Como me aburro he decidido hacer un repaso de los mejores porteros de la historia del Athletic. Después tal vez haga lo mismo con los defensas, centrocampistas, etc...
Gregorio Blasco (1927-1936)
Blasco fue el primer gran portero que tuvo el Athletic y formó parte del equipo más laureado de la historia del club. Se formó en las canteras del Chávarri de Sestao y del -por aquel entonces- poderoso Arenas de Getxo, para después recalar en el Acero de Olabeaga, que jugaba en el Campeonato Regional de Vizcaya. Según contaban los viejos del lugar, Blasco debutó con el Acero en un partido contra el Athletic, en la que realizó una actuación tan soberbia que los rojiblancos fueron incapaces de perforar su meta, algo elogiable teniendo en cuenta la diferencia de nivel entre ambos conjuntos. Gracias a esto, el Athletic se fijó en él y lo fichó.
Tras la llegada del gran míster Pentland al banquillo, Blasco y su equipo conquistaron cuatro ligas y cuatro copas, además el portero se hizo tres veces con el Trofeo Zamora al portero menos goleado de la liga (concedido a posterioridad eso sí, ya que aún no existía), siendo el guardameta del Athletic que más veces ha conseguido este título. También fue internacional con la selección de España en cinco ocasiones y suplente del gran Ricardo Zamora. Tras estallar la guerra civil en 1936 formó parte de la selección de Euzkadi, con la que realizó una gira por Latinoamérica durante el periodo de guerra. En 1939 se asentó definitivamente en Latinoamérica y allí continuó con su carrera profesional en clubes como el River Plate de Argentina o el Real Club España de México hasta su retirada en 1947. Nunca regresó.
Raimundo Pérez Lezama (1941-1957)
Rai, como le conocían sus compañeros de equipo, fue uno de los "niños de la guerra" que huyó a Inglaterra tras estallar el conflicto bélico. Durante su estancia allí jugó en el equipo de su escuela, el Nazareth School, y posteriormente fue fichado por el Southampton, con el que debutó en 1939 en la primera división inglesa. En 1940 regresó a Vizcaya y fichó por el Arenas de Getxo de Segunda División, y un año más tarde recaló finalmente en el Athletic. En su primera temporada fue suplente de José María Echevarría, un portero de gran talento que vio truncada su carrera por una grave lesión que le obligó a retirarse prematuramente. Así, Lezama tuvo vía libre para hacerse con la portería del Athletic y no defraudó. Se dice que la grada de San Mamés se sorprendió al ver la forma en que sacaba el balón, pasando con la mano en lugar de con el pié, como se hacía habitualmente, y es que esta era una práctica muy utilizada en Inglaterra que Lezama importó a la liga española.
Con el Athletic ganó la liga en 1943 y la Copa en 1943, 1944, 1945 y 1950, además consiguió el Trofeo Zamora en 1947. En los años 50 su carrera comenzó a declinar y a partir de 1952 perdió la titularidad en beneficio de Carmelo. Desde el banquillo aumentó su palmarés con una liga y dos copas más. En 1957 abandonó la élite para continuar jugando al fútbol, por diversión, en varios clubes vizcaínos como el Indautxu o el Sestao, antes de poner fin a su carrera en 1961 en el Arenas de Getxo.
Carmelo Cedrún (1951-1964)
A principios de los años 50 el Athletic buscaba un sucesor para el veterano Lezama y fichó a Carmelo, proveniente del Amorebieta. Al llegar a San Mamés reconoció sentirse intimidado por la alargada sombra de Lezama, su antecesor, quien se había convertido en un mito para la afición. Pero pronto tuvo su oportunidad y no la dejó escapar, en 1952 se hizo con los palos de San Mamés y comenzó a forjar su propia historia. Formó parte del equipo de "los once aldeanos" dirigidos por Ferdinand Daučík, con los que ganó el doblete de liga y copa en 1956 y las copas de 1955 y 1958, además de llegar a los cuartos de final la Copa de Europa. Carmelo continuó defendiendo los palos de San Mamés hasta que en 1963 fue relegado de un plumazo por un tal Iribar. Al final de esa temporada 63-64 tomó la decidió de marcharse y continuó su carrera en el Espanyol. Cuando en 1967 estaba a punto de retirarse, recibió una oferta del Baltimore Bays de Estados Unidos, club en el que puso fin a su carrera un año más tarde.
José Ángel Iribar (1963-1980)
Sin duda el mejor portero de la historia del Athletic. Iribar recaló en San Mamés proveniente del Baskonia en la temporada 1962-63, con solo 19 años. El primer año lo pasó en el banquillo, jugando apenas algunos minutos. En octubre de 1963, tras una lesión de Carmelo, Iribar aprovechó la oportunidad y se hizo definitivamente con la meta rojiblanca, con actuaciones tan sorprendentes que entusiasmaron a la parroquia rojiblanca, que comenzó a corear su nombre al grito de "¡Iribar! ¡Iribar! ¡Iribar es cojonudo! ¡Como Iribar, no hay ninguno!" Ya no hubo vuelta atrás, Carmelo entendió que su momento se había acabado y se marchó, entonces Iribar se convirtió en el nuevo ídolo de la afición. Con solo 21 debutó con la selección española, con la que ganó la Eurocopa de 1964 y disputó el Mundial de 1966, además de las Eurocopas de 1968, 1972 y 1976 (cabe mencionar que España no se clasificó para los mundiales de 1970 y 1974). Fue el portero titular de la selección desde 1964 hasta 1976 (después fue reemplazado por un tal Arconada) y jugó 49 partidos en total.
En la década de 1960 el Athletic no contaba con un gran equipo, por eso la afición solía decir que jugaban "con Iribar y diez más". A pesar de ello se ganó la Copa de 1969 frente al Elche. En 1970 Iribar ganó el Trofeo Zamora, siendo además el portero menos goleado en una temporada de la historia del Athletic, récord que aún hoy ostenta. En 1973 conquistó de nuevo la copa, y en 1977 disputó la final de la Copa de la UEFA contra la Juventus, que se perdió por el valor doble de los goles como visitante y una dudosa actuación arbitral. También fue subcampeón de copa contra el Betis, donde paradójicamente Iribar falló su lanzamiento y eso dio la victoria al conjunto sevillano. Las últimas temporadas de Iribar fueron las más flojas y finalmente se retiró en 1980.
Andoni Zubizarreta (1980-1986)
Tras la retirada de Iribar el Athletic tenía la difícil tarea de encontrar a un reemplazo de garantías. Para ello contaba con dos jóvenes promesas, Andoni Cedrún -hijo de Carmelo- y Andoni Zubizarreta. El entrenador Javier Clemente era quien debía tomar la decisión, y en 1982 le dio la titularidad a Zubizarreta, lo que a la larga se demostró como una decisión acertada. Con Zubi en la portería el Athletic vivió su última época dorada, en la que conquistó la copa de 1983 y el doblete de liga y copa en 1984, que a su vez le dio de forma automática la Supercopa de España. En 1986 el Athletic recibió una oferta del FC Barcelona por el portero, que en un principio estaba dispuesto a rechazarla, pero el club estaba pasando por un mal momento económico y se vio obligado a venderlo. En su lugar se fichó a Biurrún, proveniente de Osasuna, que dio un nivel aceptable.
Zubizarreta triunfó en el Barça, donde formó parte del mítico Dream Team que conquistó la primera Copa de Europa para el conjunto azulgrana, y también ganó una Supercopa de Europa, una Recopa, cuatro ligas, dos supercopas y una copa. En 1994 se marchó al Valencia, donde jugó hasta su retirada en 1998. Actualmente ostenta el récord de jugador con más partidos de liga disputados (622). En la selección española Zubizarreta sucedió a Arconada y fue el portero titular desde 1985 hasta 1998, superando todos los récords de partidos jugados hasta ese momento (126).
Otros
Durante 31 años el Athletic no volvió a tener un gran guardameta al frente de su portería. En esos años fueron varios los que prometían y finalmente acabaron fracasando. En los años 90 Juanjo Valencia debutó realizando una gran temporada, pero luego bajó notablemente su nivel y terminó buscándose la vida en segunda división. En la segunda mitad de esa década, Imanol Etxeberría apuntaba maneras y se hizo con la titularidad, pero pronto resultó ser una decepción y corrió la misma suerte que su predecesor. Tras 15 años sin un portero de garantías, se pusieron todas las esperanzas en Dani Aranzubía, que venía de ser titular en la selección sub-21 por delante de Casillas. Sus primeras temporadas fueron esperanzadoras, e incluso llegó a debutar con la selección absoluta en 2004, pero tras esto su nivel cayó en picado y se vio relegado al banquillo. Fue reemplazado por el cuestionado Lafuente, el eterno suplente que ya llevaba varios años en el club, y como era de esperar tampoco dio el nivel. Para tapar las vergüenzas en la portería el club se vio obligado a fichar a Armando, portero de 37 años del Cádiz que militaba en segunda y que afortunadamente dio un nivel aceptable.
En 2007 se fichó a Gorka Iraizoz, un portero relativamente solvente bajo palos que en general ofreció un nivel aceptable, aunque tampoco estuvo exento de críticas. En 2017 llegó el esperado debut de Kepa, quien estaba llamado a ser el gran portero que la afición llevaba 30 años esperando, pero el vizcaíno tenía otros planes muy diferentes y en cuanto pudo se marchó a la Premier. La otra promesa era Remiro, que ya tenía apalabrado un acuerdo con la Real y se marchó sin debutar. Entre medias estaba Herrerín, un portero aceptable que sacó las castañas del fuego al equipo en esos años combulsos, hasta que por fin en 2020 Unai Simón se hizo con la titularidad y despejó todas las dudas en la portería. Han tenido que pasar 34 para que el Athletic tenga a otro gran portero bajo palos, sin embargo, hay alguien más llamando a la puerta...