La ostia que nos podemos pegar este año gracias al pancetas se puede oír ya no hasta en Pekín, sino hasta en la luna.
Dad las gracias al hijo de la gran puta de Zubipanceta por tan maravillosa planificación, y la increíble revolución que prometió largando a Cesc y Alexis, quedándose a jugadores con un futuro tan maravilloso como Xavi, Piqué o Pedro el gasolinero.
Me río por no llorar.