Una noche, en una terraza de un hotel de cinco estrellas una autoridad del fútbol me habló del amaño de una final europea; un partido entre un equipo de un país rico contra un equipo de un país pobre. Me dijo que el club rico envió camiones de comida al país pobre y así, el club del país rico gano la copa fácilmente
Quería informar sobre todo eso pero nunca he visitado el país pobre y no me imagino indagando. Le pedí a periodistas del país que me ayudaran pero todos se negaron: tenían demasiado miedo.
Recientemente he pensado más sobre la historia, los amaños de partidos son una amenaza real y en aumento. La historia nos enseña dos cosas:
1.- Los amaños no sólo tienen lugar en ligas menores.
2.- Es casi imposible probarlos porque nadie habla y no hay pruebas.
Artículo completo en inglés y algo pesado de traducir pero hay cosas interesantes como por ejemplo:
En 2006 incluso Wayne Rooney se pasó con las apuestas llegando a deber más de £700.000. Obviamente Rooney no está amañando nada, pero alguien podría aprovecharse de ello. De hecho, eso es algo que ha sucedido en la segunda división alemana. Quizá ni siquiera la Premier League dure mucho estando limpia.
Un policia europeo se encoge de hombres: "Si nadie de dentro dice nada, es díficil". Y normalmente nadie habla. En Febrero Fifpro publicó un "libro negro" sobre el este de Europa. El 12% de 3000 futbolistas admiten que se les pidió que manipularan un partido. En Grecia más del 30% lo han admitido. En el Este de Europa un 24% afirman saber que se manipulan partidos en sus ligas.
Relevante para España:
El árbitro Lu Jun fue condenado a cinco años de cárcel por aceptar 130.000$ por amañar 7 partidos de liga. Lu Jun arbitró dos partidos en el Mundial de 2002.
Uno de los compañeros de Lu Jun en esa Copa del Mundo, el ecuatoriano Byron Moreno, está ahora en una prisión americana. Moreno fue detenido en el aeropuerto neoyorkino John F. Kennedy en 2010 con seis kilos de heroina en su ropa interior. El árbitro del partido entre Corea del Sur e Italia en los cuartos de final de la Copa del Mundo de 2002, anuló un gol legal a la selección italiana, le dio a Corea un penalti y expulsó a Totti. Nadie puede probar que aquél partido estuviera amañado, no hay ningún documento que sirva de prueba.
Las consecuencias
En el mismo artículo lo dicen, tras el escándalo de corrupción en el Calcio, las audiencias bajaron. La gente no sigue un deporte que está amañado porque carece de interés.