin y Tyus), pero confían plenamente en Patric Young como referencia interior clara. Mientras que el 4 de Florida no termine de mostrar una progresión clara, el resto del potencial del equipo viene del juego exterior. A sus dos bases, sólidos pero irregulares, Walker y Boynton, que infringen un juego rápido, se les une unos de los mejores reclutamientos de la temporada, Bradley Beal, rápido, con buen lanzamiento exterior y muy bueno físicamente, pudiendo contar este año también con el transfer puertorriqueño Mike Rosario. En torno a estos hombres, junto a una nómina de secundarios que crecerán en minutos e importancia (Murphy, Wilbekin, Prather) deberá construir Donovan un grupo sólido en defensa y contraataque.
Vanderbilt Commodores
Una de las mejores parejas escolta-alero de todo el campeonato, John Jenkins y Jeffery Taylor, junto a un center con aportación ofensiva y tamaño, Festus Ezeli, son las excusas para creer en los Commodores esta temporada. A pesar de no terminar de rendir cuando llega Marzo, la plantilla de esta temporada, con varios de sus jugadores principales con muchas temporadas juntos, hace pensar en ellos como candidatos a estar por encima del Sweet 16. Jenkins es posiblemente uno de los mejores tiradores de la competición y gran anotador, mientras que Taylor aporta en más aspectos, no sólo el lanzamiento. A su batería exterior añaden a Dai-Jon Parker, un buen tirador que acompañará desde el banquillo. Su pareja de africanos, Ezeli y Tchiengang, aportan muchos kilos en la zona.
Baylor Bears
programa texano sigue acumulando buenos reclutamientos este año con Quincy Miller, que no deja de aportar más de lo mismo a lo del año pasado: capacidad atlética en la posición de 4. Con su freshman estrella terminan de formar un juego interior físicamente temible, con varios jugadores por encima de los 2’08: Perry Jones, Anthony Jones, J’Mison Morgan, Quincy Acy… Las dudas entorno a los Bears surgen desde la posición de base y con la falta de un anotador exterior que supla la pérdida de LaceDarius Dunn (19’5 puntos por partido el año pasado). Si Walton y Fred Ellis pueden ayudar ante las ayudas que reciban los interiores, subirán enteros. La temporada pasada fue un fracaso, donde Perry Jones no rindió como se esperaba y que se perderá los cinco primeros partidos de la temporada por una sanción.
Pittsburgh Panthers
Difícil reconstrucción para los Panthers, cuyo destino girará en torno a un exterior veterano y un interior novato. Entre Ashton Gibbs y Khem Birch recae la responsabilidad ofensiva de un equipo que ha perdido a su base y alero titulares, jugadores que aportaban en ambos lados de la cancha. Nasir Robinson y Travon Woodall deberán ocupar el lugar dejado por Wanamaker y Brown, con el freshman Malcolm Gilbert o el nigeriano Talib Zanna complementando a Birch. En las esperanzas de la adaptación y progresión del ala-pívot canadiense recae las opciones de Pittsburgh de mantenerse en este nivel o conformarse con mucho menos. Uno de los equipos mejores entrenados, con Jamie Dixon en el banco, con el que nunca han faltado al Torneo Final.
Xavier Musketeers
Uno de los mejores entrenadores jóvenes de la NCAA, Chris Mack, mantiene a sus tres mejores anotadores de la temporada pasada, con un Tu Holloway que aspira a varios de los premios individuales de la temporada y con un 7 pies como Kenny Frease, que lejos de ser un jugador dominante, se antoja clave en esta temporada. Junto a Holloway crecerá en su segundo año Mark Lyons y posiblemente Jeff Taylor, pero todo girará en torno al base, que con apenas 1’80 probablemente supere los 20 puntos por partido. En una Atlantic 10 más débil de lo habitual, los Musketeers
suelen ser de los conjuntos más duros y sólidos llegados marzo.
Gonzaga Bulldogs
Una de las plantillas más multiculturales de toda la NCAA, los Bulldogs siguen contando con la proyección de una plantilla equilibrada en todas las posiciones. Elias Harris (alemán) y Robert Sacre (canadiense) subirán en aportación anotadora ante la salida de Steven Gray. En el juego exterior, la dirección del equipo recaerá probablemente sobre David Stockton, que ya mostró la temporada pasada lo que la genética le ha aportado. Dower, Carter, Olynyk, Monninghoff y las llegadas de Gary Bell y Kevin Pangos conforman una plantilla potente que esté año afrontará la llegada de Brigham Young a la West Coast amenazando su dominio los últimos años.
Kansas Jayhawks
Equipo renovadísimo con el que afronta Bill Self la temporada. La salida de los hermanos Morris y el prematuro salto de Josh Selby a profesionales deja toda la responsabilidad de los Jayhawks en lo que pueda hacer Tyshawn Taylor. Al escolta le acompañará en el liderazgo Thomas Robinson, y a partir de ahí el resto de la plantilla trabajará para suplir las carencias de la plantilla. No se espera que Jeff Withey
pueda suplir el hueco de los Morris, pero sí un progreso evidente que libere lo máximo posible de responsabilidades el juego exterior y asegure su tablero. A falta de estrellas, los campeones de 2008 buscarán formar un bloque en el que todos aporten.