@isnotavail Macho, desde el máximo respeto te lo digo, pareces un tipo con gorrito de papel de plata.
No existe una campaña orquestada nacional para atacar al Barça, se habla del club porque está en la mierda, tiene muchos frentes abiertos y es uno de los grandes clubs históricos del mundo. Y esto no depende de medios, ni de cloacas, ni gobiernos (que no te digo que no haya algunos periodistas o medios comprados, o con influencias, de una lado o de otro), pero que esto depende de la "realidad de la información" y cómo se vende hoy en día. Que el sustento de los medios depende directamente de la visitas, clicks e interacciones que reciben. Que ya nadie va al kiosko y se compra el periódico, es más, te lo digo yo que he trabajado muchos años en prensa, tener una versión en "papel" crea unas pérdidas de la hostia, que se mantiene por "prestigio".
¿Entonces qué pasa? Que hay que crear ese ruido en internet, por eso casi nadie mantiene la neutralidad hoy en día, porque genera más ir con la bufanda, dar opiniones extremistas, crear continuos escándalos, polémicas, tensiones, lo que haga falta. Así nacen programas como "El chiringuito". Y hay que sumar a los que no son periodistas, pero son "influencers", tuiteros, expertos, exfutbolistas, exárbitros, expollas, todo el día mierda tras mierda, invent tras invent, todos hambrientos de su trocito del pastel. La "creación de contenido" es un agujero negro que demanda más y más de donde no se puede sacar, porque claro, sino lo haces, te castiga el algoritmo. Esto aplica tanto para El Marca, El Mundo, El Economista, etc. hasta la Portera de Nuñez o Pajón de Mon.
Esto es la "información" hoy en día.
Y luego a nivel usuario pues lo de siempre, uno consume con más asiduidad lo que mejor casa con lo que piensa y refuerza sus sesgos bufanderos, que son puro sentimiento porque es lo que es el fútbol al final. Por mucho que se diga, casi nadie elige del equipo que es, es algo que normalmente viene impuesto por lo que vives cuando se te despierta el futbolero interior, es algo que amas sin uso de razón.
Perdón por el tocho.