Corriendo van por la España,
con la camisa blaugrana,
un gran plantel de jugones
y el capitán que los manda.
Al entrar en Chamartín,
do mora la hinchada blanca,
dijo éste a un madridista
que entre sus gradas lloraba.
"Enjuga tu llanto, vikingo.
¡No te atormentes así!,
porque la liga española
ganamos en buena lid.
Somos la escuadra puntera,
los que ganan mil trofeos,
los que enamoran al mundo
jugando un fútbol de ensueño.
El honor de nuestra liga,
con pundonor lo salvamos,
practicando el mejor futbol
jamás visto en los estadios.
¿Que me importan tus victorias
- respondiole el alma blanca-
si a mi equipo en los octavos
lo mandaron para casa?
Y no sólo por Europa
obtuvimos mil desgracias,
que el Alcorcón en la copa,
nos dejó en puras bragas.
Déjame, déjame, culé,
aquí solo en mi desgracia,
que tu victorias sonadas
me duelen hasta en el alma".
Y el culé compadecido,
besando el escudo blaugrana,
le regaló un d.v.d.
con goles de Santillana.
Anónimo.