Bueno en primer lugar tengo que decir que soy del Barcelona a muerte y soy antimadridista desde hace mucho mucho, pero leyendo esta mañana el sport.online me ha llamado mucho esto:
El Barça debe tener más de un motivo para mostrarse inmutable ante la plaga de lesiones, pero tiene uno que, por obvio, se cae de maduro: cuanta más urgencia muestre el club, más cara será la solución del problema, ya sea a través de un traspaso o a través de una cesión.
No es de extrañar, por tanto, que Sandro Rosell, Txiki, Rijkaard y el mismísimo Cruyff aplacen hasta diciembre la necesidad de un fichaje que, si fuera por ellos, seguramente sería inmediato, pero ni las condiciones del mercado ni la normativa vigente permiten traer ahora mismo a un futbolista con nivel para ser titular del primer equipo blaugrana.
Y es que, a Dios gracias, parece que se han acabado los tiempos en que cualquiera podía jugar en el Barça. Ahora se necesita tener un nivel. Un gran nivel cuando, por ejemplo, se trata de cubrir las bajas de Motta y Edmílson, las dos primeras opciones de Rijkaard para la posición de mediocentro defensivo. El tercero, Gerard, sigue abonado a la desgracia y su destino, más que a la titularidad, le acerca al quirófano de forma irremediable.
Una cosa es ser Barcelonista y otra subnormal. Está claro que ni Motta, ni Gerard están a la altura, no siendo el caso de Edmilson, un monstruo.